Por
JESÚS FRANCISCO GÓMEZ*
Te confieso mi vale que estoy al final de
algo y a punto de arrojar la toalla en estos días de desesperanza…, después del
veinte de mayo en donde la MUD llamó a la abstención sin tener un plan B, aquí,
en esta “Tierra de Gracia” como la llamó Cristóbal Colón al verla por primera
vez, no sin antes bautizar al golfo como Paria, por allá en agosto de 1498 por
los lados de Macuro, en su tercer viaje; según cuentan los viejos libros de
historia hasta acá. Y que hoy, nuestra “Tierra de Gracia”, varios siglos
después, está sumergida en una verdadera desgracia; de donde buena parte de los
hijos de este suelo patrio la abandonan, huyendo del holocausto a que la ha
sometido el régimen de arbitrariedad, pillaje y caos que tenemos por modelo
político en Venezuela…
De verdad, chico, hay veces... ¡Qué no sé qué hacer! Me agobian un sentir de
tristeza y de arrechera por "los atropellos" que cometen a diario
contra ti, contra él, contra ella, contra mí, en fin contra todos nosotros. En
la que hemos dejado de ser ciudadano de ésta república y pasamos a ser, ¡los
que vamos quedando en el país!, simplemente pisatarios de la misma tierra; todo
culpa de la burocracia corrupta que está al servicio de la satrapía del
energúmeno de Miraflores…, régimen en donde no tienen respeto por ningún tipo
de valor humano… Amigo mío, te digo que
a la falta de Insumos para la salud y alimentos,
te enteras que a nuestro alrededor mueren por decenas los desnutridos recién
nacidos; mueren las parturientas en el piso
frío de algún improvisado centro de atención médica; mueren los ancianos que ya
en vida son esqueletos ambulantes por falta de asistencia médica y social; mueren
mujeres y hombres jóvenes, los cuales no consiguen como subsistir y, si no es
la enfermedad del hambre que los mata, entonces es la bala o la cuchillada del revolucionario
hampón y criminal, que les arrebata la vida por un mendrugo de pan y que, aun
con resuello, van a parar a los insalubres hospitales…
Es una gran matanza propiciada por el régimen genocida de Maduro,
quienes niegan al mundo que tal crisis humanitaria exista en la nación. Ellos saben
que, antes de la llegada del chavismo a suelo venezolano, había comida por
coñazo y que ahora hay coñazo por comida en las largas colas para adquirir el
pan nuestro de cada día; hay coñazos en las interminables colas para conseguir la bombona de gas; hay coñazos en las
obligadas colas para pagar en los “usureros puntos de ventas” ante la escases
del efectivo… También hay coñazos en las trágicas colas para montarnos, ya no
como pasajeros, en camiones 350 transformados en “perreras” a la falta de
transporte público, ya sea para ir al trabajo o de regreso a nuestro hogar,
como perros… Así está mi País, en la cual tanto la ruina Institucional del
Estado como las obscuras tristes ciudades y pueblos con sus vías de comunicación
arrasadas por la falta de mantenimiento y servicios, nos rodea… ¡Casas Muertas,
de Miguel Otero Silva, se queda pendeja ante este drama!… Y que te cuento,
sobre la existencia de presos políticos, aunados a las desapariciones forzadas
por persecuciones de la misma causa..., ejecutadas por parte de la policía
secreta del régimen. Y si te atreves a reclamar es el miedo lo que reina y,
como diría el escritor mexicano Juan Rulfo, “Se nos atraban los güevos en el
pescuezo” ya sea cuando escribimos una nota de descontento o cuando nos unimos
a una marcha protestataria contra las canalladas de Maduro Moro. ¡Chico,
Venezuela está en el piso!
Ellos, Nicolás y su corte de malandros, representan al malvado absolutismo político
que tienen por régimen y que gobiernan ilegítimamente a Venezuela. Son, ellos,
los caraduras, son los tétricos, son los apolillados que han querido hundir a
la sociedad venezolana en la cochinada de sus arbitrariedades, ¡No yo!... Mira,
mi compa, ellos, son unas cuerdas de parias, y no yo, porque me considero con
valores y principios como el resto de mi “Pueblo Opositor”, por eso te digo que
Cristóbal Colón, aparte de descubridor de la “Pequeña Venecia”, fue también
visionario y a lo lejos en el tiempo, visualizó a estas escorias humanas que
por los momentos están en la Casa de Misia Jacinta.
Por todas estas razones, si no fuera por
estos momentos de optimismo que me brinda un extranjero, como el Canciller de
Chile, Roberto Ampuero, al defenderme del sátrapa de Maduro y poner en su sitio
al “mequetrefe e insolente” de Arreaza,
como sucedió en la cuadragésima octava Asamblea Anual de la OEA, me sentiría
como si estuviera en las últimas en mí propio país; porque te digo que con los
dirigentes opositores abstencionistas de la MUD, no cuento; con tales e
inútiles políticos ni para que me acompañen a “Misa”, ya que temería llegar
tarde por la desunión entre ellos; por lo tanto, no cuento con esa mezquina
dirigencia opositora porque llevan el afán de despescuezarse entre los mismos, para
imponerse unos contra otro; sus miopías no le dejan ver que el enemigo lo
tienen al frente y no al lado: la pobreza de la población con su autor
intelectual, el genocida Nicolás Maduro. ¡Por Dios, qué pérdida de tiempo con
esos señores, durante estos veinte años de chavismo!
* @chuitoelderosa jesusfranciscogomez53_3@yahoo.es