TOMADO DE EP
MUNDO
Tras la muerte de un inmigrante sudanés que realizaba
trabajos en condiciones insalubres en una plantación de tomates del sur de
Italia, las autoridades iniciaron una investigación a gran escala sobre la
explotación laboral en ese país, en la que están relacionados algunos de los
gigantes alimenticios italianos que abastecen gran parte del mercado europeo,
informa Corriere Salentino.
El fallecido, Mohammed Abdullah, sufrió un infarto el 20
de julio de 2015 al recolectar tomates en una plantación de Salento cuando la
temperatura rondaba los 40 ºC.
Una muerte evitable
Una pesquisa dirigida por la fiscal Paola Guglielmi determinó
que ese hombre pudo haber conservado su vida si le hubieran brindado atención
médica inmediata. Sin embargo, el dueño de la empresa productora de tomates no
ofrecía ningún servicio básico de salud a sus empleados, con lo cual
la muerte del inmigrante sudanés fue catalogada como homicidio culposo.
Las averiguaciones también revelaron que en ese tipo de
plantaciones es frecuente que las jornadas laborales duren hasta 12 horas
ininterrumpidas.
Los braceros, normalmente inmigrantes, trabajan sin guantes,
con la cabeza descubierta y sin acceso a agua, a pesar de estar sometidos a
temperaturas elevadas.
Explotación absoluta
El objeto de la investigación abarca desde
los dueños de las plantaciones hasta gigantes de la industria
alimenticia, como Mutti y Conserve Italia.
El diario británico ‘The Guardian’ indica que el sistema del
‘caporalato’, basado en la “explotación absoluta” de trabajadores inmigrantes
por parte de terratenientes que son proveedores de las grandes empresas, está
muy difundido en Italia.
En general, la jornada de los trabajadores suele comenzar a
las 4 de la mañana y obtienen un promedio de 30 euros (35 dólares)
al día. Sin embargo, emplean cerca de la mitad de esa suma en comida,
agua, transporte y sufragar las abundantes extorsiones de los capataces; de
hecho, se reportaron casos en que les exigían dineroa cambio de permitir
que vieran a un médico.
Campos de concentración
Yvan Sagnet, un inmigrante camerunés y antiguo empleado de la
plantación donde murió Mohammed calificó esa experiencia de “esclavitud” en
condiciones “inhumanas” similares “a los campos de concentración”.
La compañía Conserve Italia desmintió su
implicación en los abusos laborales y recalcó que exige a todos sus proveedores
“respetar” a sus asalariados. Además, asegura que cortó todo lazo comercial con
la plantación donde murió Mohammed Abdullah tras conocer el hecho.
Por su parte, Mutti subrayó que está “comprometida con la lucha contra los sistemas
de explotación de trabajadores”.