Estos
análisis evidencian que las dietas libres de carne pueden reducir el riesgo de
desarrollar problemas de salud.
La longevidad
depende de numerosos factores, tales como los genes y el medio ambiente. De
hecho, de acuerdo con numerosos estudios en gemelos idénticos, la influencia de
nuestros genes implica un 30 por ciento y la del medio ambiente –estilo de
vida, alimentación, exposición a la contaminación, etcétera–, un 70 por ciento.
Por ello, ¿cuánto puede influir una alimentación con base en carne y otra en
los principios del vegetarianismo en la longevidad de la población?
La influencia
de la dieta en la longevidad comienza a investigarse; y un ejemplo de ello es
el artículo en JAMA Internal Medicine por Michael J.
Orlich, MD. En él,
Orlich explica que la restricción calórica tiene la capacidad de
incrementar la longevidad en pequeñas criaturas –como ratones–. Es
decir que durante cinco años, 100 000 estadounidenses encontraron que los
vegetarianos tienden a morir con menor probabilidad –de cualquier causa–
durante el periodo del estudio que los carnívoros. En especial con los hombres.
Los meta
análisis señalaron que una dieta baja en carne se ha asociado con una mayor
longevidad y diversos beneficios para la salud. De alguna manera, estos
análisis evidencian que las dietas libres de carne pueden reducir el riesgo de
desarrollar problemas de salud, tales como diabetes tipo 2, presión
sanguínea e incluso cáncer.
Sin embargo,
aún no se puede afirmar contundentemente que la dieta vegetariana sea la
respuesta para una vida longeva. Orlich explica que, en comparación de otras
criaturas, los humanos requieren de una dieta balanceada y rica en
nutrientes que la carne proporciona. Por ello es indispensable
realizar estudios a profundidad que brinden esta información para una mejor
salud.
De acuerdo
con el estudio, encontrar un punto de unión entre comer carne y una muerte
prematura no significa forzosamente que una es la causa de la otra. Es decir
que la correlación no es forzosamente una causa; por ello es
importante contemplar otros factores como un mayor ejercicio, reducción de
alcohol, tabaco o sustancias psicoactivas, entre otros.
En otras
palabras, la evidencia científica muestra que más allá de tan sólo una dieta
libre de carne, un estilo de vida saludable puede resultar en una menor
cantidad de enfermedades y muerte prematura.
Tomado de ECOOSFERA