Los
investigadores han comprobado que el consumo de aceite de fritura
empeoró el cáncer de colon y la colitis en investigaciones con
ratones.
Por primera
vez, los científicos de alimentos de la Universidad de Massachusetts Amherst
(UMass Amherst) se propusieron examinar el impacto del consumo de aceite para
freír sobre la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y el cáncer de colon,
utilizando modelos animales.
En su
artículo publicado en el 'Cancer Prevention Research', el autor principal y
estudiante Jianan Zhang, el profesor asociado Guodong Zhang y el profesor y
jefe de departamento Eric Decker demostraron que el suministro de aceite para
freír a los ratones exageraba la inflamación del colon, aumentaba el crecimiento
tumoral y empeoraba la filtración intestinal, diseminando bacterias o
productos bacterianos tóxicos en el torrente sanguíneo.
"Las
personas con inflamación del colon o cáncer de colon deben estar al tanto de
esta investigación", dice Jianan Zhang.
Guodong
Zhang, cuyo laboratorio de ciencias de los alimentos se centra en el
descubrimiento de nuevos objetivos celulares en el tratamiento del cáncer de
colon y cómo reducir los riesgos de EII, enfatiza que "no es nuestro
mensaje que freír el aceite puede causar cáncer".
Los alimentos
fritos en aceite vegetal son populares en todo el mundo, pero la investigación
sobre los efectos para la salud de esta técnica de cocina no ha sido
concluyente y se ha centrado en personas sanas.
Por el
contrario, la nueva investigación sugiere que comer alimentos fritos puede
exacerbar y mejorar las condiciones del colon. "En los Estados Unidos,
muchas personas tienen estas enfermedades, pero muchas de ellas aún pueden
comer comida rápida y comida frita --señala Guodong Zhang--. Si alguien tiene
EII o cáncer de colon y come este tipo de alimentos, existe la
posibilidad de que haga que las enfermedades sean más agresivas".
Para sus
experimentos, los investigadores utilizaron una muestra de aceite de canola, en
la que un falafel se había cocinado a 160 grados en una freidora comercial
estándar en un restaurante en Amherst, Massachusetts. "El aceite de canola
se usa ampliamente en Estados Unidos para freír", dice Jianan Zhang.
Decker, un
experto en química de lípidos, realizó el análisis del aceite, que sufre una
serie de reacciones químicas durante el proceso de fritura. Caracterizó los
perfiles de ácidos grasos, el nivel de ácidos grasos libres y el estado de
oxidación.
Se añadió una
combinación de aceite para freír y aceite fresco a la dieta en
polvo de un grupo de ratones. El grupo de control recibió la dieta en polvo con
solo aceite fresco mezclado. "Tratamos de imitar la dieta del ser
humano", apunta Guodong Zhang.
Con el apoyo
de subvenciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, los
investigadores analizaron los efectos de las dietas sobre la inflamación del
colon, el crecimiento del tumor de colon y la fuga intestinal, y descubrieron
que la dieta del aceite para freír empeoraba todas las condiciones. "Los
tumores duplicaron su tamaño del grupo de control al grupo de estudio",
dice Guodong Zhang.
Para probar
su hipótesis de que la oxidación de los ácidos grasos poliinsaturados, que
ocurre cuando el aceite se calienta, es instrumental en los efectos inflamatorios,
los investigadores aislaron los compuestos polares del aceite para freír y los
alimentaron a los ratones.
Los
resultados fueron "muy similares" a los del experimento en el que los
ratones fueron alimentados con aceite para freír, lo que sugiere que los
compuestos polares median los efectos inflamatorios.
Si bien se
necesita más investigación, los investigadores esperan que una mejor
comprensión de los impactos en la salud del aceite para freír conduzca
a pautas dietéticas y políticas de salud pública.
"Para
las personas con o con tendencia a la enfermedad inflamatoria intestinal
--sugiere Guodong Zhang--, probablemente sea una buena idea comer menos
alimentos fritos".
Fuente:Econoticias.com