En Noruega ya piensan en el próximo siglo. El
país está desarrollando políticas públicas que apuntan a ser una nación más tecnológica, más laica y más verde. El gobierno
conservador de Erna Solberg se planteó tres objetivos: Separar estado
e iglesia; eliminar los autos de combustión fósil el 2025 y la
transmisión radial en banda digital.
“Está en nuestro ADN dejar a las generaciones
futuras las cosas en mejores condiciones de las que las recibimos“,
explica la directiva de Innovation Norway, Inger Solberg, la agencia
pública que invierte 400 millones de euros anuales en sostenibilidad.
El país escandinavo desea acabar con la compraventa de
coches diésel y gasolina en 2025 para fomentar los vehículos eléctricos e
híbridos. “Es perfectamente realista”, asegura a El País el ministro de medio ambiente, Vidar
Helsegen. Uno de cada tres coches ya tiene interruptor,
en un país productor de petróleo (40% de su PIB).
“Noruega está de diez a cinco años por delante del
resto del mundo”, enfatiza la
secretaria general de la asociación nacional de coches
eléctricos. Christina Bu, quien agrega que el país nórdico ingresó a
“la era postpetróleo”.
Otro avance es que este 2017 serán el primer
país del mundo en dejar atrás la Frecuencia Modulada para retransmitir en una banda 100% digital (DAB). Dos de
sus seis regiones, ya apagaron sus transistores. “La radio necesita
renovarse”, subraya Ole Jørgen Torvmark, directivo de las radios digitales de
Noruega.
Incluso Noruega ya es secular, al menos
legalmente. En enero -y tras más de siete años de discusión en el
parlamento-, el país plasmó en su constitución la
separación del estado de la Iglesia Luterana. Y la curia ha
“contribuido a ese avance”, presume Atle Sommerfeldt, el obispo de Borg, la
diócesis más grande del país.
El país del futuro, una mirada
desde el presente
Ya Noruega es considerada un lugar “agradable” o
“ideal” para vivir. Muchos creen que es así y hay datos que lo avalan.
Por decimosegundo año consecutivo, la ONU ha confirmado que Noruega es el
mejor país del planeta para vivir.