Por Juan Arturo
Hernández Breznik* / Opinión
Especial para Entre Todos D
.Este 27 de octubre de 2022, se cumple el primer centenario del natalicio del más controversial líder político de la segunda mitad del siglo XX venezolano. Nacido en Rubio, estado Táchira; se incorporó en Acción Democrática desde su fundación en 1941, siendo el dirigente juvenil a quien mayor confianza le tuvo Rómulo Betancourt. A partir de 1949 fue ferozmente perseguido por la dictadura que se instauró en el país, que lo llevó varias veces a la cárcel y al exilio. Luego de 1958, con el retorno de la democracia, durante el primer quinquenio ocupó el cargo de Ministro de Relaciones Interiores, fue una etapa muy convulsionada, donde hubo que enfrentar un intento de magnicidio, dos golpes de Estado, y dos divisiones de su propio partido, que los llevó a perder la mayoría en el congreso. En esta época, Carlos Andrés Pérez fue bautizado como “el ministro policía”, por su valentía, cuando con pistola en mano acompañaba a los cuerpos de seguridad a repeler a los grupos subversivos y los alzamientos guerrilleros. Para el período 1964-69 fue electo para ocupar una curul en el Congreso Nacional, y le confiaron la jefatura de la renovada fracción parlamentaria de Acción Democrática. En 1968, luego de la tercera, y más importante división sufrida por el partido que el ayudó a construir, pierden las elecciones y les corresponde ser ahora oposición; Carlos Andrés Pérez, un hombre enérgico y de extraordinario carisma, con menos de 50 años de edad, es nombrado Secretario General, para que dirija la reconstrucción de Acción Democrática; desde ahí, recorre el país, llevando un mensaje renovado y fresco a las bases que se habían distanciado de la organización, quienes por su velocidad y simpatía, comienzan a llamarlo “el hombre que camina”. Todo esto lo catapulta para ser candidato presidencial con la consigna “democracia con energía” en alusión directa al apagado carácter que tenían el presidente en funciones y el candidato del partido de gobierno para ese momento. En las elecciones del 9 de diciembre de 1973, se convierte en el cuarto presidente electo de la etapa democrática.
Toma posesión el 12 de marzo de 1974, y su gobierno coincide con la
segunda mayor bonanza petrolera de la historia de Venezuela (la más alta hasta
ahora, fue la administrada por Chávez); con la cual se triplica el presupuesto
previsto para ese año; y en 1977, el país tuvo el Producto Interno Bruto “per
càpita” más alto de la historia, según cifras del Instituto Nacional de Estadística
y el Banco Central de Venezuela. En este período nacionalizó el petróleo y el
hierro, y creó Petróleos de Venezuela (PDVSA), para proporcionar al Estado, una
herramienta para la administración de los recursos petroleros. Todo esto le permitió hacer una gran inversión
del gasto público en el sistema educativo y social, teniendo como bandera el
Programa de Becas Gran Mariscal de Ayacucho, con el cual miles de venezolanos
se capacitaron en los centros universitarios más prestigiosos del mundo; también
se ocupó en forma diligente del tema ambiental, decretó la creación de 10
parques nacionales, hecho que lo llevó a obtener el premio Heart Care, de
reconocimiento mundial, siendo el primer Jefe de Estado latinoamericano en
lograrlo. En materia de obras públicas, es el quinquenio con el más amplio
desarrollo de infraestructura de calidad y alcance colectivo que ha tenido
Venezuela. Los naguanagûenses debemos agradecerle la construcción del Grupo
Escolar José Félix Sosa, el ambulatorio Dr. Luís Guada Lacau, la remodelación,
ampliación, modernización y equipamiento del Hospital Universitario Dr. Ángel
Larralde, mejor conocido como Hospital Carabobo, al cual convirtió en la
bandera del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales en el centro del país.
La construcción del edificio de FACES y la dotación de una flota de autobuses
para
Como
El 2 de febrero de 1989 asumió la presidencia de una Venezuela totalmente
distinta a la que había entregado 10 años atrás; una pesada deuda externa
heredada del gobierno de Luís Herrera Campins, y un enorme hueco fiscal
producido por los dos gobiernos que lo precedieron, que exacerbaron el gasto público
y aumentaron el tamaño del Estado a pesar de la constante caída de los precios
del petróleo; lo obligaron a dictar un paquete de medidas económicas, que
aunado al quiebre moral que habían asumido los ciudadanos con respecto al
sistema democrático, ocasionado por los desórdenes que en su vida privada había
tenido el ahora expresidente Jaime Lusinchi, generaron una serie de protestas
sociales que desembocaron en el hecho histórico conocido como “El Caracazo”. La
merma de su popularidad quedó plasmada en diciembre de ese año, cuando se
celebraron las primeras elecciones de gobernadores y alcaldes, y su partido disminuyó
considerablemente su votación. Aun así continuó su gobierno, tratando de darle
un giro al sistema político y económico imperante; esto hizo que sus viejos enemigos
se organizaran en un grupo de llamados “notables”; y que algunos líderes de las
nuevas generaciones de las Fuerzas Armadas comenzaran a fraguar intentos de
golpes de Estado. CAP siguió trabajando, en este segundo mandato otorgó las
primeras concesiones para la explotación de la telefonía celular en el país; privatizó
Estuvo un tiempo en prisión, para luego volver a la arena electoral, en
1998 aspiró y ganó la senaduría por su natal estado Táchira, durante la campaña
en una entrevista en el programa Primer Plano dijo la frase con la que se reivindicó
ante la historia: “si gana Chávez, tendremos un gobierno de delincuentes que acabará
con el país”. Ante la disolución del congreso y la promulgación de una nueva
Constitución en 1999, se retiró de la vida pública y falleció en Miami, el 25
de diciembre de 2010.
Hoy, cuando Venezuela lleva casi 24 años gobernada por esta revolución
destructiva; que despilfarró la más grande bonanza petrolera que hemos tenido;
que rompió el hilo constitucional luego de la derrota electoral de 2015, hecho
que generó una crisis política sin precedentes; y que provocó el desplazamiento
de varios millones de venezolanos que deambulan por distintas partes del mundo,
intentando salvaguardar sus vidas y buscando un futuro mejor para sus hijos;
recordamos a Carlos Andrés Pérez, El Presidente.
*Abogado.