Tomado de
24matins.es
Los programas de misiles balísticos iraníes envenenan las
relaciones entre Teherán y las potencias occidentales desde hace años, mientras
la República Islámica considera que es un tema no negociable.
Irán desarrolla hoy una docena de tipos de misiles balísticos
de un alcance de 200 a 2.000 kilómetros y que pueden transportar cargas de 450
a 1.200 kg, según un informe reciente del Instituto Internacional de Estudios
Estratégicos (IISS) de Londres.
A partir de 2006, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas,
a través de una serie de resoluciones, promulgó medidas coercitivas para
obstaculizar estos programas, por temor a que se utilicen para desarrollar
vectores nucleares.
Estas resoluciones fueron suspendidas por la resolución 2231
de julio de 2015, mediante la cual el Consejo de Seguridad respaldó el acuerdo
nuclear iraní firmado unos días antes en Viena, del cual el presidente
estadounidense, Donald Trump, podría anunciar la salida de su país este martes.
Trump acusa a este acuerdo de no decir nada sobre los
programas de misiles balísticos iraníes. Francia propuso, oficialmente para
intentar salvar el acuerdo de Viena, negociar con Irán sobre este aspecto,
hasta ahora sin éxito.
Para intentar aclarar este complejo tema, Clément Therme,
investigador del l’IISS, responde a las preguntas de la AFP:
PREGUNTA: ¿Qué lugar ocupan los misiles balísticos en la
doctrina militar de Irán y en su dispositivo defensivo?
RESPUESTA: Los misiles son el principal medio de disuasión en
la doctrina militar presentada como defensiva por la República Islámica. El
programa balístico, sin embargo, es visto por los rivales regionales de Irán
como “ofensivo”, en particular por Arabia Saudita (acusaciones de
proliferación balística iraní en Yemen) e Israel (que ve el programa balístico
iraní como una amenaza para su seguridad).
Los occidentales están preocupados por la consecuente
búsqueda de un programa balístico y una agenda de soberanía nuclear debido a la
posibilidad percibida de que a largo plazo Irán utilice este programa balístico
con fines nucleares militares.
P: ¿Qué factores históricos explican esta elección iraní?
R: La prioridad dada a este programa por la República
Islámica se explica primero por la experiencia de la guerra de las ciudades
durante la Primera Guerra del Golfo (1980-1988) [entre Irak e Irán, ndlr]. Irán
inscribe su programa balístico en el marco de una política de disuasión en la
hipótesis de intervenciones militares contra sus instalaciones nucleares. La
adquisición del sistema de misiles rusos S-300 debe incluirse en este marco.
En definitiva, la voluntad iraní de desarrollar capacidades
tecnológicas balísticas (…) forma parte de un marco más amplio de la política
de autosuficiencia (‘khod-kafai’ en persa) de la República Islámica para
limitar todo vínculo potencial de dependencia respecto al extranjero.
P: ¿Es posible una apertura?
R: La República Islámica siempre ha afirmado que las
capacidades militares del país no eran negociables. Sin embargo, el problema
está relacionado en gran medida con la naturaleza de la política regional de
Irán, como el apoyo al régimen de Bashar al Asad en Siria y el carácter
antiisraelí de Teherán. El principal obstáculo para la apertura de
negociaciones sobre este tema es que se trata de una cuestión de identidad de
la República Islámica y que el gobierno (del presidente Hasan) Rohani, que
podría abogar por una salida de la ideología revolucionaria jomeinista en estas
cuestiones, no se encarga directamente de estos asuntos.
Esto corresponde a la oficina del Guía (Supremo Ali Jamenei)
y los Guardianes de la Revolución [el ejército ideológico de Irán, ndlr], que
dictan la política regional del país. El presidente Rohani no consiguió el
reequilibrio de las prioridades del país presentado en su programa electoral en
2013 y 2017 entre los ideales revolucionarios y los intereses económicos del
país. De esta manera, en la hipótesis de una política regional de Irán menos
hostil a los intereses occidentales, probablemente sería posible llegar a un
compromiso sobre el programa balístico.