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21 junio, 2017

Una visión desde la izquierda de las últimas acciones del T.S.J. y del gobierno.

Por: Edwin Sambrano Vidal.
Abogado con experticia en Derecho Constitucional y Laboral. Ex diputado y ex asesor presidencial.

*Un proyecto de sociedad de todos los venezolanos.

La Constitución producida por la Asamblea Nacional Constituyente de 1999 es el resultado de  muchos años de lucha social y política por parte de diversas clases y sectores sociales. Entre ellos destacan los trabajadores, campesinos, pequeños empresarios, movimientos feministas, indígenas, culturales y ecológicos, así como organizaciones políticas y de Derechos Humanos.
El texto constitucional vigente es un importante compendio de valores, principios, conceptos, derechos y garantías que constituye, en su conjunto, un proyecto de sociedad que expresa una determinada correlación de fuerzas favorable a los trabajadores y demás sectores populares.  Este proyecto se viabiliza o se hace posible partir de determinadas relaciones socio-económicas, institucionales y políticas cuya dinámica y ejercicio, dando cumplimiento de los preceptos establecidos, conducirían a la satisfacción creciente de las necesidades y aspiraciones de toda la población con sus especificidades y límites en beneficio de la equidad social.

*Control a las desviaciones y errores

La elección popular libre, universal, directa y secreta de los Poderes Ejecutivo y Legislativo y, a través de este último, la designación, conforme a la voluntad del pueblo expresada en una correlación de fuerzas al integrar la Asamblea Nacional, provee a esos poderes de una legitimidad que está sujeta, desde el inicio, a un entramado de voluntades políticas mayoritarias y plurales que asegura el equilibrio necesario para una acción institucional sostenible y apegada al cumplimiento del interés público y de los fines prioritarios de la organización social y estatal.
De igual modo, el pueblo, ejerciendo directamente la soberanía, a través de los referéndum, controla los excesos del poder y corrige sus desviaciones, evitando que un circunstancial desequilibrio pueda destruir el proyecto democrático y social, plural y progresivo contenido en la Constitución. Es decir, el ejercicio directo de la soberanía popular es elemento fundamental, no sustituible ni prescindible, para asegurar el equilibrio de las potestades y de las clases o sectores sociales que ejercen tales potestades. Equilibrio político y social indispensable para que puedan alcanzarse los fines del Estado con prioridad en el ejercicio y satisfacción de los derechos humanos.

*Un autogolpe contra el pueblo.

La contumacia del Poder Ejecutivo es una conducta arbitraria y destructiva, respaldada alevosamente por el Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral y la connivencia de la Defensoría del Pueblo y la Controlaría General; con ello han subvertido el orden constitucional y marchan en un autogolpe sin respetar los derechos democráticos y populares, el texto de la Constitución y el ordenamiento jurídico. Este último constante de más de 500 leyes promulgadas mediante Decretos presidenciales y por un Parlamento mayoritariamente oficialista.
Ese autogolpe es rechazado abiertamente por más del 80% de la población, razón por la cual se obstruyó e impidió el referéndum revocatorio, no se hicieron las elecciones regionales ni se  consulta al pueblo la realización y las bases comiciales de una falsa Asamblea Constituyente propuesta para derogar la Constitución de1999, pretendiendo imponerla a juro, con una tramposa elección  mediante un sistema que les asegura una mayoría de delegados con un 20% de votos al elegirse delegados sin igualdad en la proporción de la base poblacional. Además de establecer un tercio de los delegados como representantes de sectores sociales arbitrariamente establecidos, cuyo padrón electoral es excluyente, no controlable y subordinado al gobierno. Por si fuera poco lo anterior, existe un brutal ventajismo ejecutado por el gobierno a través de fondos, recursos, ejercicio de la autoridad y del sistema de medios públicos de comunicación y con una premura que descontrola e impide la igualdad y el ejercicio de los derechos, además de la parcialización del órgano electoral.

Para ejecutar el autogolpe se basan en el apoyo casi exclusivo de la fuerza armada policial y militar junto con bandas armadas a su servicio que disuaden y reprimen al pueblo, impidiendo su defensa frente a los abusos e imponiéndole manu militari sus designios. Se conducen igual que los dictadores Batista de Cuba (1952), Joaquin Balaguer en Rep Dominicana (1970) y Juan M Bordaberry de Uruguay (1973) quienes fueron electos popularmente y produjeron autogolpes o regímenes autoritarios fuera de la Constitución y las leyes. Además se asemejan a las crueles dictaduras militares archiconocidas de Centro América, el Caribe y América del Sur y una reedición de la dictadura de Pérez Jiménez en Venezuela 1952-58 y de los períodos más represivos de Rómulo Betancourt (1962-63) y Raul Leoni (1964-67)
Los supuestos izquierdistas que ocupan el gobierno en el pais se han convertido en esbirros estalinistas que utilizan la fraseología revolucionaria para ocultar sus verdaderos intereses de permanecer en el poder lucrándose y evadiendo las graves responsabilidades de sus crímenes y desmanes.

*Por el restablecimiento del pleno vigor de la Constitución y rechazo total de la falsa constituyente.

Esa es la realidad que hoy tenemos en el país y ante la cual debemos organizarnos para denunciar, resistir y actuar con el propósito de restablecer la vigencia del orden constitucional y con él, la participación democrática, desconociendo cualquier autoridad usurpada y que contraríe la Constitución. Debemos apoyar y estimular la protesta pacífica del pueblo, así como a la Fiscal General de la República y a la Asamblea Nacional legítimamente electa; rechazando toda violencia. Nuestra lucha es pacífica y no violenta activa.
NO A LA FALSA CONSTITUYENTE.