Por: Edwin Sambrano Vidal.
Abogado con experticia en Derecho Constitucional y Laboral. Ex diputado y ex asesor presidencial.
*Un proyecto de sociedad de todos los venezolanos.
La
Constitución producida por la Asamblea Nacional Constituyente de 1999
es el resultado de muchos años de lucha social y política por parte de
diversas clases y sectores sociales. Entre ellos destacan los
trabajadores, campesinos, pequeños empresarios, movimientos feministas,
indígenas, culturales y ecológicos, así como organizaciones políticas y
de Derechos Humanos.
El
texto constitucional vigente es un importante compendio de valores,
principios, conceptos, derechos y garantías que constituye, en su
conjunto, un proyecto de sociedad que expresa una determinada
correlación de fuerzas favorable a los trabajadores y demás sectores
populares. Este proyecto se viabiliza o se hace posible partir de
determinadas relaciones socio-económicas, institucionales y políticas
cuya dinámica y ejercicio, dando cumplimiento de los preceptos
establecidos, conducirían a la satisfacción creciente de las necesidades
y aspiraciones de toda la población con sus especificidades y límites
en beneficio de la equidad social.
*Control a las desviaciones y errores
La
elección popular libre, universal, directa y secreta de los Poderes
Ejecutivo y Legislativo y, a través de este último, la designación,
conforme a la voluntad del pueblo expresada en una correlación de
fuerzas al integrar la Asamblea Nacional, provee a esos poderes de una
legitimidad que está sujeta, desde el inicio, a un entramado de
voluntades políticas mayoritarias y plurales que asegura el equilibrio
necesario para una acción institucional sostenible y apegada al
cumplimiento del interés público y de los fines prioritarios de la
organización social y estatal.
De
igual modo, el pueblo, ejerciendo directamente la soberanía, a través
de los referéndum, controla los excesos del poder y corrige sus
desviaciones, evitando que un circunstancial desequilibrio pueda
destruir el proyecto democrático y social, plural y progresivo contenido
en la Constitución. Es decir, el ejercicio directo de la soberanía
popular es elemento fundamental, no sustituible ni prescindible, para
asegurar el equilibrio de las potestades y de las clases o sectores
sociales que ejercen tales potestades. Equilibrio político y social
indispensable para que puedan alcanzarse los fines del Estado con
prioridad en el ejercicio y satisfacción de los derechos humanos.
*Un autogolpe contra el pueblo.
La
contumacia del Poder Ejecutivo es una conducta arbitraria y
destructiva, respaldada alevosamente por el Tribunal Supremo de
Justicia, el Consejo Nacional Electoral y la connivencia de la
Defensoría del Pueblo y la Controlaría General; con ello han subvertido
el orden constitucional y marchan en un autogolpe sin respetar los
derechos democráticos y populares, el texto de la Constitución y el
ordenamiento jurídico. Este último constante de más de 500 leyes
promulgadas mediante Decretos presidenciales y por un Parlamento
mayoritariamente oficialista.
Ese
autogolpe es rechazado abiertamente por más del 80% de la población,
razón por la cual se obstruyó e impidió el referéndum revocatorio, no se
hicieron las elecciones regionales ni se consulta al pueblo la
realización y las bases comiciales de una falsa Asamblea Constituyente
propuesta para derogar la Constitución de1999, pretendiendo imponerla a
juro, con una tramposa elección mediante un sistema que les asegura una
mayoría de delegados con un 20% de votos al elegirse delegados sin
igualdad en la proporción de la base poblacional. Además de establecer
un tercio de los delegados como representantes de sectores sociales
arbitrariamente establecidos, cuyo padrón electoral es excluyente, no
controlable y subordinado al gobierno. Por si fuera poco lo anterior,
existe un brutal ventajismo ejecutado por el gobierno a través de
fondos, recursos, ejercicio de la autoridad y del sistema de medios
públicos de comunicación y con una premura que descontrola e impide la
igualdad y el ejercicio de los derechos, además de la parcialización del
órgano electoral.
Para
ejecutar el autogolpe se basan en el apoyo casi exclusivo de la fuerza
armada policial y militar junto con bandas armadas a su servicio que
disuaden y reprimen al pueblo, impidiendo su defensa frente a los abusos
e imponiéndole manu militari sus designios. Se conducen igual que los
dictadores Batista de Cuba (1952), Joaquin Balaguer en Rep Dominicana
(1970) y Juan M Bordaberry de Uruguay (1973) quienes fueron electos
popularmente y produjeron autogolpes o regímenes autoritarios fuera de
la Constitución y las leyes. Además se asemejan a las crueles dictaduras
militares archiconocidas de Centro América, el Caribe y América del Sur
y una reedición de la dictadura de Pérez Jiménez en Venezuela 1952-58 y
de los períodos más represivos de Rómulo Betancourt (1962-63) y Raul
Leoni (1964-67)
Los
supuestos izquierdistas que ocupan el gobierno en el pais se han
convertido en esbirros estalinistas que utilizan la fraseología
revolucionaria para ocultar sus verdaderos intereses de permanecer en el
poder lucrándose y evadiendo las graves responsabilidades de sus
crímenes y desmanes.
*Por el restablecimiento del pleno vigor de la Constitución y rechazo total de la falsa constituyente.
Esa
es la realidad que hoy tenemos en el país y ante la cual debemos
organizarnos para denunciar, resistir y actuar con el propósito de
restablecer la vigencia del orden constitucional y con él, la
participación democrática, desconociendo cualquier autoridad usurpada y
que contraríe la Constitución. Debemos apoyar y estimular la protesta
pacífica del pueblo, así como a la Fiscal General de la República y a la
Asamblea Nacional legítimamente electa; rechazando toda violencia.
Nuestra lucha es pacífica y no violenta activa.
NO A LA FALSA CONSTITUYENTE.