El secretario general
de la ONU pidió un alivio de la deuda de los países latinoamericanos y una
reestructuración de estas. Pero, ¿qué tan viable es ese pedido y qué tan
endeudados están los países de la región?
En medio de la actual inflación mundial, producto de la
invasión rusa de Ucrania y los rezagos postpandémicos, la ONU ha
pedido a las instituciones financieras internacionales aliviar la deuda pública
de varios países de América Latina y el Caribe, proporcionando condiciones más
favorables de financiamiento para generar un "impulso masivo” en dichas
economías.
El pedido ha sido hecho por el propio secretario general de la ONU, António Guterres, durante el periodo de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que se celebra en Buenos Aires, Argentina. Pero, ¿qué tan viable es ese pedido y qué tan endeudados están los países de la región?
"Es un pedido legítimo y viable. Guterres ha tomado en
cuenta, seguramente, que si en la región queremos mitigar la pobreza, las
desigualdades, y necesitamos políticas climáticas urgentes, a los países, con
el presupuesto actual, no les va a alcanzar para pagar deudas”, afirma en
entrevista con DW el economista y analista político mexicano Mario Campa.
Según las últimas cifras del FMI (ver gráfico), Venezuela es el país de la región con la
deuda más alta, con un 307 por ciento en relación con su Producto Bruto
Interno (PIB). En el último lugar se ubica Guatemala, que tiene una deuda
del 30,6 por ciento en relación con su PIB. Para poder tener estos parámetros
de comparación, explica el experto Campa, se toma la deuda pública, también
denominada deuda soberana, y se divide entre el tamaño de la economía. Para
ello, generalmente, se utiliza el PIB.
Una panorámica de la
región.
Los antecedentes del déficit
Durante la pandemia hubo muchas economías latinoamericanas
que expandieron el gasto fiscal para incrementar sus gastos sociales.
Entre ellas, tres en particular: "Colombia, Chile y Brasil gastaban más de
lo que les ingresaba, a pesar de que son economías bastante grandes. Pero, por
otro lado, también están países como Argentina y Ecuador que ahora tienen
importantes deudas con el FMI, y también son de las economías que están pagando
más sobrecargos por alargar el pago”, explica Campa.
Debido a ello, algunos países están introduciendo ahora
presupuestos mucho más austeros, como ya lo ha hecho Gabriel Boric en Chile.
Además, a causa de la actual inflación, están subiendo rápidamente las tasas de
interés de los bancos centrales, como en Colombia, donde incluso Gustavo Petro
se ha quejado de la política de dicha institución de su país. "De
este modo, se está dando una combinación de un gasto fiscal más apretado con
políticas monetarias en muchos casos ya restrictivas. Esto está llevando a que
toda la región vaya a registrar tasas de crecimiento más reducidas. De ahí el
llamado de Guterres”, asegura el experto mexicano.
Pero ya dos semanas antes del pedido de Guterres, un informe
del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) advirtió que 54 países, en los
que viven más de la mitad de las personas más pobres del mundo y que incluyen a
diez naciones latinoamericanas, necesitan un alivio urgente. Si no se logra una
reestructuración de la deuda, según el organismo, se producirá un importante
aumento de la pobreza y no se materializarán inversiones fundamentales para
protegerse del cambio climático. Entre los países de la región que aparecen en
dicha lista están Argentina, Venezuela, Cuba, Ecuador, El Salvador
y Haití.
Alternativas para
reestructurar deudas
"Es un llamado al FMI, al Banco Mundial o al BID para
que, en primer lugar, expandan su cartera de proyectos o también para
flexibilizar la forma de cómo se está otorgando créditos, redireccionar
recursos a países más necesitados y también atender las necesidades del cambio
climático”, comenta el economista Campa. Sobre si los países de la región
tendrían la capacidad para aplicar los "mecanismos de alivio”,
propuestos por Guterres, como "canjes de deuda por proyectos de adpatación
del clima”, el experto cree que esto sí sería posible.
"Lo único que falta es voluntad política. Pero tiene que
ser una política pareja para todas todas las regiones del mundo y no únicamente
para algunos países”, subraya el economista. Más que nada, agrega, "se
tiene que diseñar un marco institucional, de tal forma que cualquier país que
esté dispuesto a entrar a hacer este tipo de inversiones pueda recibir ese tipo
de tratamiento”.
A pesar de que, en América Latina, muchas economías han
regresado a una situación prepandemia, el experto Campa sugiere cautela, porque
países desarrollados están registrando caídas de crecimiento del PIB, como
Estados Unidos o el Reino Unido. "En nuestra región, Brasil,
sorprendentemente está creciendo levemente. El caso de México es un poco raro
porque se está distanciando de Estados Unidos, pero eso tiene que ver con el
turismo, que se está recuperando, como ocurre también en Italia o Francia.
Chile tiene la ventaja, al igual que Perú, de que durante mucho tiempo fueron
países con muy poca deuda”, sostiene Campa.
Según el experto, los países de la región que necesitan ayuda
más urgente para la reestructuración de su deuda o, quizá, la eliminación de
los sobrecargos, son Argentina y Ecuador, que además tienen problemas de
inflación. "Por otro lado, en Venezuela probablemente cayó el PIB y por
eso la deuda se volvió mucho más alta" en comparación con ese parámetro,
explica Campa, agregando que "el país es muy dependiente de las sanciones
estadounidenses".
(er) Tomado de D.W / Alemania.