Un nuevo recubrimiento para alineadores dentales evita las bacterias

Los alineadores son más propensos a atraer a las bacterias, que se acumulan como biopelículas difíciles de tratar, lo que provoca que los plásticos se desgasten con facilidad y se produzcan infecciones

                                       

Un nuevo recubrimiento para alineadores dentales evita las bacterias

 Redacción ConSalud

Los alineadores de plástico transparentes se han ido haciendo cada vez más populares por ser una alternativa a los aparatos de ortodoncia metálicos y más voluminosos. Suponen un conjunto de piezas de plástico que desplazan los dientes ligeramente con el paso del tiempo, en un intento de arreglar las mandíbulas apretadas, las mordidas excesivas y los dientes mal alineados. Aunque es un sistema más estético que el convencional, todo tiene sus pros y contras.

Según la Asociación Estadounidense de Ortodoncistas, más de 5 millones de personas buscan tratamientos de ortodoncia cada año. Estos procedimientos incluyen aparatos ortopédicos y alineadores, en los que las bacterias con frecuencia se acumulan como biofilms (biopelículas) difíciles de tratar y los plásticos se acaban desgastando con facilidad, a la vez que producen infecciones.

Gracias a esta sustancia se reduce el crecimiento bacteriano en un 75%

En este sentido, es muy fácil que los alineadores se contaminen y por ello era necesario desarrollar alguna técnica que evitara el crecimiento de las bacterias. Así, un grupo de investigadores de la Sociedad Estadounidense de Química ha desarrollado una "película" o recubrimiento que actúa contra este problema.
La solución consiste en  una sustancia que se aplica como un revestimiento simple y asequible, que se inspira en los recubrimientos antibacterianos hidrófilos (que tienen compatibilidad con el agua) en otros dispositivos médicos. De esta forma, los expertos crearon una sustancia que evita que las bacterias se adhirieran.
En las pruebas comparativas, el equipo descubrió que gracias a este material el crecimiento bacteriano se reducía en un 75%. A la vez que el plástico recubierto se volvía más resistente y más duradero, incluso cuando al testarlo con saliva artificial y varias soluciones ácidas. El estudio se ha publicado en la plataforma de la Sociedad Estadounidense de Química.

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