“La última persona a la que deseas arrestar es a uno de los miembros de tu familia, especialmente a una hija”, dijo el alguacil a los medios de comunicación
El jefe de la Policía
del Condado Franklin, A.J. Smith, debió enfrentar una situación que no le
desearía ni a su peor enemigo. Arrestó a su hija.
El lunes, 18 de abril, agentes de la policía de Franklin realizaron un operativo de “compra controlada” en el que estaba involucrada la hija de 38 años de Smith, que fue acusada de tráfico de metanfetamina, le dijo Smith a McClatchy News.
“Cuando uno trabaja en una agencia del orden público, no
puede tomar las cosas personalmente”, escribió Smith en Facebook dos días
después del arresto de su hija.
“Uno debe enfrentar
muchas situaciones y luego seguir adelante”. Smith tiene la reputación por
atacar de forma implacable el tráfico de metanfetamina en el Condado Franklin.
El departamento tiene en internet una frase donde dice: “No dejamos que la
metanfetamina circule por las calles”.
Smith le habla a los
miembros de la comunidad diariamente sobre cómo acercarse a los familiares que
han caído en la adicción, le dijo a McClatchy News.
La Policía de Franklin arrestó a una mujer y la acusaron de
tráfico de metanfetamina. Cuando interrogaron a la mujer y le preguntaron dónde
había conseguido las drogas, Smith escuchó el nombre de su hija
“¿Mi hija?”, preguntó Smith. “Sí, señor”, dijo Smith que la
mujer respondió. El hallazgo fue “devastador”, declaró Smith. “Lo último que
uno quiere es ver a su hija en un mono anaranjado con esposas puestas”,
sentenció Smith.
La hija de Smith
enfrenta cargos de tráfico de metanfetamina de 14 gramos o más, posesión o uso
de equipos de drogas, y posesión de cocaína, según el reporte del arresto de la
agencia.
“Rompe el corazón, porque la última persona que uno quiere
arrestar es un miembro de su familia, sobre todo, su hija. Es algo que no se
puede explicar con palabras. Algo que no se le desea ni a su peor enemigo”,
dijo Smith al canal WMBB.
Smith le dijo a McClatchy News que le dará a su hija el mismo
amor que aconseja dar a otras familias afectadas por la metanfetamina.
“La metanfetamina no discrimina y nosotros tampoco. No
importa quién es uno, nadie está inmune ni exento”, escribió Smith en Facebook.
“Nuestros corazones sufren por el dolor que la droga nos
causa, ya sea usándola, vendiéndola o queriendo a alguien que está vinculado
con ella”.
Con nota publicada porwww.elnuevoherald.com, firmada por
ALISON CUTLER.