Así es la relación directa entre la vitamina D y el
colesterol ‘malo’
El colesterol es una sustancia clave para la correcta
producción de vitamina D por parte del organismo, además de ser clave para
otros procesos
La vitamina D es
un nutriente esencial para el correcto funcionamiento del
organismo. Además, de ser clave para prevenir la osteoporosis, la salud de
los huesos y la acción del sistema inmune, esta vitamina también
guarda una cierta vinculación con determinados elementos del cuerpo como
el colesterol.
En este sentido, diferentes estudios han comprobado los efectos positivos sobre el colesterol LDL (malo) al realizar un tratamiento conjuntivo de vitamina D y calcio en la menopausia. Dicho estudio comprobó cómo los niveles de este tipo de colesterol se redujo.
Así, el Doctor Marco Franzreb
comentaba que existe una dependencia directa entre los niveles de vitamina D
con el colesterol malo y el azufre. En este sentido, este especialista
explicaba que «el colesterol LDL alto parece ser el reflejo de la escasez de
sulfato de colesterol, por lo que el organismo para mantener el equilibrio
tomará LDL dañado para convertirlo en placa; placa donde las plaquetas formarán
sulfato de colesterol fundamental para cubrir las necesidades del cerebro y el
corazón».
Además, desde la Biblioteca Nacional
de Medicina de Estados Unidos definen el colesterol como una sustancia que se
encuentra en todas las células del cuerpo y que el organismo necesita para la producción
de hormonas, síntesis de vitamina D y sustancias que ayudan a digerir los
alimentos.
Relación con el colesterol
Continuando con la relación entre la
vitamina D y el colesterol, es necesario aclarar que la vitamina D obtenida a
través de la vía oral no es sulfatada, como si ocurre con la producida por la
acción del sol.
Vitamina D
Es decir, no es soluble en agua y no
puede trasladarse libremente en la sangre. Por ello, requiere unirse al
colesterol LDL para viajar correctamente a través del torrente sanguíneo.
Teniendo en cuenta la importancia de
la vitamina D para el organismo, es necesario presentar unos niveles óptimos
para prevenir diferentes problemas de salud. Así, existen diferentes fuentes
para obtener este micronutriente.
Fuentes de vitamina D
La principal fuente de obtención de
la vitamina D se encuentra en los rayos ultravioletas del sol. Es decir, la
piel expuesta de forma moderada al sol tiene la capacidad de sintetizar esta
vitamina y estimular su producción en el organismo.
En cualquier caso, es importante
incidir en la idea de tomar el sol con moderación, ya que una sobreexposición
puede ser perjudicial para la salud y ser un factor de riesgo para el
desarrollo de cáncer de piel.
La buena noticia es que tomando el
sol únicamente durante 15 minutos al día el cuerpo tendrá capacidad para
aumentar los niveles de vitamina D. Además, solo basta con exponer zonas claves
del cuerpo, como los brazos, piernas o cara.
Igualmente, también es posible
encontrar la vitamina D en diferentes alimentos, como los pescados grasos,
champiñones, huevos, aguacates, productos lácteos y cereales fortificados. Y
además, los suplementos vitamínicos también son una alternativa para aumentar
los valores de este nutriente en el organismo.
Si bien, los expertos aseguran que de
los niveles que una persona presenta de vitamina D en el cuerpo, el 80% procede
de los rayos ultravioletas del sol y el porcentaje restante corresponde a los
alimentos y suplementación.
Tomado de TODODISCA