Opinión
Por Nicmer Evans
Escuchaba en estos días los argumentos y alegatos del Alcalde de Caracas Jorge Rodríguez, que afirmaba que quienes estuvieran en contra de Suena Caracas estaban en contra de la cultura, y para aderezar sus afirmaciones mostró algunas estadísticas de gastos presupuestarios en cultura de algunos gobernantes de oposición de la MUD.
La verdad es que me indigna mucho la manipulación de estos
actores políticos, que parten del principio de que el pueblo es estúpido e
ignorante. Me imagino que el presupuesto de gastos culturales que presenta el
Alcalde sobre un gobierno de oposición es cierto, aunque ni siquiera se digna
citar la fuente del dato, pero el asunto central no es ese, sino tratar de
justificar el gasto de más de 2 millones de dólares en nombre de la cultura.
Es importante señalar que la molestia no es con el Suena
Caracas, que bien se puede desarrollar con artistas locales que deben ser bien
remunerados y en bolívares, ese es un gasto pertinente si además se enmarca en
el presupuesto previsto para ello. El problema fundamental es que el gobierno,
sea local o nacional disponga el gasto de dólares para el pago de artistas
internacionales, en un momento en que el mismo presidente Maduro afirma que ha
disminuido el ingreso de divisas por alrededor del 80%, y es aún más indignante
cuando por esa escasez de divisas sabemos y estamos claros que no se importan
los medicamentos que necesitan muchos venezolanos para poder sobrevivir a
patologías que sólo pueden ser curadas o estabilizadas con medicamentos que no
existen en el mercado venezolano como consecuencia de que el gobierno prefiere
tomar los dólares de todos los venezolanos para pagar deuda externa o traer
artistas internacionales, que por cierto, en cuanto a sus géneros y prácticas,
sólo alimenta a la farándula más que a la cultura de nuestra país.
Cuando salgo a buscar un medicamento para mi madre, o
escucho a personas allegadas comentar que se le murió una tía o un amigo porque
no pudo seguir el tratamiento o no consiguió el medicamento, y pienso en los
dos millones de dólares que gastará Jorge Rodríguez en el Suena Caracas, me
imagino todos los medicamentos psiquiátricos que debe tomar Rodríguez o deberá
tomar en un futuro muy corto para equilibrar su psiquis para justificar este
gasto versus quienes morirán por la ausencia de un uso racional de estos
recursos, que aunque no resolvería todo el problema, estoy seguro que ayudaría
en mucho a disminuir un problema que nos afecta a aquellos que hoy tratamos de
vivir honestamente de nuestro trabajo y no nos dejan.
La conciencia es inclemente, y sólo es problema de tiempo,
lo que lamento es que mientras eso pasa, esos dólares de todos los venezolanos
serán despilfarrados con la complicidad del Estado y del resto de los artistas
que en el marco de su necesidad, serán copartícipes al presentarse en ese
evento.
Por último, quienes argumentan que así mismo debería
criticarse los conciertos privados, la pregunta es ¿quiénes dan permiso para
los conciertos privados? ¿Acaso no se verifica el origen de los dólares con los
que se les paga a los artistas en conciertos privados? ¿Los dólares que usan
los privados para hacer conciertos son asignados por el gobierno?