La chispa ha saltado este viernes con enfrentamientos entre
las Fuerzas Armadas marroquíes y el Ejército Popular saharaui que han roto el
alto el fuego de 1991.
La chispa ha saltado en el Sáhara Occidental, en
la frontera con Mauritania, este viernes con enfrentamientos entre las Fuerzas
Armadas marroquíes y el Ejército Popular saharaui que han roto el alto
el fuego de 1991 con disparos que no han causado víctimas.
Desde el 21 de octubre, ciudadanos saharauis se venían
agrupando en la zona tapón de Guerguerat, una franja
de cinco kilómetros entre el Sáhara Occidental y Mauritania que el
Frente Polisario considera como parte de los territorios liberados. De esta
manera quedó interrumpido el paso de mercancías y personas.
Ante el bloqueo, las Fuerzas Armadas Reales marroquíes (FAR) establecieron un cordón militar durante la noche del 12 al 13 de noviembre “para asegurar el flujo de bienes y personas”.
Unas horas más tarde, la mañana del viernes, Marruecos
anunciaba la intervención del ejército en el paso de Guerguerat a
través de un comunicado del ministerio de Asuntos Exteriores. “El Reino no tuvo
más remedio que asumir sus responsabilidades para poner fin a la situación de
bloqueo generado por estas acciones y restablecer la libre
circulación civil y comercial”, justificó el Gobierno magrebí.
La mañana ha sido tensa, con los dos ejércitos en la zona disparando
durante unos treinta minutos, aunque se desalojó a los civiles y no hubo
víctimas. “Marruecos invadió la zona y después el ejército popular saharaui empezó
a disparar”, explica a EL ESPAÑOL el periodista e investigador saharaui Bachir
Mohamed Lahsen.
Alto el fuego
El Frente Polisario acusó a Marruecos de violar el
alto al fuego de 1991. Además considera que actuó en respuesta a un ataque
del ejército marroquí. Lo cierto es que lleva días advirtiendo que cualquier
avance de las fuerzas marroquíes hacia los civiles que estaban cortando el paso
en Guerguerat significaría el inicio de las operaciones militares.
Y así actuó.
“Ha habido una operación de disparos por parte del ejército
saharaui como una intervención táctica para ganar tiempo y evacuar a
los civiles”, confirma a EL ESPAÑOL Jalil Abdelaziz, responsable de
Comunicación de la delegación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD)
en España.
Al final de la mañana, en la zona se produjo una tregua que
no se sabe cuánto puede durar, horas, días o semanas. Sin embargo, los
militares se han desplazado más al norte, a Al Mahbes, donde también se
registraron enfrentamientos, según confirma a EL ESPAÑOL una fuente del
ministerio de Defensa saharaui. Por lo que el viernes se abrieron dos frentes.
Evitar contacto civil
Las Fuerzas Armadas marroquíes han suavizado la situación en
un comunicado explicando que “la operación, no ofensiva, sin ninguna
intención bélica, es llevada a cabo según las claras reglas de compromiso, que
estipulan que debe evitarse todo contacto con personas civiles y
que el uso de las armas debe ser únicamente en caso de legítima defensa”.
Sin embargo, “las movilizaciones ya se han anunciado en
todas las regiones militares en estado de guerra, y en los campamentos
saharauis la población se está alistando en el ejército para movilizarse hacía
las zonas liberadas”, confesó a este medio Abdelaziz.
En estos momentos, Marruecos trabaja en extender el
muro 14 kilómetros hasta Mauritania para evitar cualquier movimiento
futuro del Polisario. En Rabat, se convocó una reunión de emergencia del
jefe del gobierno, con los líderes de los partidos políticos, consejeros del
rey y algunos ministros para tratar la situación.
Ambas partes enfrentadas coinciden en señalar que hay “un
cambio radical en la zona y en el paso de Guerguerat”.
Preocupación en la ONU
Marruecos ha intervenido en la zona al margen de la
Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental
(Minurso). Las autoridades magrebíes consideran que dieron “todo el tiempo
necesario a los buenos oficios del Secretario General de la ONU y de la Minurso
para que el Polisario cesara sus acciones desestabilizadoras y
abandonase la zona tampón de Guerguerat”.
De esta manera, Marruecos decidió actuar y enviar el ejército
a la zona, “en el respeto de sus atribuciones, en virtud de sus deberes y en
perfecta conformidad con la legalidad internacional”, señala Exteriores. Y
apunta al Frente Polisario como el “responsable”. Mientras, el Ejército Popular
Saharaui considera que ha respondido a un ataque del ejército marroquí.
El secretario general de la ONU, António Guterres,
mostró este viernes “gran preocupación” e insistió en el compromiso de la ONU
de “hacer todo lo posible para evitar el colapso del alto el fuego vigente
desde el 6 de septiembre de 1991”.
Precisamente, la ONU y Mauritania habían expresado su
preocupación por la gravedad de la situación en Guerguerat este miércoles. En
una entrevista telefónica, Guterres y el ministro de Asuntos Exteriores
mauritano Ismail Ould Cheikh Ahmed, “evocaron la gravedad de la situación
existente y expresaron su temor de que se exaspere más y degenere en
violencia de consecuencias desastrosas”, publicó la Agencia Mauritana de
Información.
Mauritania no forma parte de litigio político pero está concernida como
vecina de las diferentes partes en conflicto. Además, económicamente se ha
resentido ante el bloqueo de su frontera al depender en gran medida de las
importaciones.
El proceso político en el Sáhara Occidental se encuentra
estancado desde hace años, pero además ha empeorado desde que en mayo de 2019 el
enviado especial del Secretario General, Horst Köhler, renunciara a su cargo; y
sigue sin ocuparse.
Respaldo de España
El Gobierno de España ha mostrado su apoyo a los esfuerzos
del Secretario General de Naciones Unidas para garantizar el "respeto del
alto el fuego en el Sáhara Occidental acordado y supervisado por Minurso".
Estos últimos días, España ha realizado gestiones en este sentido apelando a la
responsabilidad y la contención, según ha informado el Ministerio de Asuntos
Exteriores en un comunicado.
El gobierno subraya la importancia de la estabilidad en esta
región
estratégica, eje clave entre África y Europa.
De la misma manera, insta a las partes a retomar el proceso
negociador y a avanzar hacia una solución política, justa y duradera y mutuamente
aceptable según los parámetros que establecen de forma reiterada las
resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Tomado de El Español