Por Modaira Rubio Marcano
Trabajadoras y trabajadores de Venezuela marcharon
este 1° de mayo en protesta por la política económica del gobierno que pretende
“aliviar” la crisis a costa de la pulverización de los salarios y el
desmantelamiento de la seguridad social.
En el caso particular de las mujeres, son las
trabajadoras venezolanas las que sufren las consecuencias más dolorosas de la
precariedad salarial; son las mujeres, sus hijas e hijos, las mayores víctimas
de la descomposición del tejido social y de la lumpenización de la sociedad que
avanza debido a la distopia económica.
Para abordar el tema de la situación actual de las venezolanas y sus condiciones laborales, conversamos con Lenin Linarez, integrante de la Central Unitaria de Trabajadores (CUTV), y vocera de la Federación Sindical Mundial (FSM) en el XVII Congreso de la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM) que sesionó del 25 al 29 de abril en Caracas.
“La Violación de los derechos laborales de todos
los trabajadores pero en especial de las trabajadoras y es un tema totalmente
silenciado por medios públicos y privados en Venezuela. En Aragua, más de dos
mil trabajadoras han sido despedidas y tenemos esas denuncias. Está el caso de
Plumrose Latinoamericana, que despidió injustamente a cientos de personas de su
planta de embutidos sin responder por ello”, señaló Linarez.
“Esto es lo que nosotras y nosotros llamamos
el Plan Brenda, un mounstroso proceso de
“depuración” en la administración pública y en el sector privado que comenzó
antes de la pandemia pero que con la misma prácticamente se institucionalizó”,
prosiguió la representante sindical.
“¿De quienes quieres salir? De hombres y mujeres mayores
de 40 años, con carga familiar, varios hijas e hijos; con patologías o secuelas
de accidentes laborales y de los que tienen conciencia de clase y se organizan
para luchar por sus derechos”, advirtió.
“Son precisamente estos momentos de crisis y
negociación, de diálogo como lo llaman ahora, los escenarios propicios para pactar
estas depuraciones que se iniciaron en la Administración Pública por ejemplo.
Mandaron a la gente a “trabajar” de desde su casa, prácticamente sin salario,
abonando el terreno para la brutal flexibilización laboral que estamos viendo
hoy en el sector público y privado y que afecta principalmente a las mujeres”,
recalcó Linarez.
“El patrono exprime a las trabajadoras y
trabajadores y luego les desechan; para ellos no tienen
ningún valor como ser humano y es muy decepcionante ver cómo el estado
venezolano está siendo complaciente con eso”, enfatizó.
“El sector privado no impulsará la economía
nacional sino la propia. Entregar los derechos de los trabajadores, esto es
permitir que se violen deliberadamente sus derechos para que algunas áreas,
como servicios o telecomunicaciones, se recuperen un poco es criminal.
Venezuela no se está arreglando, hay una mejoría circunstancial en algunos
nichos que estamos pagando trabajadores y trabajadoras con la confiscación de
nuestros derechos”, reiteró.
“Hay trabajadoras y trabajadores que incluso están
pagando con sus vidas. Más de 70 despedidos de la Plumrose ya han muerto por
enfermedades que no pudieron atender por falta de recursos, por depresión”,
advirtió.
“Por decir estas cosas la CUTV fue desconocida y
excluida del Foro Diálogo Social que tenía carácter tripartito entre
Fedecámaras, gobierno y sindicatos. Pues
hay que decir que a los sindicatos clasistas que se oponen a la política
salarial vigente no se les permitió participar”, denunció al tiempo que
advirtió que la exclusión de voces críticas obedece a un debilitamiento de los
instrumentos democráticos.
“No podemos venir aquí, a un
evento feminista, para decir que somos mujeres empoderadas y no
hacer nada ante las miles de trabajadoras a quienes la empresa pública y
privada les violan sus derechos laborales. Desde aquí saludamos a Sabina Mota,
mujer obrera, humillada, vejada y botada de su trabajo en el Hotel Pipo
Internacional de Maracay después de 40 años de servicio y con 70 años de edad,
sin que nadie hasta los momentos responda por sus pasivos laborales y sus
derechos.”, concluyó.
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Comunicación
Política, Economía, Feminismos y DDHH
