Entre Todos D.
Los rápidos movimientos del Banco Central ruso para imponer
controles de capital y aumentar drásticamente las tasas de interés han
estabilizado el rublo.
El alza de los precios del petróleo a nivel global y el
aumento de las ventas de crudo ruso a China, La India y Turquía han ayudado a
contrarrestar la disminución de las exportaciones a la Unión Europea (UE). La
Agencia Internacional de Energía estima que la producción rusa de petróleo el
mes pasado fue menos del 3 % por debajo de los niveles de antes del conflicto
con Ucrania, pero esto no ha generado estragos.
Además, muchas empresas occidentales no se han ido por completo o han emergido capitales con empresas locales, por lo que los activos siguen operativos. El aumento del comercio con los grandes mercados emergentes, en particular Turquía, ha proporcionado otro colchón. Incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta una disminución del 6 %, por debajo del pronóstico del 8,5 % en abril.
Rusia está en mejores condiciones para soportar el dolor
económico que muchos países occidentales. Es que nunca fue probable que las
sanciones condujeran a un colapso inmediato de la economía rusa. Sin embargo,
con el tiempo, las medidas occidentales podrían hacer mella.
Estados Unidos y sus aliados quieren reducir mucho más los
ingresos energéticos de Rusia, por lo que intentan rediseñar el actual embargo
petrolero.
Igualmente, se intenta obstaculizar a los rusos el acceso a
la tecnología y los componentes occidentales, de tal manera que se vean
afectados las industrias de recursos naturales y el complejo militar
industrial, tal como lo hizo Occidente contra la entonces Unión Soviética en
1979.
Además, se han intensificado los esfuerzos para disuadir a
China, La India, Turquía y otros países de ayudar a Rusia a capear las sanciones.