El Alto Comisionado Christian Salazar Volkmann reprobó las
"graves violaciones de los derechos civiles y políticos, la ausencia de un
diálogo nacional" y la profundización de la crisis política en el país.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos denunció el martes (13.09.2022) el continuo "deterioro" de la situación en Nicaragua, con "graves violaciones" de los derechos civiles y ataques contra la Iglesia y la libertad de prensa.
"En los últimos meses la Oficina ha observado que la
situación de derechos humanos en Nicaragua continúa deteriorándose", dijo
Christian Salazar Volkmann, director de la División de Operaciones de Campo y
Cooperación Técnica.
"Este deterioro abarca graves violaciones de los
derechos civiles y políticos, la ausencia de un diálogo nacional, la
profundización de la crisis política, y el aislamiento de Nicaragua de la
comunidad internacional", añadió.
En la 51ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU,
el Alto Comisionado presentó un crítico informe contra el gobierno de Daniel Ortega, al que
acusa de no cooperar y de incumplir con las recomendaciones emitidas por su
oficina.
La agencia denunció los ataques contra la Iglesia católica,
como el reciente arresto del obispo de Matagalpa, el crítico Rolando Álvarez, o
contra la libertad de expresión, como el cierre de radios católicas o la
confiscación del inmueble del diario crítico La Prensa.
En una respuesta grabada, la procuradora general de
Nicaragua, Wendy Morales, mostró su "rechazo total" a las
consideraciones de la agencia de la ONU que, en su opinión, "se sigue
prestando a una engañosa, infame y falsificada situación de los derechos
humanos".
El responsable del Alto Comisionado se dijo especialmente
preocupado "por la
continua detención arbitraria de al menos 195 personas en relación con
la crisis sociopolítica".
Entre estos presos figuran siete excandidatos presidenciales
de las elecciones de noviembre pasado, en las que Ortega obtuvo su cuarto
mandato consecutivo no reconocido por numerosos países.
También criticó que el gobierno "no haya iniciado un
diálogo nacional" que "es una de las vías más eficaces para resolver
la actual crisis social, política y de derechos humanos" iniciada en 2018.
Entonces, Ortega reprimió duramente unas importantes
protestas de la oposición que pedía su dimisión. El exguerrillero aseguró que
esas manifestaciones fueron un "fallido golpe de Estado" promovido
con ayuda de Washington.
gs (afp, efe,
Confidencial) Tomado de D.W / Alemania.