El 6 septiembre de 2017, se cumplieron
26 años desde que las Naciones Unidas instaurasen el alto el fuego en el Sahara
Occidental en virtud de la resolución 690 (1991) del Consejo de Seguridad de la
ONU. En aquel remoto día del 6 de septiembre de 1991, se instaló la Misión
de Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO)
para aplicar el plan de Arreglo de Naciones Unidas y de la Unión Africana.
Previsto, inicialmente, para enero de 1992, tenía como objetivo principal la
celebración del Referéndum de Autodeterminación para la última zona colonial de
África. Desde entonces ha estado aplazado sin die.
26 años después, no solamente no se ha
realizado el ansiado REFERENDUM, sino que la intransigencia del Reino de
Marruecos impide, ante la falta de firmeza del Consejo de Seguridad, que se
fije una fecha para el mismo.
En los últimos años, la política de
obstrucción de Marruecos ha alcanzado límites inquietantes:
–
Veto a la mediación al Sr. Christopher Ross, enviado personal del Secretario
General de la ONU, impidiendo que realicen avances substanciales para conseguir
una solución pacífica, tan esperada para el pueblo saharaui y el mundo entero.
–
Ataque frontal injustificado al Señor Ban Ki Moon, Secretario
General de la ONU, a raíz de sus declaraciones sobre el estatuto de territorio
ocupado y que el statu quo no puede perdurar indefinidamente.
–
Expulsión de la componente civil de la MINUSRO y atrasando la misión de la
Señora Kim Buldoc, Representante Especial del Secretariado General para el
Sáhara Occidental, motivo por tuve que dirigir la MINURSO desde Nueva
York durante varios meses.
–
Limitación de movimiento de la MINURSO y su interactuación con la población
saharaui.
Unido a ello, en estos 26 años, las
fuerzas marroquíes se han empeñado, y aún siguen haciéndolo, en perpetuar
impunemente las graves violaciones de derechos humanos en los territorios
ocupados del Sáhara Occidental. De hecho, Marruecos continúa torturando y
maltratando a los civiles saharauis, tanto en las numerosas cárceles como
durante las manifestaciones pacíficas que reclaman la libertad:
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Desde mayo de 2013 hasta la fecha, 13 detenidos saharauis perecieron a causa de
la tortura y malos tratos en una sola cárcel: la siniestra mazmorra de Ait
Melloul (sur de Marruecos).
–
Todos los presos políticos sufrieron tortura y malos tratos y fueron obligados
a firmar falsas declaraciones, inclusive destacados defensores de derechos
humanos conocidos mundialmente por su activismo pacifico. Llama la atención muy
particularmente el caso emblemático de los 21 civiles del Grupo de Gdeim Izik,
condenados tribunal militar por a penas de entre 20 a cadena perpetua. 19 que
de ellos fueron nuevamente condenados por un tribunal civil a las mismas
condenas. Ambos juicios, además de estar repletos de irregularidades,
contravienes la VI Convención de Ginebra, relativa a las personas protegidas en
un territorio ocupado como es bien el caso del Sahara Occidental.
–
Desde el pasado año, se han organizado más de 800 manifestaciones en los
territorios ocupados. Todas fueron dispersadas violentamente por las fuerzas de
ocupación.
–
En los que va de año, más 43 activistas y defensores de derechos humanos fueron
condenados por tribunal marroquíes sin las más mínimas garantías procesales.
Marruecos aún mantiene en silencio el
paradero de los más de 400 casos de desaparecidos saharauis, pese haber
reconocido su implicación en su asesinato en diciembre de 2010.
Marruecos continúa prohibiendo la
existencia oficial de las organizaciones saharauis de derechos humanos en las
zonas ocupadas del Sáhara Occidental, lo que supone una violación flagrante del
derecho a la libertad de expresión y de asociación.
Marruecos impide la entrada libre a los
territorios ocupados de los observadores y la prensa internacional para impedir
así que den su testimonio de la gravedad de la situación que padece el pueblo
saharaui allí residente. Desde 2016, más de 300 delegados extranjeros
fueron expulsados del Sáhara Occidental. Con ello, Marruecos quiere ocultar la
verdadera situación del pueblo saharaui bajo ocupación.
Marruecos mantiene y refuerza el muro de
ocupación que separa las zonas ocupadas de los territorios liberados de la RASD
que constituye un crimen contra la humanidad por atentar contra la vida de
cientos de saharauis civiles e impide la libre circulación de la población
saharaui. Con sus más de 7 millones minas, el muro de la vergüenza ya ha
cobrado a más de 3000 víctimas, entre fallecidos y mutilados por vida.
Marruecos persiste en su expolio de los
recursos naturales, con la complicidad de la Unión Europea y Empresas
multinacionales, en flagrante violación del Derecho Internacional vigente tal
como se refleja en el dictamen jurídico de Naciones Unidas de 2002 y la propia
Sentencia del Tribunal de Justicia Europeo del 21 de diciembre de 2016.
Ante esta situación la Asociación de
Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA) y el Grupo No
Violencia Activa (NOVA)
exigen la celebración de un referéndum
de autodeterminación del pueblo saharaui amparándose para ello en la propia
Carta de Naciones Unidas, la resolución 1514 (XV) de la ONU, por el pacto
internacional de derechos civiles y políticos y el Pacto Internacional de
los Derechos Sociales, Económicos y Culturales así como las múltiples
resoluciones sobre el Sahara Occidental que Naciones Unidas lleva adoptado
desde 1963.
Igualmente piden al gobierno francés
apoyar la defensa de los derechos humanos en el Sáhara Occidental y cesar el
suministro en Armas y el apoyo diplomático, al Reino de Marruecos
mientras se mantiene la ocupación del Sáhara Occidental. Le recuerdan al
gobierno francés que con su apoyo actual al Reino de Marruecos no ayudan ni al
pueblo marroquí ni al pueblo saharaui quienes son los que más sufren de la perpetuación
de una situación colonial y de represión.
También solicitan a Estados Unidades que
cumpla sus compromisos adquiridos en la defensa de los derechos, solemnemente
anunciados en la declaración conjunta entre el Presidente de Estados Unidos y
el Rey de Marruecos, donde reafirmaron su compromiso compartido con la mejora
de las vidas de la población del Sáhara Occidental y acordaron trabajar
conjuntamente para proteger y promocionar los derechos humanos en el
territorio.
De la misma manera, AFAPREDESA y NOVA
exigen al Reino de Marruecos la liberación inmediata e incondicional de todos
los presos políticos, el esclarecimiento del paradero de los más de 400
desaparecidos saharauis y poner fin a las graves violaciones de derechos
humanos que se cometen a diario en el Sáhara Occidental.
Abdeslam Omar / Por razones de espacio ETD redujo y adaptó la nota
tomada de afapredesa.blogspot.com.