Entre Todos D.
La reconocida modista, Cristina Macías, nació en Manabí,
Ecuador, pero desde hace más de 20 años vive en España, concretamente en Palma
de Mallorca, donde goza de una importante clientela que aprecia su trabajo.
Macías entró al mundo de las telas y los hilos a muy temprana
edad – con apenas 18 años era ya profesional, aunque a los 9 años le hizo un
vestido a su muñeca preferida - de la mano de una pariente cercana. Desde ese
momento nunca abandonó ese oficio.
“Es realmente reconfortante ver la cara de un cliente satisfecho con nuestro trabajo”, le dice a Entre Todos D. sentada en un café ubicado en una céntrica calle de la capital de las Islas Baleares, ciudad donde tiene su atelier.
Cuando llegó a España ya tenía experiencia en alta costura
porque había trabajado en la boutique “Cantos del Rocío” en Guayaquil y luego
en la boutique “Alcántara” en Quito, ambas casas de modas muy reconocidas en
Ecuador.
En Mallorca, Cristina Macías dirige su propio emprendimiento,
“La Percha Mallorquina”*, allí ejerce con maestría la profesión de modista y la
de sastre – este último oficio lo aprendió de su cuñado, Clemente Borbor -.
“En la ´Percha Mallorquina´ hacemos de todo, desde un ruedo
de pantalón – bajos de pantalón – hasta vestidos de alta costura para modelos muy
conocidas en Mallorca, pasando por vestidos para novias”, nos cuenta con
orgullo.
Para Macías, la costura y la confección en sus diversas facetas son “sobre
todo actos creativos que disfruto a
plenitud”.
“Es placentero ver el proceso de transformación de una prenda
de vestir usada, su modernización, su puesta a punto para la satisfacción del
cliente. También lo es, por supuesto, la realización de un traje de alta
costura; son 2 facetas de un hermoso oficio”, afirma.
Sobre Ecuador nos dice que va cada cierto tiempo a ver a su
gente, “pero, lamentablemente, mi país no está bien, la delincuencia se ha
incrementado notablemente”, señala con una expresión de contrariedad en el
rostro.
Comenta que trabajó muy duro cuando llegó a España. “Aquí hay
que trabajar muy fuerte si uno quiere establecerse y llevar una vida digna”,
señala.
La charla se extiende, su voz dulce y sin sobresaltos, la
hace agradable; a veces, su hermana Sonia, que siempre estuvo presente y atenta,
la interrumpe con alguna acotación jocosa.
Después de una interesante conversación, nos despedimos de
está emprendedora, hija de agricultores y madre 2 hijos – “que están aquí conmigo”
–, que construyó una nueva vida para ella y su familia a punta de trabajo
honrado y que con su esfuerzo contribuye con la economía del país que la
acogió. Antes de despedirnos insiste para que quede muy claro: “La costura es
sobre todo arte, no lo olvides”.
Nos quedó muy claro. Fue un placer conocerte, Cristina.
*La Percha Mallorquina está ubicada en el pasaje Antonio Torrandell,
número 12, local 2, Palma de Mallorca, Islas Baleares, España.