Al economista Nouriel Roubini lo
apodaron el "doctor catástrofe" por sus pesimistas advertencias sobre
el futuro de la humanidad.
En su más reciente libro,
"Megaamenazas" identifica los principales peligros que a su juicio
acechan a nuestra especie.
En su lista de 10 amenazas destacan
el bajo crecimiento económico y la inflación, la deuda y el cambio climático.
Aunque a veces le reprochan su catastrofismo, este economista nacido en Estambul, Turquía, dice que también propone soluciones. En el pasado acertó con algunas de sus previsiones, al ver los nubarrones en el horizonte antes que la mayoría de los economistas.
Fue lo que sucedió en 2006 cuando
alertó de la inminencia de la crisis de las hipotecas "subprime" en
una conferencia del Fondo Monetario Internacional.
En 2008, el mundo se hundió en una
de las peores crisis financieras de la historia reciente.
Más recientemente, este profesor de
la Universidad de Nueva York advirtió de que el bitcoin estaba
"sobrevalorado" y lo comparó con un "pozo negro", un
presagio que se reveló acertado con la caída de la cotización de esta y otras
criptomonedas principales.
James Menendez, conductor del
programa Newshour de la BBC, lo entrevistó.
El mundo que siguió a la Segunda
Guerra Mundial ha sido uno de relativa paz, ingresos en aumento y salud para
gran parte del mundo. ¿Está eso a punto de terminar?
Eso creo. Hay nuevas amenazas que
no existían en las décadas entre los 60 y los 80. En esa época nadie se
preocupaba de una posible guerra nuclear entre superpotencias, por la
distensión entre Estados Unidos y la Union Sovietica.
Ni siquiera se hablaba del cambio
climático y, después de la gran pandemia de 1918, no hubo otra grande hasta la
década de 1980.
No teníamos ni idea de que la
inteligencia artificial, la robótica y la automatización iban a reemplazar la
mayoría de empleos, y teníamos democracias estables, no los populismos de
izquierda y derecha que están llegando al poder ahora.
Y compromisos que vienen del
envejecimiento, para los que no hay financiación, como las pensiones y el
sistema sanitario, no existían, porque entonces teníamos aún una población
joven y en aumento.
Así que el mundo actual es muy
diferente a como fue entre 1945 y mediados de los 80. Hay nuevas amenazas que
son megaamenazas y pueden destruir no solo la economía global, sino el mundo en
general.
Le preguntaré por una de
ellas, la deuda global. ¿Por qué cree que puede alterar radicalmente la
economía mundial?
En la década de 1970, el ratio de
deuda privada y pública sobre el PIB estaba en torno a un 100% y ahora en las
economías avanzadas está en 420% y subiendo. Ese ratio era alto, pero el costo
de servir esa deuda fue bajo hasta hace poco, gracias a las tasas de interés
cero o negativas y las políticas expansivas. Incluso los hogares y las empresas
y corporaciones zombis, incluso los gobiernos zombis, han podido sobrevivir
porque los tipos de interés eran muy bajos.
Ahora están altos y subiendo porque
tenemos que combatir la inflación, y fíjese en lo que está pasando con la deuda
hipotecaria en Reino Unido, o con la deuda de los consumidores, o de las
empresas que están ahora al borde de la crisis. Los estímulos fiscales casi han
llevado a una crisis fiscal en las últimas semanas.
Las 10 megaamenazas de
Roubini
El libro de Roubini establece diez
"megaamenazas", que trata en cada uno de los capítulos de su libro.
Son estas:
- La madre de todas las crisis de deuda
- Fracasos públicos y privados
- La bomba de tiempo demográfica
- La trampa del dinero fácil y el fin del boom
- La gran estanflación que viene
- El colapso de las divisas y la inestabilidad
financiera
- El fin de la globalización
- La amenaza de la inteligencia artificial
- La nueva Guerra Fría
- Un planeta inhabitable
¿Qué significa todo esto para la
gente en todo el mundo? ¿Vamos a ser más pobres en las próximas décadas?
Si vamos a tener una deuda que no
es sostenible solo nos quedan algunas opciones. O caemos en la bancarrota y en
la suspensión de pagos; o, como yo espero, los gobiernos van a utilizar
episodios inesperados de inflación para reducir el valor real de la deuda
nominal.
Creo que los bancos centrales van a
claudicar y no actuar, porque cuando los gobiernos no pueden reducir la deuda
del gobierno ni los impuestos porque hay un gran déficit y guerras contra el
cambio climático o contra pandemias o contra otros países, pedimos demasiado
prestado y acabamos inflando la ola, como sucedió en la década de los 70.
Habla del cambio climático en una
parte avanzada de su libro. ¿Es esa la mayor amenaza que enfrentamos los
humanos?
Es la décima amenaza en mi lista,
pero en algunos sentidos es muy importante. Pero es una amenaza que se mueve
despacio, mientras que la estanflación es un riesgo a muy corto plazo, como lo
es el riesgo de un colapso financiero o el de que lo que está pasando entre
Rusia y Ucrania escale a un enfrentamiento con la OTAN o una guerra no
convencional con Irán a un lado y Estados Unidos e Israel al otro, o entre
Estados Unidos y China por Taiwán.
El cambio climático nos va a
destruir, pero, aunque los daños que provoca ya hoy son serios, como las
sequías en Estados Unidos, Asia o Centroamérica, y los precios de los alimentos
se han disparado a causa de esto, nos va a destruir en las próximas décadas. Es
una amenaza que se mueve más despacio comparada con otras.
¿Cree que los gobernantes en todo
el mundo están a la altura del desafío?
No. Tanto los países democráticos
como los autoritarios están evitando afrontar el futuro, hundiendo la cabeza en
la arena como las avestruces. Los líderes no toman decisiones difíciles porque
quieren ser reelegidos. También los autoritarios necesitan apoyo.
En cuanto al cambio climático, se
habla mucho de inversiones socialmente responsables en el mundo de los negocios
y el sector financiero, pero realmente se habla mucho más de lo que se actúa.
Porque ni los actores públicos ni los privados quieren asumir los sacrificios
inmediatos que requiere el futuro. Por eso hay una parálisis política.
El cambio climático es una de las
amenazas que preocupan a Roubini.
Hace algunos años lo bautizaron
como el "doctor catástrofe". ¿Cómo se levanta cada día teniendo
en cuenta lo sombrío que ve el futuro?
Soy el doctor realista, no el
doctor catástrofe. Al final de cada capítulo de mi libro sugiero una solución
para cada megaamenaza y planteo dos escenarios, uno distópico en el que no
hacemos nada y estas amenazas destruyen el mundo, y otro menos distópico y más
utópico en el que se aplican a todos los niveles, también el individual,
políticas que nos llevan por un camino mejor.
Espero que vayamos en la buena
dirección, pero ahora mismo me temo que no existen los incentivos para hacer lo
correcto. Es lo que yo hago. Tratar de cambiar el mundo a mejor.
- Tomado de BBC News Mundo / Imagen: Getty
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