La carta de renuncia.
Ciudadano
Presidente y
demás miembros de la
Dirección
Ejecutiva Federal de
Un Nuevo
Tiempo
Su Despacho.
-
Me dirijo a
ustedes en la oportunidad de presentar formal renuncia a mi militancia en la
organización política Un Nuevo Tiempo (UNT).
Durante los
años que permanecí en el partido traté de contribuir a la construcción de una sólida
organización democrática, de consulta e inclusión, en la que se reconociera el
trabajo de cada miembro que se dedicó desde su espacio a levantarlo.
Lamentablemente, la ausencia de democracia interna, la carencia de debate
político, la falta de consulta en la toma de decisiones y la consecuente
imposición de las mismas, acabaron con todo el esfuerzo realizado.
Amigos,
compañeros, bien les consta las veces que levanté la voz y con gran pesar debo decir
que no fue escuchado mi grito.
Fueron incontables los llamados a la reflexión
de nuestra parte y lastimosamente no hubo jamás ningún cambio en el proceso de
toma de decisiones.
Hace ya mucho
tiempo los sueños que nos unieron en UNT dejaron de ser comunes. A riesgo de
ser impertinente, ya que no me corresponde desde ahora, hago de nuevo un llamado
a esa necesaria reflexión.
Desde los
espacios que me gané con esfuerzo, trabajo y tesón, siempre quise sumar para UNT.
Resulta doloroso constatar que ello no siempre fue percibido positivamente por el
partido.
Hoy me
corresponde a mi abandonar las filas de UNT. Durante estos años fueron muchos los
amigos y las amigas que despedí debido a sus renuncias, pero desde las
instancias de dirección la respuesta siempre fue la misma: la culpa era de
quien se iba. Cuando los miembros tanto de la dirigencia como de la militancia
de un partido abandonan sus filas, se impone la obligación de reflexionar, de
mejorar. Ojalá mi salida sirva para ello.
A mis
antiguos compañeros les digo que pueden seguir contando conmigo en las
instancias de la unidad, donde nos encontraremos, ahora desde distintos
espacios, pero siempre dentro de la unión.
Mis
verdaderos adversarios son quienes han destruido y hambreado al país, quienes encarcelan
y matan a la disidencia. Es a ellos, a los tiranos del régimen a quienes
debemos enfrentar con firmeza y sin titubeos.
Para
concluir, quiero expresar a los militantes que aún quedan en Un Nuevo Tiempo,
mi afecto y reconocimiento a su trabajo y a su entrega. Ojalá logren ser
escuchados. Me voy convencida de que seré más útil al país y a cada ciudadano,
desde el nuevo espacio que, junto a centenares de hombres y mujeres vamos a
construir. Y reitero, sigo en la unidad, haciendo oposición firme, como
siempre, a la tiranía de Maduro y sus cómplices. Espero podamos encontrarnos en
esa lucha.
Saludos respetuosos,
Delsa Solórzano