Por Douglas Zabala
El infra escrito como Cura
que soy de la Santa Iglesia Parroquial Mayor, de los gloriosos Apósteles San
Pedro y San Pablo de la Ciudad de Maracaibo. Certifico: Que, en los libros de
partidas de bautismos, en el marcado con el número diez, al folio ciento
cuarenta, a la vuelta, se registra la siguiente partida: “En Maracaibo a los
veinticinco días del mes de octubre del mil setecientos ocho y ocho, con mi
licencia el Pro. Dr. José Antonio Cedeño, bautizó solemnemente, según el ritual
romano a Rafael José, quien nació ayer, hijo legítimo de Don Miguel Gerónimo
Urdaneta y María Alejandrina Faria.
Sin duda alguna nuestro Rafael Urdaneta, nació en el Zulia y así lo encontramos referenciado en libro “Memorias del General Rafael Urdaneta” entregado por su familia, con la respetuosa expresión de gratitud, al gobierno del Zulia, por haber decretado la celebración del Centenario del General Rafael Urdaneta.
Aquí mismo encontraremos,
cómo nuestro héroe zuliano, recibió la instrucción primaria en Maracaibo y que,
en 1799, fue llevado a Caracas a seguir el curso de latinidad; regresando a los
dos años, a estudiar Filosofía en el Convento Franciscano de la ciudad de
Maracaibo.
El joven Rafael, una vez
terminados sus estudios en el año 1804 fue enviado por sus padres a la Ciudad
de Santa Fe de Bogotá, a completar su educación bajo la protección de su tío
Don Martin Urdaneta, Contador Mayor del Tribunal de Cuentas del Virreinato,
quien lo dedicó a la Carrera de la Real Hacienda, empleándolo en el mismo
Tribunal y en la Tesorería. De manera que de Urdaneta pudiera decirse que
obtuvo una valiosa preparación académica, puestas al servicio de las ideas
independistas, que para la fecha ya bullían en su mente.
Cuando estalla la rebelión
de Caracas, aquel 19 de abril de 1810, nuestro prócer se encontraba en Bogotá,
y allí al día siguiente, participa de los movimientos libertarios que, como
pólvora había volado por las capitales más importantes del coloniaje español,
impuesto en la América meridional desde los tiempos de Cristóbal Colon.
En esos días Urdaneta toma
parte en la asonada independentista, incorporándose en Clase de Teniente al
Batallón de patriotas de Cundinamarca.
Siendo apenas un soldado
Bisoño, Rafael participa bajo las órdenes del Coronel Antonio Baraya en las
Batallas de Palacé, San Gil, Charalá, Ventaquemada y la de la propia Bogotá.
Ya para el año de 1813,
Urdaneta aparece como Sargento Mayor y Comandante del Batallón N° 3 de la
Unión, bajo las órdenes del Coronel Manuel Castillo. Bolívar, quien combatía y
preparaba desde Colombia la invasión de Venezuela, entra en conflicto de
liderazgo con este Coronel, ocasión que aprovechó Rafael Urdaneta, para enviarle
una misiva con las frases: “General: si con dos hombres bastan para emancipar
la patria, pronto estoy a acompañarle a usted”.
Después de avanzar
victoriosos y unidos para siempre, Bolívar desde el Cuartel General de Puerto
Cabello, el 04 de septiembre de 1813, le otorga un Diploma con el siguiente
contenido: “Por cuanto atendiendo a los méritos y servicios del Ciudadano
Rafael Urdaneta, Teniente Coronel y Sargento Mayor del 3° Batallón de Línea de
la Unión, y por renuncia del Coronel del 5°, Ciudadano Manuel Castillo, he
tenido a bien conferirle su mando, y que para más condecoradamente desempeñe
este cargo, le he nombrado Teniente Coronel efectivo.
De allí en adelante la
historia demostraría como nuestro Rafael Urdaneta, mantendría hacia su gran
amigo Simón Bolívar, lealtad absoluta, hasta más allá de los días finales del
libertador, en la quinta de San Pedro Alejandrino, en la Santa Marta de 1830,
donde deja de existir acorralado por la traición y el paludismo.