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19 julio, 2019

El drama de María Luisa Gotto, la venezolana expulsada de Chile


Tomado de El Carabobeño

María Luisa Gotto Salinas es una periodista egresada de la Universidad Central de Venezuela, tiene 73 años y dos hijas de su misma nacionalidad: Patricia, reconocida esgrimista en su país natal; y Fedora, ingeniera que vive en Chile desde abril de 2015 y cuenta con residencia definitiva desde junio de 2017. María Luisa, además, es separada: hace muchos años cortó su vínculo con Policarpo Contreras, destacado pintor venezolano, reseñó el portal chvnoticias.cl.
Esta podría ser una nota bibliográfica más, pero cobra relevancia porque es la historia de una madre y su hija separadas en el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez de Santiago.
Luisa llegó a la capital chilena en noviembre de 2016. Ese mes se instaló en el hogar de su hija, ubicado en la comuna de Ñuñoa, con la esperanza de una vida mejor, lejos de los problemas políticos, económicos y humanitarios por los que pasa su patria. Una esperanza que, desde la mañana del sábado 6 de julio, ha comenzado a frustrarse.
Ni un rasgo de humanidad
El 11 de abril de este año, Gotto Salinas viajó rumbo a Europa para visitar a su hija Patricia, que vive en Francia. Tras casi tres meses retornó desde España. A las 8:30 de la mañana del pasado sábado aterrizó en el Aeropuerto de Santiago, conocido por su código SCL.

Al desembarcar y pasar por Migración, la funcionaria miró sus documentos y le pareció que debía consultar a la Policía de Investigaciones (PDI). Tras ello, el horror: efectivos de la misma PDI le negaron el acceso al país.
“El funcionario de más alto nivel, sin siquiera mirarme, sino a viva voz desde donde estaba, le dijo a la joven: ‘¡Esa señora no entra a Chile!’. Yo me quedé viendonunca supe la razón por la que me impedían la entrada, relató Luisa en uno de los tres videos que grabó para denunciar el hecho.
En un segundo registro, la mujer explica que no le han aprobado la residencia definitiva porque “extranjería no ha arrojado todavía un resultado, pero mis papeles fueron introducidos a tiempo”.

En este último punto, recuerda que Chile adscribe a un plan de Reunificación Familiar que se extendió a los venezolanos. En el caso de ellas, acusa, ha ocurrido justamente lo contrario: la disolución de la familia.
En la tercera grabación, registrada por un testigo en el aeropuerto, Luisa relata que posee documentos notariados que demuestran que es dependiente de su hija Fedora, que tiene permanencia definitiva. Además, tiene prestaciones médicas de Fonasa ya que es “hipertensa cardíaca y con asma severa”.
Gotto Salinas denuncia que los funcionarios de la PDI la trataron muy mal: la intentaron subir de inmediato a un avión sin darle opción de comunicarse con su familia y le negaron atención médica luego que le subiera le presión producto del estrés vivido. Cuando pregunté por médico me dijeron que en Chile no hay de eso. Yo tenía los pies muy hinchados y me sentía mal”, comentó, añadiendo que ni siquiera le dieron agua cuando les pidió.
“No he encontrado ni un rasgo de humanidad en estos funcionarios del PDI”, reclama.
La odisea de Fedora
CHV Noticias contactó a la mujer venezolana para escarbar más detalles de la terrible jornada que vivió. Tras impedirle ingresar al país, quedó bajo vigilancia sin posibilidad de comer algo. Recién a las seis de la tarde, la gente de Copa Airlines -encargados de llevarla a Venezuela- le dieron un ticket para comer: “fui a cobrarlo, pero en el restaurante vieron que estaba vencido. Los trabajadores del local se apiadaron y me dijeron ‘señora, nosotros invitamos’. No había comido desde las 8 de la mañana”.
En paralelo a la pesadilla de Luisa, Fedora también se encontraba en el aeropuerto. “Recibí un llamado de mi hermana, desde Francia, que me dijo que a mi mamá no la dejaban entrar a Chile”, relató a nuestro medio.
Tras la alarma, la ingeniera fue directo a buscarla a la PDI, donde le dijeron que la habían entregado a la aerolínea Iberia para ser devuelta a España, pero en Iberia aseguraban que fue trasladada a Copa, donde le comentaron que sería enviada a Caracas. Todo eso sin saber ningún dato del vuelo ni cuándo ocurriría el viaje.
Desesperada, regresó a Policía de Investigaciones donde un empático funcionario le explicó que el retorno a Caracas ocurría porque en Extranjería aún no aprobaban la residencia de su madre. Allí solicitó que mantuvieran a su madre en tránsito al menos hasta el lunes para gestionar con quien fuese necesario la entrada de Luisa, pero no tuvo éxito.
“El efectivo me recomendó ir a Migración para hablar de los documentos. Lo hice y me dijeron que todos los documentos estaban ‘recepcionados’ en el sistema, que no podían hacer más y que fuera a la PDI porque tienen más información.Corrí de nuevo a hablar con ellos”, cuenta Fedora.
Fedora volvió a hablar con la policía en el aeropuerto, pero esta vez, la tercera, fue la peor de todas. “Esperé más de 35 minutos a que el jefe de la PDI saliera; su apellido era Donoso, no me dijo el nombre. Preguntó por ‘el familiar’ de mi madre y le dije que era yo. Él me levantó la voz y gritó que yo no tenía capacidad de entendimiento, que le había hecho perder tiempo a los funcionarios y que yo era irrespetuosa de la ley chilena por no acatar lo que ellos me habían dicho. Terminó con que esperaba que no insistiera una cuarta vez o él tomaría acciones”, recuerda con impotencia.
Vuelta a Venezuela
Los papeles de Luisa para establecer su residencia definitiva en Chile fueron enviados el 5 de enero de este año a Extranjería, antes del vencimiento de su visa temporaria. “Estábamos cumpliendo con la ley. La web de Extranjería dice quetienen 45 días para dar una respuesta, pero por la alta demanda de trámites, a la fecha no ha avanzado el procedimiento y eso escapa de nuestras manos”, explicó Fedora.
“Ya no me da frío, sé vestirme por capas, vivo en Ñuñoa, pago la luz, el agua, soy una chilena más”,comentó la mujer que detalló de todas las formas posibles que su madre también es parte de esa vida.
De todos modos, y tras soportar una jornada completa retenida y humillada en el aeropuerto, el vuelo 174 de Copa Airlines la devolvió a Venezuela a las 2:13 de la madrugada del domingo 7 de julio.
La respuesta de la PDI
Mediante un correo electrónico, CHV Noticias se contactó con la Policía de Investigaciones exponiéndole el caso y adjuntando los tres videos, el comprobante de envío de los documentos para su residencia definitiva en Chile, una copia del carnet de identidad chileno que le quitaron en el aeropuerto,un registro ante notario de la residencia de Luisa con su hija y una captura de pantalla de Extranjería que menciona la recepción de documentos en esa entidad.
La respuesta de la PDI detalla textual:
“Respecto al caso planteado, informamos que a la señora María Luisa Gotto se le permitió el ingreso a nuestro país por razones humanitarias, el mismo día de su arribo al territorio nacional desde España, proceso que fue observado por personal del Instituto Nacional de DD.HH. Cabe señalar, que a la señora Gotto, en una primera instancia se le impidió la entrada a nuestro país por no contar con el nuevo visado requerido para los ciudadanos venezolanos, esto de acuerdo a las instrucciones emanadas del Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior. En este contexto, a la fecha, la PDI no ha recibido ningún reclamo formal sobre la situación denunciada ante este medio de comunicación”.
El correo dice que se aceptó el ingreso de Luisa, no obstante, ella volvió a Venezuela en el mencionado vuelo de Copa Airlines. Éste tuvo por ruta SCL (Santiago), PTY (Panamá City) y por último CCS (Caracas). En el trayecto, además, le perdieron el equipaje.
Lee el trabajo completo en chvnoticias.cl

Nota de la redacción de ETD. María Luisa Gotto es una periodista que hizo en Carabobo casi toda su carrera profesional, de hecho, es jubilada de nuestra alma mater , ha estado vinculada, por años ,al mundo de la cultura y es muy apreciada entre los comunicadores sociales. Vaya a ella nuestra solidaridad.