Mientras muchas personas hacen todo
lo posible por respetar siempre el distanciamiento social y la cuarentena y
frenar la expansión de la pandemia, varios políticos ya han violado las
restricciones impuestas por los gobiernos. Algunos de ellos incluso habían
llamado a la gente a quedarse en sus casas y no salir.
Reino Unido
El secretario de Comunicaciones del
Reino Unido, Robert Jenrick, el hombre clave en la lucha que libra
el Gobierno británico contra el coronavirus, violó su propio consejo de quedarse en su
domicilio y viajó a una casa de campo de su familia situada a más de 240
kilómetros de Londres para estar con su esposa y sus hijos.
"He estado trabajando en Londres
creando un sistema que proteja a los grupos más vulnerables del coronavirus.
Cuando pude trabajar desde casa fui inmediatamente allí para estar con mi
esposa y ayudarle a cuidar de nuestros tres hijos. Estaré en la casa de mi
familia hasta que el Gobierno no me aconseje desplazarme o hasta que no sea
necesario que me presente personalmente en Westminster", destacó el
político, citado por el tabloide británico Daily Mail.
Esta no es la primera vez que Robert
Jenrick viola las restricciones por las que él mismo aboga. Recientemente el
periódico The Guardian reveló que el titular de Comunicaciones fue a
Shropshire, una localidad situada a más de 64 kilómetros de su casa, para
llevar algunos bienes esenciales, incluidas las medicinas a sus padres. Lo hizo
a pesar de que los ancianos, de 69 y 79 años, vulnerables frente al
coronavirus, ya habían estado recibiendo la ayuda de su comunidad, informó el
medio.
Nueva Zelanda
A su vez, el ministro de Salud de
Nueva Zelanda, David Clark, fue duramente criticado por haber llevado a su familia
a una playa ubicada a unos 20 kilómetros de su casa. Esta no es la única
infracción que ha cometido. Fue además fotografiado mientras iba en bicicleta
por una localidad a unos 2 kilómetros de su domicilio.
"Mientras pedimos a los
neozelandeses que hagan sacrificios históricos, he defraudado al equipo. He
sido un idiota y entiendo por qué la gente se enojará conmigo. Como ministro de
Salud, es mi responsabilidad no solo seguir las reglas, sino también servir de
ejemplo para los demás... Me he disculpado ante la primera ministra por mi
falta de juicio y le ofrecí mi renuncia", aseveró el político.
Sudáfrica
Un caso parecido tuvo lugar en este
país africano cuando la ministra de Comunicaciones, Telecomunicaciones y
Servicios Postales, Stella Tembisa Ndabeni-Abrahams, se saltó las
restricciones y almorzó con un amigo durante la cuarentena. A pesar de que se
disculpó por su conducta, el presidente, Cyril Ramaphosa, la suspendió de su
cargo durante dos meses, privándola así de su salario mensual.
"El cierre nacional exige un
respeto absoluto por parte de todos los sudafricanos. Los miembros del
Ejecutivo nacional tienen una responsabilidad especial a la hora de dar ejemplo
a los demás sudafricanos, que son quienes tienen que realizar grandes
sacrificios", aseveró el presidente, citado por los medios locales.
España
A su vez, el vicepresidente segundo
del Gobierno de España, Pablo Iglesias, participó en marzo en una
reunión extraordinaria del Consejo de Ministros a pesar de haber guardado
cuarentena por el riesgo de contagio. Según Iglesias, el propio presidente le
había convocado a este evento porque no se podía habilitar legalmente la opción
telemática.
"Era mi deber acudir y lo he
hecho siguiendo un protocolo sanitario organizado por Moncloa según las
indicaciones de Sanidad, que hemos cumplido a rajatabla", explicó el
político en su cuenta en Twitter.
Fuentes del Gobierno destacaron que
Iglesias "veía necesario" defender presencialmente las medidas más
contundentes que debían proteger a los trabajadores ante la emergencia
sanitaria. Antes de este incidente dos colaboradoras de Iglesias, la
responsable de Política Territorial, Carolina Darias, y la de
Igualdad, Irene Montero, habían dado positivo por
COVID-19. Ni Darias ni Montero asistieron a aquella reunión.
Brasil
En el mismo mes el presidente
brasileño, Jair Bolsonaro, fue más allá de solo saltarse las
restricciones. Participó en una marcha que se celebró el 15 de marzo en
Brasilia contra el poder Legislativo y Judicial, alentando a miles de personas
a tomar las calles. De esta manera el mandatario brasileño ignoró la
recomendación de las autoridades sanitarias de evitar participar en eventos
sociales.
La reacción a su actitud poco
responsable no se hizo esperar. El gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, la
tildó de "inadecuada e impropia". La respuesta de los internautas
tampoco se quedó atrás.
Sputnik