Israel
realizó en 1979 una prueba nuclear en las Islas del Príncipe Eduardo, situadas
entre Sudáfrica y la Antártida. La Administración Carter estaba al tanto de la
explosión, pero prefirió acallarla.
Según un
reciente artículo de la revista Foreign Policy, el 22 de septiembre de
1979 Israel realizó la prueba nuclear de una bomba de hidrógeno en las
Islas del Príncipe Eduardo, ubicadas al sur de Sudáfrica. El satélite
estadounidense registró una explosión, también conocida como Incidente
Vela, pero el mandatario estadounidense, Jimmy Carter, optó por
guardar silencio.
En su diario,
el 39 presidente de EEUU describe primero "los indicios de una explosión
nuclear", y añade que el 27 de febrero de 1980 los científicos
estadounidenses "tienen cada vez mayor certeza de que los israelíes realizaron
un ensayo nuclear en el océano cerca del extremo sur de África".
Para encubrir
oficialmente el hecho, Washington formó en
1980 una comisión de ocho científicos que oficialmente concluyeron que "la
señal del 22 de septiembre no se debió probablemente a una explosión
nuclear". Las autoridades de EEUU tenían serias razones para una
conducta así.
Si Carter
hubiera admitido que se había producido una prueba nuclear, se habría visto
obligado a aplicar sanciones a Israel, país no autorizado por el Tratado
de No Proliferación Nuclear. Foreign Policy señala que "la
Administración Carter tenía tanto miedo de implementar el Tratado de
Prohibición Parcial de Ensayos Nucleares contra Israel que hizo todo lo posible
para silenciar los hechos que evidenciaban un ensayo".
La otra razón
era que, de haber salido a la luz la verdad, la paz recientemente pactada entre
Israel y Egipto habría quedado en la cuerda floja.
La política
de la ignorancia sobre el armamento nuclear israelí prosiguió
con los gobiernos posteriores de EEUU, ya fueran del bando republicano o
demócrata, y el potencial
nuclear de Israel, nunca confirmado a nivel oficial,
sigue siendo un secreto hasta el día de hoy.
Fuente:
Sputnik