Los recientes
ataques de drones contra Arabia Saudí han disparado los precios de crudo. Este
huracán en el mercado petrolero es muy peligroso, dado que viene en el peor
tiempo para la economía mundial, consideran distintos expertos entrevistados
por la agencia Bloomberg.
Los precios
del petróleo se dispararon este 16 de septiembre en las bolsas de todo el mundo
después de que se anunciara la reducción de la producción en 5,7 millones de
barriles diarios. Los precios de la marca de referencia Brent subieron 11,73
dólares hasta alcanzar los 71,95 dólares por barril
en las primeras operaciones de la bolsa de Singapur, mientras que WTI se
comercializaba a un precio alrededor de un 12% más alto. En el futuro, la
dinámica alcista perdurará, advierten varios expertos.
La ofensiva
perpetrada contra los yacimientos petroleros de Arabia Saudí amenaza con
agregar una considerable prima de riesgo al precio
del crudo después de que la producción en el reino se redujese en la mitad.
Mientras tanto, el peor escenario implica el aumento de precios hasta 100
dólares por barril, opina el periodista Robert Rapier en su artículo para la revista
Forbes.
A su vez, Bob
McNally, asesor económico del expresidente de EEUU George Bush comparó las ofensivas
contra las instalaciones saudíes con "un
masivo ataque en pleno corazón" del mercado petrolero y la
economía global.
¿Por qué no
es el mejor momento para un alza de precios?
El alza de
precios perenne de los hidrocarburos es capaz de afectar la actividad de
negocios y confianza de los consumidores, así como amenaza con ralentizar la
demanda global. A su vez, el descenso de la producción en todo el mundo puede
paralizar el crecimiento de las exportaciones de China y Alemania.
"El shock negativo
de oferta como este es precisamente lo que no necesitamos ahora: cuando el
crecimiento global se desacelera y muchos puntos geopolíticos calientes
empiezan a hervir", destacó a
Bloomberg Rob Subbaraman, uno de los directivos de la empresa Nomura Holdings.
La producción
en China creció tan solo un 4,4% en agosto. Esta dinámica es la peor para
un solo mes que no ha sido registrada desde 2002. Mientras tanto las ventas al
por menor crecieron por debajo de las expectaciones y las inversiones en los
activos fijos disminuyeron un 5,5% en los primeros ocho meses del 2019, según
los datos publicados por el país asiático.
Además, el
Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo en julio sus previsiones de
crecimiento global hasta un 3,2% para este año y hasta un 3,5% para el 2019.
Principales
beneficiarios y perdedores
Realmente el
impacto del alza de los precios variará en función del factor geográfico. Las
economías emergentes que tienen problemas relacionados con sus cuentas
corrientes y déficits fiscales —como la India, Sudáfrica y otros— corren el
riesgo de experimentar fuga de capitales y la depreciación de sus monedas.
Los países
que exportan hidrocarburos se beneficiarán del cambio de la dinámica de
precios. En particular, podrán disfrutar del incremento de ingresos
corporativos y gubernamentales, mientras los países importadores asumirán
los mayores gastos, así como experimentarán el aumento de la inflación y el
deterioro de la demanda.
China, como
el mayor importador de crudo del mundo, y muchos países en Europa, se verán
afectados por la actual alza de precios de petróleo.
"La
inflación no será un problema en el momento. Sin embargo, la escasez de la
producción y el aumento de precios contribuirán a la reducción del poder
adquisitivo y pesará sobre los gastos en un momento precario para la economía
global", enfatizó Louis Kuijs, economista de la empresa Oxford Economics.
Un gran
desafío... y no solo para Riad
Los
periodistas de Bloomberg consideran que los ataques contra las instalaciones de
Arabia Saudí revelaron que la cadena global de suministros de crudo es
vulnerable frente a las tecnologías disruptivas que son capaces de poner de
rodillas a la antigua industria, al menos temporalmente.
Los
adversarios del reino han empleado todo un conjunto de armas asimétricas—drones
de control remoto, minas antibuques y gusanos informáticos— para atacar uno de
los países más equipados de Oriente Medio desde el punto de vista militar.
El uso de
drones revela que "la fuerza aérea o misiles particularmente
avanzados no son necesarios para causar un daño económico
considerable", recalcó a la agencia estadounidense la consultora de
riesgos independientes Milena Rodban.
Los ataques
de minas contra varios buques cerca del estrecho de Ormuz y asaltos de drones
contra los oleoductos saudíes en mayo y junio sirvieron de advertencia que
resaltaron la vulnerabilidad de suministros de crudo, sin causar su reducción a
gran escala. Pero, el ataque del 14 de septiembre logró paralizar la producción
de un gran volumen de hidrocarburos.
Los ataques
cibernéticos son otro elemento de la guerra asimétrica que amenaza con causar
una gran disrupción en los suministros de crudo. En agosto del 2012, Arabia
Saudí acusó a la gente no identificada de implantar un virus que comprometió la
red de la empresa Saudi Aramco. Otro ataque cibernético perpetrado en 2017 fue
uno de los argumentos que esgrimió el periodista Jeremy Straub a la hora de
sugerir que precisamente los hackers podrían
desatar la Tercera Guerra Mundial.
Fuente: Sputnik