Los seres
humanos tendrían poca dificultad en llegar a la superficie de la Luna con la
tecnología actual, pero es caro, a veces incluso imposible, llevar todos los materiales
que necesitamos, especialmente si queremos quedarnos más de un par de días.
Para
una exploración sostenible a largo plazo, deberíamos recurrir
a los recursos locales disponibles en el destino. Como parte de este esfuerzo,
el departamento Discovery & Preparation de la ESA recientemente apoyó a los
expertos aeroespaciales Azimut Space (anteriormente Sonaca Space) para
investigar si sería posible crear "ladrillos de almacenamiento de
calor" a partir del regolito lunar.
En el
espacio, la energía suele venir a través de paneles solares que proporcionan
electricidad casi instantánea cuando el Sol brilla sobre ellos. Pero los
habitantes de la Luna podrían esperar pasar hasta 16 días en la oscuridad
durante la noche lunar.
Encontrar una
solución de energía sostenible que recoja la luz solar durante los largos días
lunares y la almacene para su uso en la noche es esencial para hacer realidad
la perspectiva de la habitabilidad lunar a largo plazo.
Los ladrillos
de regolito ofrecen una forma de almacenar la energía solar durante el
día para que la electricidad pueda producirse durante la noche; esto sería
vital para cualquier humano que viva y trabaje en la Luna. El calor almacenado
también podría liberarse directamente para mantener el equipo robótico lo suficientemente
caliente como para funcionar durante las largas horas de oscuridad.
El regolito
lunar (polvo, suelo y roca en la superficie) puede usarse, en forma de
ladrillos, para almacenar calor y proporcionar electricidad a futuros
asentamientos humanos en la Luna.
"Los
astronautas de Apolo trajeron pequeñas cantidades de roca lunar, lo que nos
permite crear un regolito lunar 'falso' muy similar aquí en la Tierra",
explica en un comunicado Aidan Cowley de la Dirección de vuelos espaciales
humanos y robótica de la ESA, que supervisó el proyecto.
"En este
estudio, usamos la roca de la Tierra con propiedades similares a la roca de la
Luna, triturada en polvo hasta que las partículas coincidieron con el tamaño de
las del regolito lunar".
Después de
convertir este polvo en un ladrillo, el equipo bombeó energía en su regolito
lunar de imitación para ver lo bien que podía almacenar el calor. También lo
conectaron a un motor térmico para generar electricidad utilizando la energía
almacenada en su interior.
"Cualquier
tecnología basada en la Luna enfrentaría condiciones increíblemente difíciles:
noches largas, temperaturas que van desde -173 ° C a 127 ° C y presiones
extremadamente bajas", explica la Gerente de Proyecto Luca Celotti de
Azimut Space. "Imitamos estas condiciones lo mejor que pudimos para crear
un entorno 'como la Luna' para nuestro ladrillo".
"El uso
del regolito lunar para almacenar calor en la Luna nos proporcionaría una gran
cantidad de material fácilmente disponible, lo que significa que los
viajeros espaciales no necesitarían tomar mucho de la Tierra.
Eventualmente, esto permitirá que las misiones espaciales más ambiciosas sigan
adelante".
Como el
regolito de imitación funcionó bien, el equipo siguiente querría hacer el
proceso más eficiente y ampliarlo para investigar más a fondo si los bloques de
regolito serían capaces de producir la energía que se requeriría.
"Este es
solo el primer paso hacia la creación de un método innovador y
sostenible de almacenamiento de calor y generación de electricidad que
nos permita aterrizar en la Luna", concluye Luca.
El uso de
materiales locales nos ayuda a avanzar hacia una exploración sostenible y
permanente, dando lugar a un acceso al espacio más barato, más seguro y más
fácil. Y el regolito lunar no solo sería útil para el almacenamiento de calor y
la generación de electricidad.
Este
material, abundante en la Luna, también podría usarse para construir
hábitats futuros, como fuente de oxígeno o minerales, e incluso para hacer
objetos cotidianos, como herramientas.
Fuente:Econoticias.com