Con el récord de perpetuas a cuestas
El ex jefe
del Tercer Cuerpo del Ejército falleció a los 90 años en un hospital de la
ciudad de Córdoba. Responsable de desapariciones, asesinatos, secuestros,
torturas, violaciones y robo de bebés, se va con el récord de 12 condenas a
prisión perpetua por sus crímenes de lesa humanidad.
Tomado de Página 12 / Argentina
Luciano Benjamín Menéndez, la máxima autoridad en Córdoba
durante la dictadura y responsable de la represión en Jujuy, Salta, Catamarca,
La Rioja, San Juan, Mendoza, San Luis, Santiago del Estero y Tucumán, murió a
los 90 años en un hospital cordobés donde permanecía internado desde hace unas
semanas. Cumplía arresto domiciliario por las 12 condenas a prisión
perpetua que recibió por sus múltiples crímenes: desapariciones, asesinatos,
secuestros, torturas, violaciones y robo de bebés.
Jefe de represores, Menéndez tuvo a su cargo el área 311
en que la dictadura cuadriculó el país para su plan de exterminio. Manejó diez
provincias argentinas en un plan sistemático de secuestros, torturas,
apropiación de bebés y desapariciones que ha quedado demostrado en cada uno de
los juicios por delitos de lesa humanidad realizados desde 2008.
Menéndez solía visitar La Perla y presenciaba fusilamientos
al borde de las fosas. Según testimonios de los pocos sobrevivientes, también
aparecía durante los interrogatorios y las torturas. Al Cachorro le adjudican
ser ideólogo del “pacto de sangre”: hacía participar de los secuestros y
fusilamientos a todos los oficiales para que en el futuro “no se dieran
vuelta”.
Tras el regreso de la democracia, logró desactivar varias
causas en su contra amparado en las leyes de impunidad y en 1990, a pocos días
de que comenzara un juicio en su contra, recibió el indulto del presidente Carlos
Menem. La particularidad fue que el perdón presidencial incumplió la
Constitución al indultar a una persona que no había recibido condena alguna
todavía.
En 2005 la Corte Suprema declaró inconstitucional el indulto
de Menem y en 2008 el represor recibió su primera sentencia por crímenes de
lesa humanidad: fue condenado a prisión perpetua en cárcel común por
secuestrar, torturar y fusilar a cuatro militantes del PRT en 1977 que
estuvieron detenidos en La Perla.
Durante las múltiples ocasiones en las que debió hablar en el
banquillo de los acusados, Menéndez dedicó sus alegatos a defender con pasión
el terrorismo de Estado. “Nuestros enemigos fueron los terroristas marxistas.
Jamás perseguimos a nadie por sus ideas políticas”, dijo antes de ser sentenciado
a perpetua junto al dictador Jorge Rafael Videla en 2010 por los fusilamientos
de presos políticos en la UP1 de Córdoba.