Los científicos recolectan huevos de tiburones para criarlos en la naturaleza. Esto sucede en la isla de Malta, en un mercado de mayoristas de pescado. Se identifica a las hembras y se verifica si contienen huevos, ya que estos cuerpos a pesar de estar muertos todavía pueden conservar vida en su interior.
Greg Nowell y su organización, Sharklab-Malta, hacen esto con docenas de tiburones e intentan darle a cada tiburón neonato la oportunidad de vivir. Esta organización es una de las tres que existen alrededor del Mediterráneo que tratan de salvar a tiburones y rayas.
La Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (UICN) ha estimado que de las 1.147 especies de
rayas y tiburones de todos los océanos del mundo, al menos un tercio
enfrentan peligro de extinción.
Tomado de CincoNoticias