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17 junio, 2023

El error más grave es subestimar a tu adversario


 Por Emilio Useche / Opinión *

El considerar que no contar con la aprobación de la gente es suficiente para que el gobierno-PSUV este derrotado es un argumento que hace creer que cualquiera de la oposición puede ganar y eso hace perder el foco. 

La jugada del PSUV con la renuncia de los rectores del CNE, es una estratagema que no lo esperaba la mayoría de los actores políticos. Lo advirtieron en marzo politólogos y analista, sus apreciaciones se reseñan en un buen artículo elaborado por la periodista Celina Carquez (ver el siguiente enlace https://lagranaldea.com/2023/03/06/maduro-no-le-atiende-el-telefono-a-nadie-del-cne/).

La ceguera de los egos, de creerse ganadores y dueños de la verdad, hace que los actores políticos, que la mayoría no son científicos de la política, ni estudiosos de la misma y mucho menos sensatos evaluadores de la estrategia; se encuentren hoy con pocas cartas de continuar en la misma línea de acción sustentada sobre la subestimación del adversario.

Lo primero que hay que reconocer es que al frente hay un adversario inteligente para mantener su poder, que no significa que sea virtuoso o democrático. Por el contrario, eso debe obligarnos a los que queremos rescatar la democracia a pensar más y mejor nuestra estrategia.

La realidad es que afirmar que el gobierno es tramposo, no dice nada, todos lo sabemos. El desafío está en definir una estrategia UNITARIA con contenido político, con accionar conjunto y con vocación de liberación nacional y ejercicio de la soberanía plena. ¿Hay voluntad política para eso? Creo que es un imperativo tenerla. 

Hoy, debemos ser responsables con el devenir de una generación que muere de mengua, sin condiciones reales de futuro, en definitiva, ser responsables con el país. Cada tendencia que hace vida en la oposición venezolana debe encontrarse para construir una dirección política de rescate democrático y como punto de partida debe ser *abogar por la participación electoral.* Ante la estrategia del adversario de decepcionar al electorado en cuanto a su participación, la respuesta debe ser un acuerdo de todos los factores políticos en pro del ejercicio de soberanía popular en los próximos procesos electorales, como reza el artículo 5 de la Constitución.

El asunto unitario es algo que debe convocarnos sin que sea una camisa de fuerza. La primaria debe realizarse, el debate no puede ser con base en las descalificaciones sino con una voluntad unitaria, incluso el que salga electo de ese proceso debe ser consiente que será legitimado por un sector de la oposición y la primera tarea que tiene es iniciar una operación política de acercamiento con los otros liderazgos del pluralismo venezolano comprometidos con el rescate de la democracia. Eso no puede ser un dilema. Todas las fuerzas políticas son, en mayor o menor medida, una realidad y son necesarias para sumar fuerza electoral para derrotar al PSUV.

Los compañeros que proponen el concenso, también tienen su liderazgo y son una realidad política, ellos tendrán su proceso y se decantarán, seguramente en una candidatura, ¿Tendrán la voluntad para acercarse al que resulte electo de las primarias? La lógica dice que si el interés es acumular fuerza para ganarle al PSUV eso deba ser un accionar razonable. 

Seguramente saldrán candidaturas que representarán al residuo de la división de fuerzas (para hablar matemáticamente) auspiciado por la estrategia divisionista del PSUV. Esos actores políticos tienen su agenda y al final tributarán máximo un 5% de los votos al PSUV. En todo caso el PSUV no alcanzará más del 30% de los votos.

El foco debe estar en desarrollar los procesos de decantación en cada uno de los bloques políticos del pluralismo venezolano comprometido con ganar electoralmente al PSUV (los pro primarias y los pro consenso) para luego encontrarse en una estrategia UNITARIA que descanse en un programa de gobierno de transición, rescate de la democracia, defensa de los DDHH y políticas públicas de atención a los más vulnerables.

No es nada fácil. Pero, pienso, que es la tarea que debemos asumir como ciudadanos comprometidos con la República.

*Politólogo y Maestrante en Filosofía por la UCV

Coordinador Nacional Adjunto de la UPP89.

                                                                           La República, 16 de junio de 2023.