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03 diciembre, 2018

Tampoco en El Roble llega la gestión de Miguel Burgos.


Por: Ing. Eduar Yépez*

Mientras el alcalde Miguel Burgos concentra esfuerzos y recursos del municipio en una rampa de salida hacia Guacara, innecesaria por lo demás, el resto del municipio languidece por su desatención. Aún el puente de Samán Mocho espera por su culminación y sectores de El Roble lucen olvidados por su gestión.
El sector “Villas de mi Pueblo” tiene sus calles sin aceras ni asfaltado, obligando a sus habitantes a “chapalear barro” cuando llueve. El alumbrado es inexistente y el tendido eléctrico precario, el gas es otro bien que escasea, para colmo de males, el programa conjunto de MinComunas, Estado Mayor de la Vivienda y la Alcaldía de Los Guayos de sustitución de “rancho por vivienda”  que en abril del próximo año cumplirá 5 años, hizo que beneficiarios de Vivienda Base, Esmeralda 1 y Villas de Mi Pueblo derribaran sus ranchos como requisito previo y únicamente se les construyó la losa, algunos volvieron a construir ranchos sobre las losas, pero otros viven “arrimados” esperando por la culminación, sin embargo, pese a las gestiones que ante la Alcaldía y en Caracas han realizado los afectados, ni la anterior gestión municipal ni la actual y ni los concejales han procurado la continuidad ni dan explicación del destino de los recursos asignados.

En La Alegría la desidia municipal también es lo único que se percibe. El canal que bordea la comunidad requiere de dragado y desmalezamiento, pero, las cuadrillas de Miguel Burgos solo limpian la Av Bolívar, muchas casas ya tienen paredes y pisos agrietados por el agua retenida, el Consultorio de Barrio Adentro de “La Alegría” está justo al frente del canal de aguas de cloacas estancadas. Al igual que en el resto del municipio, las cloacas están colapsadas y corren por las calles, acá tampoco llega el gas hace más de 1 año y la gente debe cocinar en fogones de leña, por lo que las enfermedades respiratorias afectan a algunos y agravan la condición de asmáticos.
El alumbrado es inexistente, ya hay “nidos de pájaros” donde debería haber bombillos y la oscuridad cómplice de la inseguridad facilita el robo de cables que los incomunica y aísla.
La negligencia municipal requiere una Cámara Municipal que exija al alcalde y sus directores el cumplimiento de sus atribuciones, los concejales están ahí para respaldar al pueblo, no para complacer los deseos del mandatario de turno, por ello, este 9 de diciembre los invitamos a un cambio, a sustituir a quienes hoy por su ineptitud contribuyen al deterioro de Los Guayos.
*Candidato a Concejal por El Cambio, Copei, MAS, Movev, AP