Habló de un "fraude que están preparando los demócratas"
El presidente estadounidense dijo que no puede garantizar que traspasará
el mando si es derrotado por Joe Biden en octubre. "Creo que esto acabará
en el Tribunal Supremo", afirmó y justificó su apuro por nominar un
reemplazo para la jueza Ruth Bader Ginsburg.
Tomado de Pàgina 12 / Argentina - Imagen: AFP
A horas de conocerse un nuevo sondeo que lo mantiene 8 puntos abajo en la
intención de votos de latinos, el presidente de Estados Unidos, Donald
Trump, salió a agitar el fantasma del “fraude” en los
próximos comicios presidenciales y lo usó como justificación de su
intento de cubrir cuanto antes una vacante en el Tribunal Supremo de
ese país. También se negó a confirmar que entregará el mando si es derrotado.
"Creo que esto (las elecciones) acabará en el Tribunal Supremo, y creo que es muy importante que tengamos nueve jueces", dijo Trump e inmediatamente dio las razones: "Es mejor si (aprobamos a una nueva juez) antes de las elecciones, porque creo que este fraude que están preparando los demócratas, este fraude acabará frente al Tribunal Supremo de Estados Unidos".
La insólita declaración fue hecha durante una reunión con fiscales
generales de varios estados del país en la Casa Blanca, en la que se
negó a garantizar que, si pierde las elecciones, su traspaso de poder al
candidato demócrata Joe Biden será pacífico.
"Tendremos que ver lo que ocurre. Usted lo sabe, me he quejado mucho de lo
que está pasando con las papeletas", afirmó Trump al ser preguntado al
respecto.
Biden reaccionó de inmediato: "¿En qué país vivimos? Es una
broma. Quiero decir, ¿en qué país estamos? Dice las cosas más irracionales,
no sé qué decir", declaró el candidato demócrata.
El senador republicano Mitt Romney, un crítico excepcional de
Trump en las filas conservadoras, también protestó. "La transferencia
pacífica del poder es fundamental para nuestra democracia; sin ella seremos
como Bielorrusia. Cualquier sugerencia de un presidente de que puede
evadir esta garantía constitucional es impensable e inaceptable",
afirmó en Twitter.
No es la primera vez que el mandatario estadounidense insinuó esta
posibilidad, solo que esta vez lo utilizó como excusa de su prisa para cubrir
la vacante que dejó el fallecimiento de la jueza Ruth Bader Ginsburg.
La vacante en la Corte Suprema
El mandatario planea nominar este sábado a su candidata para
sustituir a la magistrada fallecida el pasado viernes pasado a los 87 años. Y
por eso ayer confirmó que la jueza cubano-estadounidense Bárbara Lagoa está
entre las cinco magistradas que está considerando para el puesto, aunque negó
que tenga planes de reunirse con ella.
La decisión de Trump de nominar de inmediato a una sustituta de Ginsburg generó
polémica, porque Ginsburg dejó escrito, antes de morir, que su "deseo más
ferviente" era "no ser reemplazada hasta que haya un nuevo
presidente", es decir tras los comicios.
Sin embargo, los republicanos dejaron claro que ya tienen los votos para
confirmar a la nominada de Trump en el Senado, y aunque quedan menos de seis
semanas para las elecciones, el mandatario insistió en que su objetivo es
haberlo resuelto para entonces.
Si el resultado de las elecciones estuviera en disputa y no se hubiera cubierto
la vacante que dejó Ginsburg, el Supremo contaría aún así con una
mayoría conservadora de cinco jueces, frente a los tres de inclinación
progresista que quedan en la corte tras la muerte de la célebre magistrada.
El contexto de las declaraciones de Trump tienen que ver también con que
en las últimas horas se conoció un sondeo de intención de votos hecho
por la NBC, The Wall Street Journal y Telemundo, que indica que Biden
tiene un 51 por ciento de apoyo frente a un 43 del jefe de
Estado.
La ventaja se amplía en el denominado "voto hispano",
un sector de la población estadounidense en la que el
demócrata tiene un respaldo del 62 por ciento, frente a un 26 para el
republicano.