El Partido Republicano recuperará
el control de la Cámara de Representantes, pero el Senado sigue en el aire |
Candidatos cercanos a Trump como Mehmet Oz, Kari Lake o Herschel Walker no
cumplen las expectativas y dejan tocado al expresidente
MIGUEL RIAÑO Redactor
El Partido Republicano recuperará
previsiblemente el control de la Cámara de Representantes, con el Senado aún en
el aire, en unas elecciones de mitad de mandato de las que esperaban mucho más.
Los candidatos apoyados por Donald Trump han naufragado, perdiendo batallas
clave como la de Mehmet Oz por el escaño del Senado en Pennsylvania. Sin
embargo, enemigos declarados del expresidente dentro del partido, como su
posible rival en las primarias de cara a 2024, Ron DeSantis, han
arrasado en Florida y repetirá como gobernador tras ganar por casi 20 puntos de
margen.
La ‘ola roja’ con la que soñaban los conservadores ha quedado muy lejos de producirse. Y ha castigado especialmente a los aspirantes más cercanos al expresidente republicano. Donald Trump invirtió buena parte de la campaña en impulsar las opciones de Mehmet Oz en Pennsylvania y de la ex estrella del fútbol americano Herschel Walker en Georgia. Sin mucho éxito.
El Partido Republicano necesitaba
esas dos victorias para asegurar los 51 escaños que le permitieran conseguir el
control del Senado. Pero ha sufrido una gran decepción. Al 90% de escrutinio,
el televisivo cirujano Oz iba casi 1 punto y 50.000 votos por detrás del
candidato demócrata John Fetterman, con el que se volcaron en los últimos días
Joe Biden y el expresidente Barack Obama. La mayoría de los votos que quedan
por recontar corresponden a la ciudad de Philadelphia, abrumadoramente
favorable a los progresistas. Las proyecciones estiman que Fetterman termine
ganando esa carrera por unos 4 puntos de ventaja.
En esta ocasión, las encuestas han
sobrestimado a los votantes republicanos, tras años de errores en la otra
dirección. Los sondeos más recientes daban a Oz una ventaja de aproximadamente
un punto antes del día de las elecciones, que ha estado lejos de producirse.
Ese exceso de optimismo con los candidatos republicanos también se ha notado en
otros lugares teóricamente más favorables a los conservadores, como Wisconsin,
donde la victoria en el Senado se daba por segura pero va camino de producirse
finalmente por apenas un punto.
Las encuestas realizadas a pie de
urna ya mostraban antes de empezar a conocerse resultados que los electores no
sólo habían votado con el bolsillo. Casi a la par que la inflación (32%),
estaba el aborto (27%) como principal preocupación de los que asistieron a
votar. La mayoría de las encuestas predecían unos comicios mucho más enfocados
en la economía, lo que podía hacer más daño a Biden y el Partido Demócrata.
Al borde de la medianoche en
Estados Unidos, los Republicanos tenían en su mano 49 asientos del Senado,
igual que los Demócratas. Y quedarían por definirse dos carreras que son
monedas al aire. Nevada y Georgia.
En Georgia, las leyes del Estado
estipulan que el candidato ganador debe superar el 50% de los votos. Y si
ninguno lo consigue, se celebraría un cara a cara definitivo el próximo 6 de
diciembre. Superado el 90%, el candidato demócrata Raphael Warnock, actualmente
en poder de ese asiento, lideraba al republicano trumpista Herschel Walker por
49,4% a 48,6%, con un desempeño apreciable del candidato del Partido
Libertario, que lograba más de un 2%. Al revés que en Pennsylvania, aquí los
votos aún por contar son más conservadores, y los expertos esperan un empate
virtual final, sin ningún candidato superando la barrera del 50%. La carrera,
probablemente, no se decidirá hasta dentro de un mes.
Nevada, tras una jornada llena de
polémicas en la votación y retrasos en la hora de cierre de los colegios,
apenas había comenzado a contar votos pasada la medianoche norteamericana, aunque
los demócratas partían como ligeramente favoritos. Una victoria en ese Estado
aseguraría al partido del presidente Joe Biden el mantenimiento del control en
el Senado, clave de cara a la agenda legislativa en el final de la legislatura.
La Cámara de Representantes, más
ajustada de lo esperado
En la Cámara de Representantes,
donde los republicanos aspiraban a una victoria muy contundente que les llevase
cerca de los 240 congresistas, la noche ha acabado con el GOP mordiéndose las
uñas y esperando llegar a los 218 necesarios para conseguir la mayoría. Las
proyecciones de The New York Times ya con casi todas las
carreras con escrutinios avanzados apuntan a una victoria republicana en la
Cámara de Representantes por 226 a 209. Una mayoría ligeramente superior a la
que ahora mismo tenía el Partido Demócrata.
Con todo, si los Demócratas
mantienen el Senado, las ‘midterms’ de 2022 dibujarán un escenario parecido a
las de 2018. En aquella ocasión, los Republicanos, con Donald Trump en la Casa
Blanca, consiguieron mantener el Senado y perdieron la Cámara de
Representantes, ante una ‘ola azul’ no tan fuerte como se esperaba. Sin
embargo, Joe Biden consiguió ganar en las presidenciales dos años después.
Las otras derrotas de Trump
Ahora, Donald Trump, que había
insinuado que en los próximos días anunciará su intención de volver a
presentarse en 2024, queda muy tocado. Los republicanos victoriosos esta noche
son los que más se han alejado de él, como Ron DeSantis en Florida, que sale
reforzado de estas elecciones de cara a intentar una aventura presidencial.
Trump, que se lo olía, ya había dedicado los últimos días a caricaturizarlo e
incluso a contraprogramar sus mítines en Florida.
Mientras tanto, los candidatos más
cercanos a Trump han decepcionado también en carreras para Gobernador en las
que había muchas miradas puestas, como la de Arizona. Allí Kari Lake, que
sonaba como posible número 2 en la futura candidatura de Donald Trump, partía
como favorita pero iba claramente por detrás de su rival demócrata, Katie
Hobbs, avanzado el escrutinio.
El golpe a Trump también se
explicita en Georgia, con independencia del resultado final de la carrera por
el Senado. Es el principal escenario donde esta noche se ha producido el efecto
del voto dividido. Véase: el gobernador Brian Kemp, muy crítico con Donald
Trump y con las alegaciones de fraude electoral en 2020, repetirá tras
imponerse por casi 8 puntos a la demócrata Stacey Abrams. Sin embargo, el
trumpista Herschel Walker es probable que acabe perdiendo o abocado a una
complicada segunda vuelta. Cientos de miles de votantes han optado por dividir
su voto, y optar por un republicano anti-Trump como Gobernador y un demócrata
en el Senado.
Texto tomado de El Independiente / España.