La pareja
tiene otros cinco hijos más; menores no estaban vacunados ni asistían a ningún
centro educativo en el país, informó Ministerio de Salud.
La oficina
del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) en Cóbano, Puntarenas, intervendrá
en la familia estadounidense con cuatro hijos sospechosos de tener sarampión.
Los padres de
estos menores, quienes tienen otros cinco niños más, no los tenían vacunados y
tampoco los inscribieron en algún centro educativo del país.
La familia de
once miembros está en aislamiento estricto en Cabuya de Cóbano, donde residen,
para impedir que contagien a otras personas de su comunidad.
La
intervención de ese núcleo familiar la confirmó la oficina de prensa del PANI,
que justifica la medida en el deber de garantizar el derecho a la salud y a la
educación, entre otras situaciones de vulnerabilidad a las que están expuestos
estos nueve niños.
La presidenta
ejecutiva del PANI, Patricia Vega, confirmó que un equipo del Patronato
visitará a estas personas este jueves. Deben entregar un informe con los
resultados de esa visita un día después.
“Ya nos hemos
pronunciado sobre nuestra potestad de obligar a que los niños sean vacunados.
En este caso, lo que ordenamos fue que la oficina local iniciara un proceso
especial de protección, lo cual significa que el PANI visitará a la familia
para valorar si hay alguna violación de los derechos a los niños; en este caso,
salud y educación”, dijo Vega.
Se ha vuelto
frecuente que el Patronato intervenga en situaciones como esta. El año pasado,
contó la funcionaria, fueron llamados por el Hospital México ante la negativa
de una pareja de italianos de vacunar a su bebé recién nacido. El niño,
finalmente, fue vacunado con intervención del PANI.
Según informó
el Ministerio de Salud, cuatro niños, entre los tres y diez años, hijos de una pareja
estadounidense residente en Cabuya de Cóbano, en Puntarenas, son los nuevos
casos sospechosos de sarampión.
De
confirmarse la infección del virus, serían los primeros casos autóctonos en
Costa Rica desde el 2006, cuando se registró el último enfermo.
Estos menores
pudieron haberse infectado con el virus al tener contacto con una ciudadana
estadounidense que los visitó. Esta mujer abandonó el país el 12 de marzo luego
de presentar los síntomas característicos de la enfermedad.
“Los niños
fueron atendidos en la Clínica de Cóbano de la Caja Costarricense de Seguro
Social (CCSS), presentan fiebre desde el pasado 15 de marzo y brotes en la piel
desde el 18 del mismo mes. Los casos se consideran como altamente sospechosos
por su presentación clínica”, informó el Ministerio de Salud en un boletín de
prensa.
Se enviaron
muestras al Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y
Salud (Inciensa) para confirmar el diagnóstico, que podría estar listo entre
hoy y mañana, informó el ministro de Salud, Daniel Salas Peraza.
También se
está haciendo investigación de campo para localizar a posibles contactos en la
comunidad donde vive esta familia.
Estos
enfermos no tienen ninguna relación con los primeros casos importados que se
registraron en el país: tres franceses que llegaron a Santa Teresa de Cóbano de
vacaciones, en febrero.
Esta familia
francesa, que ingresó al país el 18 de febrero y salió el 6 de marzo,
permaneció hospitalizada una semana en el hospital de Puntarenas. El cerco
epidemiológico que realizaron los equipos de salud impidió que aparecieran
otras personas contagiadas.