Tomado de Agencia EFE
Madrid. El actor Lambert Wilson, que encarna al
célebre divulgador de los fondos marinos Jacques Cousteau en el biopic
"Jacques", cree que ante la costumbre que tienen los franceses de
"decapitar" a sus héroes, como hicieron con Cousteau y "ahora
hacen con Macron", se impone reivindicar su figura.
"Los franceses somos muy de decapitar a nuestros
héroes; lo hicimos con Cousteau y eso mismo está pasando ahora con Emmanuel
Macrón. Hace tres meses era nuestro héroe absoluto y ahora la gente no le
soporta. Acaba de empezar a actuar pero ya se le quieren quitar de
encima".
Así se expresa el actor en una entrevista con Efe
realizada en Madrid con motivo del estreno de la cinta en España.
Wilson explica que, tanto el director Jerome Salle
(París, 1971), como él, que nació un poco antes, en 1958, crecieron "en el
mito de Cousteau", como millones de personas en el mundo.
Y a los dos les costaba trabajo pensar que "todo
aquello que supuso este hombre hubiera desaparecido", ya que ni sus
propios hijos sabían quién era. Así empezó todo.
Wilson solo tiene recuerdos positivos de aquel mítico
comunicador que aparecía en los hogares rodeado de mar y peces, un
"abuelito aventurero", dice el actor, que "siempre parecía estar
pasándolo bien en el Calypso, con sus marineros, comiendo, bebiendo, riendo y
que, de vez en cuando, buceaban".
"Era todo muy sensual, era muy atractivo ese
mundo, era vida. Por su culpa hubo muchas vocaciones, pero no sabíamos mucho de
él. Menos en Francia, el mito se ha mantenido, pero en mi país el fenómeno es
un poco más complejo, porque se ha querido destruir ese mito".
Reconoce que la imagen que ha trascendido de Cousteau
no es la que se da en esta película, donde Salle incide en aspectos de su vida
personal que sorprenden; incluso a Wilson, que "no tenía ni idea" de
que fuera un ligón, por ejemplo.
"Cuando llegaba a Nueva York, las mujeres iban a
esperarle, como si fuera un sex-symbol, y eso que no era guapo,
precisamente", se ríe Wilson
Así, el versátil Lambert Wilson, hijo del director del
Teatro Nacional Popular de París George Wilson, recordado marido de Monica
Bellucci en "Matrix Revolutions" y uno de los monjes de "De
dioses y hombres", se convierte ahora en el comandante y explorador
submarino Jacques Cousteau, en una transformación sorprendentemente real.
Cousteau, dice, "no era científico pero inventó
un montón de cosas gracias a su curiosidad, fue el primero que rodó bajo el
agua. Fue único, excepcional, le debemos mucho. Realmente, uno de los últimos
auténticos exploradores porque descubrió un mundo totalmente desconocido".
"Eso generó muchas envidias entre los científicos
porque, sin serlo -nunca dijo que lo fuera-, tenía acceso a una popularidad
enorme", agrega.
En la cinta se reflejan tanto esos momentos de gloria,
cuando prueba por primera vez sus aparatos autónomos que permiten respirar
dentro del agua o cuando recibe la Palma de Oro del Festival de Cannes por el
documental filmado junto a Louis Malle, hasta las tensas -por no decir
imposibles- relaciones afectivas con su familia, más con su hijo Philip.
Justo fue este aspecto de la personalidad del
personaje lo que más costó interpretar a Wilson.
"Me recordaba demasiado a mi propio padre. Su
vida y la mía tenían paralelismos sorprendentes; yo sería el equivalente a
Jean-Michel, el hijo menos apreciado. Mi padre tenía esa misma capacidad de
Cousteau de compartir con sus hijos su pasión, mi padre por el teatro, Cousteau
con el submarinismo".
"Pero en cuanto dimos los primeros pasos en su
oficio -yo en la actuación, Philippe en el cine- su reacción fue violenta. Son
hombres como los leones viejos que no quieren compartir su territorio".
Por eso, resume el actor, "creo que 'Jacques' es
cine sobre la relación entre padres e hijos, es la historia de amor de hombres
que no pueden expresarse.
Basada en los libros "Mi
padre, el capitán Jacques-Yves Cousteau", de Jean-Michel Cousteau, y
"Capitaine de la Calypso", de Albert Falco, cuenta en el reparto con
Pierre Niney y Audrey Tautou, en los papeles del hijo Philippe y la mujer de
Cousteau.