Tomado de la agencia Reuters
MADRID (Reuters) - El escritor nicaragüense Sergio Ramírez
dedicó el lunes el premio Cervantes, el más importante de la literatura en
castellano, a sus compatriotas muertos en las protestas de los últimos días en
el país centroamericano.
Ramírez, que fue político en su país en la década de 1990,
criticaba así la gestión realizada por el presidente Daniel Ortega, de quien
fue vicepresidente hasta que en 1996 dejó la política para dedicarse plenamente
a la literatura.
"Quería dedicar el premio a la memoria de los
nicaragüenses que han sido asesinados en las calles por reclamar justicia y
democracia y a los miles de jóvenes que siguen luchando por que Nicaragua
vuelva a ser república", dijo Ramírez en el paraninfo de la universidad
madrileña de Alcalá de Henares en su discurso de aceptación del premio
Cervantes.
Ortega renunció el domingo a su polémica reforma del sistema
de la seguridad social a raíz de unas violentas protestas que han dejado en los
últimos cinco días hasta 25 muertos, según un organismo local de derechos
humanos.
Ramírez, de 75 años y primer nicaragüense que recibe el
galardón, fue reconocido por su fiel reflejo literario de la vida cotidiana en
variedad de géneros, desde el cuento a la novela o el columnismo periodístico.
"La prosa de Sergio Ramírez manda sobre cualquier otro
destino, donde el todo es más poderoso que las partes. Así es como distinguimos
a los grandes de la Literatura universal", dijo el ministro de Cultura,
Íñigo Méndez de Vigo, el lunes en una ceremonia presidida por los reyes de
España.
Entre la más de una treintena de títulos del escritor
destacan novelas como "Margarita, está linda la mar", "Sombras
nada más" y "Mil y una muertes"; cuentos como "El reino
animal", "Perdón y olvido" y "Catalina y Catalina" y
su autobiografía "Adiós Muchachos".