Por El Hadj Mohamed Lamin/ECS.
"El Agente Oscuro", nº1 en ventas en
Amazon España. Un agente del CNI, que se infiltró en las comunidades musulmanas
y en el servicio secreto de Marruecos con un prólogo de Ignacio Cembrero.
La tecnología, el pinchazo de los teléfonos, el hackeo
de los ordenadores no lo es todo. El espionaje sigue necesitando el
trabajo silencioso de los agentes de campo para recabar información que
no transita por internet.
El autor de este libro, que ha pedido permanecer en el anonimato, ha sido durante largos años y hasta hace poco tiempo uno de esos imprescindibles hombres de terreno. Fue reclutado y formado por el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID), antecesor del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el gran servicio secreto español, para infiltrarse primero, en los años ochenta, en círculos de extrema izquierda y más tarde en comunidades islámicas. Acabó, finalmente, introduciéndose en las filas de la inteligencia marroquí en España.
El autor de este libro, que ha pedido permanecer en el anonimato, ha sido durante largos años y hasta hace poco tiempo uno de esos imprescindibles hombres de terreno. Fue reclutado y formado por el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID), antecesor del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el gran servicio secreto español, para infiltrarse primero, en los años ochenta, en círculos de extrema izquierda y más tarde en comunidades islámicas. Acabó, finalmente, introduciéndose en las filas de la inteligencia marroquí en España.
Así reza la introducción de un libro que ha
aumentado sus ventas bajo el anonimato de su autor y la historia escalofriante
que narra.
El relato, escrito en primera persona, cuenta la vida de un supuesto pequeño empresario dedicado, en realidad, a convivir con radicales islamistas, viajar con predicadores de una rama minoritaria del islam, pernoctar en oratorios musulmanes y codearse con agentes de la inteligencia marroquí en España para reportar después al CNI el resultado de sus indagaciones. Su trepidante narración desvela cómo actúan en España los servicios secretos del país vecino y arroja nueva luz sobre cuál es la labor del contraespionaje español en territorio nacional y cómo los servicios de información españoles intentan controlar los focos de radicalización islamista.
El libro va precedido de un largo prólogo en el que periodista Ignacio Cembrero desmenuza la labor de los servicios secretos marroquíes en España y en Europa. En él revela cuándo y por qué Marruecos interrumpió su cooperación en materia de seguridad, incluida la lucha antiterrorista, con España y con Francia.
El periodista Ignacio Cembrero, uno de los mejores especialistas en el Magreb durante los últimos 20 años y periodista de El País, fue fulminantemente apartado de su puesto sin explicaciones en enero de 2014. Este cese fue motivado por las protestas del Gobierno de Marruecos a causa de los artículos firmados por Cembrero. Los principales medios informativos internacionales se han hecho eco con asombro de la situación pero en España el silencio fue y sigue siendo absoluto.
Fuera de España, el primer ministro marroquí formuló en enero del mismo año una denuncia en la Audiencia Nacional contra El País y contra Cembrero por un artículo en su blog del diario en que reproducía un vídeo de los yihadistas de Al Qaeda contra Marruecos. Rabat les acusa de enaltecimiento del terrorismo. La única información de referencia a nivel nacional la dio la web del diario El Economista, relatando la decisión del periodista de dejar El País. De este modo, y como resaltan los medios, la causa del cese lo apuntan a una alta presión de Marruecos, bajo el gran asombro de la prensa internacional.
Entre otros motivos de disgusto para el rey Mohamed VI, Cembrero comentaba en sus crónicas temas ingratos para las autoridades del reino como que el rey pasaba pocas horas en su país o artículos de denuncia como el de los hechos ocurridos con dos jóvenes españoles de Melilla muertos a tiros por la Marina marroquí, recordaba.
El rotativo francés Liberation titulaba por entonces: “Frente al rey de Marruecos, El País abdica”. Y continuaba explicando su marcha: “Atacado por Rabat y abandonado por su dirección, el histórico reportero de diario español Ignacio Cembrero ha dimitido”.
Profundizando en una entrevista con el periódico "20Minutos", el que prologara dicho libro reconoce y explica la necesidad de reformar y proyectar un Islam azul y renovado, cortando el vínculo entre las comunidades musulmanas y los países árabes que las financian o a las que pertenecen y pedir explicaciones a Marruecos, pero también a los países del Golfo, con Arabia Saudí a la cabeza, que intentan tutelar las comunidades musulmanas en europa de acuerdo a un ideal de capital y armas. Recalcando en que "Ese islam europeo sería una forma de combatir los brotes yihadistas o terroristas en el seno de Europa y en tercer lugar sería una forma de integrarles. No se trata de cambiar la religión, sino de que haya un islam que comparta los valores europeos", apunta Cembrero.
De este modo, sigue mencionando el papel que ocupa Marruecos en estos temas, ya que utiliza dos grandes instrumentos de presión y moneda de cambio y castigo, que son la inmigración irregular, que pueden modular y la cooperación antiterrorista, que en España muchos consideran fundamental, sobre todo lo que concierne a Ceuta y Melilla, donde proporcionalmente son las ciudades españolas donde más operaciones antiterroristas se han desarrollado en la última década.
En un extracto del libro publicado por Infolibre, se destaca el trabajo de campo de dicho agente encubierto, narrando su infiltración en determinadas regiones clandestinas, como parte de su labor como informador de un servicio de inteligencia que opera y somete a sus peones a las tareas más difíciles en aras de proteger la seguridad nacional, y un estrecho colaborador con el régimen marroquí en sus más altas esferas, cuya infiltración en materia de yihadismo e inmigración deja más sospechas y complicidades dada la luz arrojada sobre el asunto y otras implicaciones del CNI con el gobierno marroquí.
La última pieza de este asunto, es el premio Eisenhower fellows al presidente ejecutivo de PRISA, Juan Luis Cebrián, otorgado en reconocimiento al "compromiso con la defensa y promoción de la libertad de expresión y prensa", tras la dimisión de dicho periodista, arrojando de esta forma una reflexión de incertidumbre y silencio al caso tras la presión del rey de Marruecos.