Por Modaira Rubio Marcano
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El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) señala en el informe Ocultos a plena luz sobre la violencia y el abuso contra niñas, niños y adolescentes en el mundo, cifras y conclusiones alarmantes. Prácticamente 1 de cada 10 niñas menores de 10 años en, ha experimentado abuso sexual. La incidencia no parece disminuir hasta la fecha, por el contrario, con la agudización de la crisis económica mundial está aumentando peligrosamente.
El documento revela el impactante alcance del abuso
físico, sexual, emocional que padecen niñas y niños y coloca en evidencia las
actitudes y comportamientos sociales que perpetúan y justifican esta violencia
manteniéndola “oculta a plena luz”.
Son planteamientos incómodos que ni los gobiernos, ni las familias quieren asumir. Esto es porque el estudio se sustenta en datos de abusos obtenidos en 190 países donde se refleja que la violencia hacia niñas, niños y adolescentes ocurre mayoritariamente en lugares donde las y los menores deberían estar seguros, estos es el hogar, la escuela, la comunidad y en la mayoría de casos, sus victimarios no son personas ajenas a su entorno.
La violencia contra l@s niñ@s
se produce a diario, en todas partes, desgarra el tejido
social, y socava la estabilidad de un país y su desarrollo. Está vinculada a la
violencia contra la mujer sin lugar a dudas. Por ejemplo, cita el informe, en
un estudio realizado en seis países del Caribe oriental en 2008-2009 se
analizaron las percepciones de las mujeres y los hombres mayores de 18 años
sobre el abuso sexual de los niños. Los responsables del estudio preguntaron a
los entrevistados si creían que una de sus causas era la actitud negativa de
los hombres hacia las mujeres. La mayoría de los entrevistados señaló su
desacuerdo (60%) o dijo no estar seguro (27%). Sin embargo, el 77% de los
encuestados señaló que la manera en que se viste una niña puede despertar el
interés sexual de los hombres.
La violencia contra la infancia
es el reflejo de una sociedad profundamente enferma. Lamentablemente, en los
últimos días, en nuestro país se han producido terribles casos de abuso sexual,
asesinato, agresiones, a niñas, niños y adolescentes que han encendido las
alarmas en un tema que desde hace mucho tiempo debimos colocar en el tapete:
son los más pequeños los más vulnerables en la profunda crisis estructural que
atraviesa Venezuela.
El pasado lunes
24 de octubre, tras conocerse la violación y asesinato de una niña, inició casi
de manera espontánea una campaña a través de las redes sociales bajo la
consigna: Las niñas y los niños #NoSeTocan. El Fiscal General se unió a
esta iniciativa e incluso abrió una consulta informal sobre las penas que debe
enfrentar un adolescente que lesione a un infante.La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) reiteró una
sentencia de 2017 donde se especifica
que no podrán otorgarse beneficios procesales, ni fórmulas
alternativas de cumplimiento de pena, en el juzgamiento de algunos delitos
vinculados con violencia de género y contra niños, niñas y adolescentes.
UNICEF señala estrategias para
facilitar que la sociedad en su conjunto, desde las familias hasta
los gobiernos, evite y reduzca la violencia contra l@s niñ@s: 1) apoyar
a madres y padres 2) cambiar las actitudes, el machismo, por ejemplo;3)
fortalecer los sistemas y servicios judiciales, penales y sociales;4) toma
de conciencia sobre
la violencia y sus costos humanos y socioeconómicos. Aquí añadimos la
importancia de la educación sexual en la escuela y en el hogar. ¡Que la
protección y defensa de nuestr@s niñ@s sea una tarea permanente!.