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08 junio, 2022

Navarro Wolff, y el miedo a Petro

Con la lucha armada no se obtienen resultados. El camino es la paz, la democracia y las elecciones, dice el legendario comandante del ‘M-19′, Antonio Navarro Wolff.

Pablo Hiriart

BOGOTÁ, Colombia.- Para el legendario comandante del M-19, Antonio Navarro Wolff, son infundados los temores de un golpe autoritario de parte de Gustavo Petro, en caso de ganar la presidencia el próximo 19 de junio.

“Petro es un demócrata”, sin lugar a dudas, dice al enviado de EL FINANCIERO, al día siguiente de los comicios que pusieron a su excompañero de guerrilla muy cerca de llegar a la presidencia de este país por la vía democrática.

La experiencia en “el monte” demostró que con la lucha armada no se obtienen resultados, y que el camino es la paz, la democracia y las elecciones, sostiene.

Sin querer lastimar ni con una leve suspicacia a Gustavo Petro, Navarro Wolff se limita a contestar que su debilidad es producir temor en sectores ciudadanos.

Y esquiva hacer un juicio amplio sobre el desempeño de Petro como gobernante, pues hizo un mal papel cuando fue alcalde de Bogotá –aunque 50 por ciento de los capitalinos votó por él en los comicios del domingo– y se limita a decir que su excompañero tiene dificultades para hacer equipos de trabajo, “y se gobierna en equipo”.

De López Obrador, presidente de México, prefiere no opinar: “No tengo elementos suficientes”, dice.

Navarro Wolff cojea al caminar, porque perdió la pierna izquierda en un atentado con granada en Cali, cuando lo quisieron matar en una cafetería, en la época en que el M-19 negociaba la paz con el presidente Belisario Betancour, en mayo de 1985.

Suiza, Cuba y México, en la época del presidente Miguel de la Madrid, le ofrecieron atención y asilo. Eligió México.

En el Hospital Mocel le amputaron lo que quedaba de pierna y le salvaron la vida a este ingeniero sanitario que, como lo narró en un relato magistral el periodista mexicano Rafael Croda hace cerca de ocho años, Navarro Wolff estuvo una década en el monte echando tiros, y luego pasó dos años en la cárcel de La Picota, en Bogotá, a la que llegó con alivio, luego de 19 días de tortura en una guarnición militar.

Fue secretario de Gobierno con Petro en la alcaldía de Bogotá, cargo que abandonó a los pocos meses. Lo que se sabe es que renunció porque Petro es un político que no escucha. Él, sin embargo, lo niega categóricamente en la entrevista.

Una de las esquirlas de la granada que le echaron en Cali le dañó la garganta, y tiene dificultades para hablar.

Le pide al enviado de EL FINANCIERO que la entrevista sea por escrito. Eso sí, con la proverbial amabilidad de la gente de este país.

Éste es el texto:

-Don Antonio, ¿qué pasó el domingo en Colombia?

-El domingo en Colombia fue derrotada la política tradicional, empezando por el expresidente Uribe, cuyo partido ha gobernado desde 2002, pasando por los partidos encabezados por otros dos expresidentes, el liberal César Gaviria y el conservador Andrés Pastrana. La política tradicional se juntó toda, y aun así fue derrotada.

-¿Petro es un demócrata o no?

-Claro que Petro es un demócrata. Lo ha demostrado muchas veces en los últimos 32 años.

-A ustedes, ¿qué los llevó a pasar de la insurgencia a la lucha democrática?

-La incapacidad de la lucha armada para conseguir resultados llevó al M-19 a entender que el camino era la paz y la participación electoral.

-¿Cuáles son las fortalezas y debilidades de Petro?

-Gustavo Petro es muy inteligente, estudioso y propositivo. Su debilidad es que produce temor en sectores ciudadanos.

-Usted fue secretario de Gobierno con él en la alcaldía de Bogotá. ¿Por qué renunció?

-Renuncié para evitar convertirme en objetivo del procurador de la época. No tuve diferencias con Petro.

-¿Qué tan eficaz es Petro, como administrador y como gestor?

-Petro ha tenido dificultades para conformar equipos de gobierno eficaces. Se gobierna en equipo.

-¿Cuál es su opinión del presidente de México, López Obrador?

-Respeto a AMLO, pero no tengo información suficiente para emitir una opinión sobre su gobierno.

-Muchas gracias, don Antonio.

-A usted, las gracias.

Texto tomado de El Financiero / México.