Por R, D/Canarias- Semanal/ECS
En el
silencio que pertinazmente se está manteniendo estos días en torno al infame
papel jugado por el ex monarca Juan Carlos de Borbón en aquellas tremendas
circunstancias, no sólo tratan de ocultar ahora la auténtica versión histórica
de lo que realmente sucedió hace ya casi 40 años, sino que a través de esa "discreción
mediática" que está tratando de cercar el conocimiento público de las
responsabilidades de la monarquía, se está pretendiendo además la
rehabilitación de la institución heredera de la dictadura, que se encontraba en
franco declive ante la consideración de la ciudadanía.
Como hemos
venido informado en el curso de las últimas horas, la Agencia Central de
Inteligencia de los Estados Unidos (CIA), procedió a la desclasificación
de los archivos secretos que relatan con lujo de detalles cómo fue
realmente la ocupación marroquí de la colonia española en el Sahara
Occidental.
Según revelan
tales documentos de la CIA, hoy en acceso abierto a todos aquellos
investigadores que deseen consultarlos, el entonces “Príncipe de España",
Juan Carlos de Borbón, que ejercía interinamente la Jefatura del Estado español
por la enfermedad del dictador Francisco Franco, fue el encargado de urdir
todas las maniobras y acuerdos internacionales que iban a conducir de manera
inevitable a la ocupación del Sahara Occidental por parte del Ejército de la
Monarquía feudal marroquí.
Pese a la envergadura, desde el punto de vista mediático, que poseen las citadas revelaciones de la Inteligencia norteamericana, la prensa española, sus comentaristas y los líderes políticos han mantenido un hermético silencio en relación con el tema.
Con el silencio que se mantiene en torno al infame papel jugado por
el ex monarca en aquellas tremendas circunstancias, no sólo tratan de ocultar
ahora lo que realmente sucedió históricamente hace ya casi 40 años. Sino que,
además, a través de esa "discreción mediática" con la que
se trata de cercar el conocimiento público de las
responsabilidades de la Monarquía, se pretende la "rehabilitación"
de la institución heredera de la dictadura, que se encontraba en franco
declive ante la consideración general de la ciudadanía a consecuencia del
tsunami de escándalos protagonizados por su titular.
¿Cuál es la
razón de este coincidente y unánime "concierto" entre los integrantes
del conjunto de la variada fauna política de nuestro país? ¿Ante qué Intereses
puntuales de este momento están respondiendo?
No obstante, muy difícil va a ser ponerle puertas al campo en relación con este
affaire. En el transcurso de los próximos días y semanas se producirán, sin
duda, nuevas aportaciones sobre aquellos luctuosos acontecimientos que
contribuirán a ampliar el caudal de la información al respecto.
El Sáhara Occidental es un tema de descolonización que no sólo afecta
a la región del Magreb. Hay muchos países pendientes de cuanto sucede
en este conflicto por los daños colaterales que puede suponer.
La Agencia Central de Inteligencia americana compartió varias fotos
de soldados saharauis lanzando misiles y otros marroquíes capturados por las
fuerzas saharauis.
La decisión de la Agencia Central de Inteligencia
estadounidense, CIA, de abrir el acceso a más de 10 millones de páginas de
más de 900.000 documentos desclasificados permite conocer lo que sucedió
exactamente a partir de marzo de 1979.
La agencia de inteligencia americana revela que Marruecos estaba perdiendo
la guerra contra el Frente Polisario. Según el documento, Marruecos estaba
perdiendo la batalla hasta que países europeos y árabes intervinieron para
ayudar a la dictadura de Hassan II.
''La anexión del Sáhara Occidental por Marruecos en 1975 fue por la fuerza y
desembocó en una guerra'‘, según los documentos
desclasificados. En la guerra del Sáhara, que estuvo muy disputada entre
el Frente Polisario y Marruecos, fue determinante la ayuda que
recibieron los marroquíes por parte de Estados Unidos, Francia, España y
Arabía Saudí gracias a las relaciones deHassan II con Henry Kissinger,
entonces consejero de Seguridad Nacional de EEUU y con los Saud
de Arabía Saudí.
CÓMO FUE LA
VENTA DEL SAHARA DIA POR DIA
El
21 de agosto de 1975, el Departamento de Estado norteamericano da luz
verde a un proyecto estratégico secreto de la CIA, financiado por Arabia
Saudí, para arrebatar la antigua provincia del Sahara (270.000 Kms
cuadrados) a España. Un territorio vital desde el punto geoestratégico, rico en
fosfatos, hierro, petróleo y gas, que EE. UU no está dispuesto a dejar en manos
de España dada la situación en que se encuentra el régimen de Franco.
El plan consiste en invadir la
zona mediante una
marcha de unos 300.000 ciudadanos marroquíes (Marcha
Verde), que se harían pasar por antiguos habitantes de la zona.
El 6 de
octubre de 1975, los servicios de Inteligencia del Ejército español
informan a Franco, ya muy enfermo, de los planes de EE. UU en relación con el
Sáhara Occidental y le piden que actúe en consecuencia.
El 16 de
octubre de 1975, la Marcha Verde es anunciada por Hasan II, al
mismo tiempo que el Tribunal Internacional de Justicia de la
ONU rechaza las pretensiones de Marruecos sobre ese territorio. Hassan II
declara sin vergüenza ninguna:
''Tenemos
que iniciar una marcha verde desde el Norte de Marruecos hacia el Sur y del
Este al Oeste. Tenemos, querido pueblo, que levantarnos como un solo hombre,
con orden y organización para dirigirnos al Sahara y encontrarnos con nuestros
hermanos allí.'
El
21 de octubre de 1975, el príncipe Juan Carlos de Borbón, heredero del
dictador, se niega a aceptar la jefatura del Estado con carácter interino.
Quiere plenos poderes para poder actuar en el Sáhara Occidental.
El
22 de octubre de 1975, el presidente del Gobierno español, Arias Navarro, con
conocimiento de Franco, manda al ministro José Solís a Rabat para tratar de
parar el órdago marroquí prometiendo negociaciones sobre el tema en cuanto la
situación del dictador mejore.
El
26 de octubre de 1975, da comienzo la Marcha Verdeen territorio marroquí.
Toda la planificación operativa y la organización logística del plan ha corrido
a cargo de técnicos norteamericanos.
El 31 de octubre de 1975, Juan Carlos de Borbón se hace cargo de la
jefatura del Estado español. Mostrándose muy preocupado por la situación en
el Sahara, pues tiene muy presente el caso portugués. No
quiere que la situación le desborde.
Finalmente, el monarca español asumió oficialmente la Jefatura de
Estado el 31 de octubre después de negarse a hacerlo una semana antes. Ese
mismo día convocó un Consejo de Ministros y se puso manos a la
obra.
Sus contactos
con su homólogo marroquí fueron constantes. Hasta entonces, según
transmitió Stabler, "el Gobierno seguía vacilante “ante
la falta de liderazgo y, sobre todo, el aumento de las presiones marroquíes.
Rabat envió el primer grupo de "marchadores verdes" al Sáhara el
30 de octubre, y no el 6 de noviembre, fecha oficial del inicio de la Marcha
Verde, para bloquear una posible intervención de Argelia contra la invasión.
El
31 de octubre de 1975, el príncipe
preside un Consejo de Ministros en La Zarzuela.
Cuestión
prioritaria: el Sahara. Juan Carlos manifiesta su férrea
determinación de ponerse al frente de la situación. Sin embargo, no les dice a
los reunidos que él ya ha enviado a su hombre de confianza, Manuel Prado y
Colón de Carvajal, a Washington, para solicitar la
ayuda de Henry Kissinger. Es consciente de que una guerra colonial con
Marruecos en aquellos momentos podría precipitar los acontecimientos al estilo
de lo acaecido en Portugal y que podría perder su corona antes de ceñirla.
El Secretario de Estado norteamericano acepta la mediación solicitada
por el nuevo jefe del Estado español, intercede ante Hassan II y en las
siguientes horas se firma un pacto secreto por el que Juan Carlos se compromete
a entregar el Sahara español a Marruecos a cambio del total apoyo político
americano en su próxima andadura como rey de España.
El
2 de noviembre de 1975, Juan Carlos de Borbón visita las tropas españolas
en El Aaiún en un viaje sorpresa. Está en tratos secretos con los
americanos para la entrega del territorio, pero no tiene ningún reparo en
aparentar con los militares (a los que traicionará en las siguientes horas
igual que al pueblo español, a los saharauis y a la propia ONU). En este
centro, en el curso de una bien regada amistad con los militares, hasta se
permite decirles a los oficiales de las tropas allí destacadas:
“España no
dará un paso atrás, cumplirá todos sus compromisos, respetará el derecho de los
saharauis a ser libres” y también, dice “No dudéis que vuestro comandante
en jefe estará aquí, con todos vosotros, en cuanto suene el primer disparo”.
El
6 de noviembre de 1975, la Marcha Verde invade la antigua
provincia africana española.
En virtud del
pacto secreto (alta traición) entreKissinger, Hassan II y el traidor nuevo
jefe del Estado español. Los campos de minas de la frontera han sido levantados
y los legionarios españoles prudentemente retirados. España hasta se permite la
desvergüenza de enviar al ministro de la Presidencia para que gire una visita
de cortesía a los campamentos marroquíes de la Marcha Verde.
La ONU,
incómoda y sin saber qué sucede, urge a Hassan II a retirarse y a respetar la
legalidad internacional. Mientras España mira hacia otro lado porque bastante
tiene el principe con asegurar su corona y el monarca alauí no hace el menor
caso.
El 9 de noviembre de 1975, Hassan II da por alcanzados todos sus objetivos
en el Sahara y en espera de las conversaciones de Madrid, retira los
campamentos de la Marcha Verde a Tarfaya. Argelia protesta y retira su
embajador en Rabat. Los saharauis, traicionados por España, se aferran a la
lucha armada.
El
12 de noviembre de 1975, comienza la Conferencia de Madrid entre España,
Marruecos y Mauritania, dirigida y controlada por EE.UU en la
sombra.
El
14 de noviembre de 1975 se produce la famosa Declaración de
Madrid sobre el Sahara (acuerdos tripartito de Madrid). Por
ella se entrega a Marruecos toda la parte norte de la antigua provincia
española:
200.000 Kms cuadrados de gran importancia geoestratégica, muy ricos en toda
clase de minerales, gas y petróleo (descubierto por petrolíferas
norteamericanas y en reserva estratégica). A Mauritania (que los abandonará
enseguida en beneficio de su poderoso vecino del norte) se le transfieren
70.000 Kms cuadrados del sur, los más pobres e improductivos.
Las
Cortes y el pueblo español no saben nada del asunto. Todo se ha
tejido entre bastidores, con la CIA, el departamento de Estado
norteamericano y los servicios secretos marroquíes como maestros de una ceremonia
bochornosa en la que el príncipe Juan Carlos ha movido sus hilos a través de
sus hombres de confianza: Armada, Mondéjar y Torcuato Fernández Miranda.
Mientras, el Gobierno del entonces anonadado Arias Navarro, con Franco moribundo
y su porvenir político acechando, se limitó a ejercer de convidado en la mayor
vergüenza política y militar de España en toda su historia. Porque,
efectivamente, este país nunca jamás había traicionado de una forma tan
perversa a sus propios ciudadanos (los saharauis lo eran en 1975), se había
humillado de tal manera ante un país más débil, pactando en secreto su
rendición, y abandonado cobardemente el campo de batalla sin pegar un solo tiro
y después entregando a su enemigo acuartelamientos y armas.