La expedición Trineo
de Viento, dirigida por el explorador Ramón Larramendi, ha concluido después de
28 días en los que ha recorrido 1.200 kilómetros y recogido múltiples muestras científicas a
bordo de un eco-vehículo propulsado con viento que ha transportado 2.300 kilos
de carga. Según ha informado la organización, la expedición 'Río de Hielo
Groenlandia 2017' llegó a Kangerlussuaq, el punto de
partida después de recoger
datos para cinco proyectos científicos internacionales sobre cambio climático,
que demuestran su capacidad como plataforma científica para investigar el
Ártico y la Antártida. El vehículo diseñado por Ramón Larramendi se propulsa
por grandes cometas que han permitido al trineo desplazarse miles de kilómetros
por territorios polares con cero emisiones contaminantes. La expedición llegó
el pasado día 20 a la EastGRIP, una instalación situada sobre la misma
corriente de hielo en la que los tripulantes habían pasado la última semana
realizando diversos trabajos. Desde allí, un avión Hércules de las Fuerzas
Armadas de Estados Unidos les trasladó hasta Kangerlussuaq, el mismo punto del
que partieron el pasado día 25 de mayo en un helicóptero. "Ha sido una
expedición en la que el Trineo de Viento no ha tenido ningún problema técnico y
hemos cumplido todos nuestros planes. El tiempo nos ha acompañado, pero además
ha quedado claro que este vehículo sirve para hacer ciencia limpia y eficiente
en los territorios polares, algo que el científico australiano, Ross Edwards,
que venía con nosotros, ha comprobado sobre el terreno", ha manifestado
Larramendi a su llegada a Kangerlussuaq. Los datos recogidos en la expedición,
patrocinada por la agencia de viajes Tierras Polares, servirán para analizar
los impactos del deshielo en el Ártico, su origen y sus consecuencias. El viaje
ha permitido también definir nuevas mejoras para el convoy, sobre todo respecto
al suministro energético de los dispositivos, mediante placas solares y sobre
el diseño de los mandos de la cometa. Los cinco tripulantes han sido el
científico australiano Ross Edwards, el guía polar Hilo Moreno, el productor
audiovisual Nacho García (The Beagle Productions) y el groenlandés Jens Jacob
Simonsen, además de Ramón Larramendi
A LA ESPERA DE UNA
PRÓXIMA HAZAÑA
Ahora el trineo de viento está totalmente
desmontado dentro de la base científica a la espera de futuras expediciones en
el futuro para nuevos proyectos de investigación. En los primeros 10 días de
travesía, los expedicionarios se dirigieron hacia el norte de Groenlandia y
ascendieron de 2.000 a 3.012 metros de altitud con una carga de 2.000 kilos que
fue aumentando con las muestras de nieve que recogía Edwards. En ese recorrido,
en cada parada aprovechaban para hacer agujeros de entre dos y 2,5 metros en
los que obtener información, fundamentalmente para los proyectos Dark Snow y
Ice2Ice. Una vez en la parte más alta de Groenlandia, se encontraron con la
corriente de hielo que comienza en la otra vertiente, la Northeast Greenland
Ice Stream (NEGIS), que se estima que avanza unos 100 metros al año arrastrando
grandes masas de hielo al océano y que se estudia en EastGRIP, que junto con la
Sociedad Geográfica Española apoya la expedición. Durante otros nueve días,
pararon cada 20 kilómetros, hasta completar un total de 12 agujeros. Asimismo,
fueron recogiendo muestras del aire polar y datos con un georradar capaz de
obtener datos a 25 metros de profundidad. Pese a que la meteorología ha sido
propicia durante toda la expedición, las temperaturas han llegado a -28ºC por
la noche y máximas de -2,5ºC. Tras su llegada a la instalación EastGRIP, en la
que se encuentran ahora 36 científicos de 12 nacionalidades, han tenido ocasión
de informarles del potencial del Trineo de Viento. Allí, Larramendi explicó el
origen y desarrollo del proyecto y ha observado "un gran interés en sus
posibilidades". Finalmente, la organización destaca que como científicos
principales han colaborado también en 'Río de Hielo' Jason Box (Servicio
Geológico de Dinamarca), Paul Travis Vallelonga (Universidad de Copenhague),
Francisco Navarro y Javier Lapazaran (Universidad Politécnica de Madrid),
Antonio Quesada y Ana Justel (Universidad Autónoma de Madrid), Javier Sanz,
Sergi González y Francisco Vasallo (AEMET) y el doctor Daniel Pérez del
Castillo
Fuente: Medio Ambiente / Tomado de Econoticias.com
Fuente: Medio Ambiente / Tomado de Econoticias.com