ROMA.- El papa
Francisco autorizó el gasto de hasta 1 millón de euros para
conseguir la libertad de una monja
colombiana secuestrada por extremistas vinculados con Al Qaeda en Mali, declaró
un cardenal este jueves, revelando una aprobación papal previamente secreta
para contratar a una firma
británica de seguridad a fin de encontrar a la monja y conseguir su
libertad.
El testimonio del cardenal Angeo Becciu pudiera representar implicaciones graves de seguridad para el Vaticano y la iglesia Católica, porque proveyó evidencia de que el Papa estaba al parecer dispuesto a pagar un rescate a extremistas islámicos por la libertad de la monja, que ocurrió eventualmente el año pasado.
Los pagos de rescate rara vez son
confirmados,
precisamente para desalentar secuestros futuros, y no se sabe cuánto dinero del
Vaticano, si alguno, fue a parar a las manos de los extremistas.
Becciu, que una vez fue uno de los principales asesores de Francisco como
el número 2 en la Secretaría de Estado de la Santa Sede, se había abstenido de declarar ante el
tribunal del Vaticano por casi dos años, por razones de secreto de Estado y pontificio. Pero
este jueves habló en su propia defensa luego que Francisco lo libró el
requerimiento de confidencialidad, resultando en el testimonio más anticipado
del largo juicio.
Becciu es una de 10 personas
acusadas en el juicio por fraude en el Vaticano, que se deriva de una inversión por la Santa Sede de
350 millones de euros en una propiedad en Londres y fue expandido a otros
delitos. Los fiscales han
presentado cargos de defraudar a la Santa Sede de millones de
dólares en honorarios, comisiones y malas inversiones.
Becciu, el único cardenal en el juicio, está acusado de desfalco, abuso del cargo y manipulación de testigos,
cargos que él rechaza. El jueves, su testimonio cubrió los cargos relacionados
con su relación con una especialista italiana de inteligencia que es enjuiciada
también por desfalco, Cecilia Marogna.
Marogna le ha dicho a la prensa italiana que ella ayudó a
negociar a nombre de la Santa Sede la libertad de católicos secuestrados en África.
A.P / Texto tomado de El Financiero / México.