El excanciller alemán Gerhard
Schröder presentó una demanda contra el Bundestag tras serle retirada la
asignación para su oficina, en medio del alud de críticas por sus vínculos con
el presidente ruso, Vladimir Putin.
La supresión de esas asignaciones
es "ilegítima", y ni siquiera se ha concedido al excanciller el
derecho a réplica, afirmaron los abogados del político a la televisión pública
regional NDR, acerca de esa demanda, que trascendió este viernes (12.08.2022) a
medios alemanes.
La administración del Parlamento decidió el pasado mayo quitarle algunos privilegios que percibe Schröder en su condición de excanciller, entre ellos la dotación del personal y mantenimiento de su oficina, cuyos gastos ascendieron el año pasado a 419.000 euros.
Los abogados del político
argumentan que ni siquiera se escuchó a Schröder, quien trató en vano de hablar
de la cuestión con el presidente de la comisión parlamentaria del Bundestag, el
conservador Helge Braun, exministro de la Cancillería en la última legislatura
de Angela Merkel.
Schröder, en el poder entre 1998 y
2005, es una figura muy controvertida por sus vínculos con Putin, de los que
arranca la actual dependencia energética de Alemania respecto a Rusia.
La cúpula del Partido
Socialdemócrata (SPD) lo ha
instado reiteradamente a romper esa relación e incluso "invitado" a
dejar su filas, en caso de no hacerlo.
Hasta 17 agrupaciones locales del
SPD presentaron una demanda para abrirle expediente y, llegado el caso,
expulsarlo. La iniciativa fue desestimada esta semana por la comisión de
arbitraje del partido en Hannover, el distrito por el que está afiliado
Schröder y de donde partió su carrera a la Cancillería, en 1998.
El político socialdemócrata ha
"lamentado" en sucesivas declaraciones la guerra en Ucrania, sin
condenar a Rusia, ha defendido su relación con Putin, e incluso ha criticado la
línea del actual gobierno alemán frente a Moscú.
Como canciller alemán, Schröder dio
al presidente ruso rango de aliado político y amigo. Estos lazos se fraguaron
en sus siete años al frente de la potencia económica europea. Su fruto más
visible fue la construcción del gasoducto germano-ruso Nord Stream, acordada
entre Berlín y Moscú en 2005, poco antes de ser apeado de la Cancillería por la
conservadora Merkel.
Unos meses después de esa derrota,
ocupaba ya puestos en consejos de administración relacionados con el
gaseoducto. Esta supuesta "puerta giratoria" fue ya asunto complejo
para el SPD entonces y se agravó ahora a raíz de la guerra de Ucrania.
En medio de fuertes presiones,
Schröder renunció en mayo a sus cargos en el consorcio petrolero ruso Rosneft, cuyo
consejo presidía desde 2017, y a su nominación para ingresar en el de Gazprom.
El excanciller, sin embargo,
defiende sus vínculos con Putin, con quien se ha reunido en Moscú al menos en
dos ocasiones en estos meses, supuestamente para mediar. Ni su partido, ni el
también socialdemócrata canciller Olaf Scholz, respaldan esos presuntos
intentos mediadores.
CP (efe, dpa) Tomado de D.W / Alemania.