Es ilógico
que comerciantes limiten el uso de las divisas en un país que tiene una
dolarización implícita, sin poder imprimir o solicitar a Estados Unidos
billetes nuevos.
Las divisas
que circulan en el país a través de negocios formales o informales, no están
destinadas a ser depositadas en ningún banco. Las personas que compran o venden
artículos y servicios en dólares, deben poner los billetes de nuevo en
circulación.
Por este
motivo, Jorge Botti, ex presidente de Consecomercio y de Fedecámaras, afirmó en
su cuenta de Twitter, que es una tontería a la hora de recibir los billetes,
exigir que no tengan ningún doblez o que no estén gastados.
Los billetes en dólares que
circulan en nuestra desvencijada economía pasan de una mano a otra y a otra y a
otra. No hay un “banco receptor” final,
es un absurdo no recibirlos por pequeños defectos... Si Ud es comerciante, no le complique más la vida a la gente
es un absurdo no recibirlos por pequeños defectos... Si Ud es comerciante, no le complique más la vida a la gente
Luis
Oliveros, economista, dijo a El Nacional que hay cuatro
factores que están permitiendo la entrada de divisas al país; remesas
familiares, bonificaciones salariales en dólares, prestación de servicios fuera
de Venezuela y gastos de ahorros.
«Los billetes
en dólares que circulan en nuestra desvencijada economía pasan de una mano a
otra y a otra y a otra. No hay un “banco receptor” final», escribió Botti en
Twitter.
En el proceso
de adaptación en el manejo de bolívares y dólares surgió un inconveniente entre
los comerciantes: «No aceptar dólares con algunos defectos».
Al estar
Venezuela en una dolarización no oficial, las divisas llegan con daños mínimos
como rayones, desgaste por antigüedad o deteriorados.
Resulta
imposible cambiar los billetes viejos por nuevos, porque la nación no puede
imprimir y tampoco ha formalizado el uso de la moneda en el país.