Por: José (Papo) Coss
Recientemente, la faena de asesinato de reputación a nivel
electoral en Puerto Rico, se planificó en el 2020 con relativo éxito, para
detener el avance de Alexandra Lúgaro y del MVC.
La fabricación de una imagen distorsionada o asesinato de reputaciones, para restarle credibilidad a un movimiento social y político es tarea antigua. Esa estrategia de manipulación mediática se ha ensayado con relativo éxito a nivel mundial y en Puerto Rico en otras épocas.
A nivel internacional el más famoso ideólogo nazi de la
mentira fabricada se llamó Joseph Goebells, mano derecha del demagogo y asesino
en masa de 6 millones de judíos alemanes, Adolf Hitler. Decía Goebells de
manera tajante, en tono ceremonioso y directo al grano:“una mentira repetida
mil veces se convierte en una verdad”.
En el caso de la historia política de Puerto Rico la campaña
difamadora por excelencia fue ejecutada en contra de Pedro Albizu Campos y el
Partido Nacionalista, durante las décadas del 1930 al 1950. Así se justificó la
persecución y encarcelamiento de miles de compatriotas, por el solo hecho de
exhibir la bandera nacional de Puerto Rico.
Todavía recuerdo siendo muy joven, que la idea prejuiciada
sobre el que los historiadores llamaron después “la conciencia de Puerto Rico”,
era que Don Pedro estaba loco, porque enfrentaba sin miedo al imperio más
poderoso del mundo. Esa mentira se repitió tanto por tres décadas consecutivas,
que para muchas personas se convirtió en verdad, lográndose el propósito
maquiavélico.
Recientemente, la faena de asesinato de reputación a nivel
electoral en Puerto Rico, se planificó en el 2020 con relativo éxito, para
detener el avance de Alexandra Lúgaro y del Movimiento Victoria Ciudadana
(MVC). Entonces se unieron prácticamente todos los medios para proyectarla como
una mala persona. Al igual que Goebells se recurrió a la mentira repetida,
tildándola de adicta a drogas, racista y degenerada.
Simultáneamente, ella misma le echó leña al fuego, con sus
controversiales declaraciones como no creyente, que le restó el apoyo masivo
del sector religioso del país. Irónicamente, son los mismos que se dan golpes
de pecho como seguidores de Cristo, los que nos han robado hasta los clavos de
la cruz.
Sin embargo, al final Lúgaro alcanzó 179,265 votos y el MVC
logró todos sus objetivos principales en su primera experiencia electoral. Esta
hazaña histórica con apenas un año y medio de fundado y sin utilizar el fondo
electoral. Además, ganó la alcaldía de San Juan el día de las elecciones, hasta
que se contaron posteriormente los dudosos votos adelantados.
Esa demostración sólida de su candidata a la gobernación,
permitió la elección de sus cuatro candidaturas a la legislatura más 25
asambleístas municipales. De esa forma, el MVC se consolidó oficialmente como
la tercera fuerza política del país y la segunda en San Juan, duplicando los
votos íntegros del PIP y el PD.
Ante este panorama, donde se confirmó estadísticamente el
declive definitivo de la desprestigiada partidocracia PNP-PPD, para algunos se
hace imperioso volver a la campaña de fango. De ahí surge la fabricación contra
la representante Mariana Nogales Molinelli, a quien no se le hizo originalmente
ningún señalamiento. Peor aún es saber, que a otros 38 legisladores sí se le
encontraron errores en sus informes financieros.
No nos dejemos confundir de nuevo con la táctica de la
mentira repetida, de quienes representan la clase política más corrupta de toda
nuestra historia. El espectáculo mediático está por comenzar. En verdad, estos
personajes no tienen fuerza moral para juzgar a nadie. Mariana representa la
fuerza y la honestidad de una juventud que se cansó de tanto pillaje.
Fuente: TeleSur / Caracas – Foto: EFE.