Vistas de página en total

09 julio, 2016

Justicia roja: El laberinto en marcha


Durante el último año el gobierno del presidente Nicolás Maduro ha direccionado todas las decisiones importantes y trascendentales hacia la Sala Constitucional de Tribunal Supremo de Justicia, la razón, es más que evidente, allí están siete personas que le servirán al régimen con los ojos vendados hasta el último día de su gobierno; evidentemente ellos fueron colocados allí para ejercer esta labor que pocos pudieran hacer, porque representa la mayor estafa “leguleya” y en contra de la democracia que haya existido en la historia republicana de Venezuela.


Es obvio que el gobierno nacional controla absolutamente todas las instituciones en el país, y el Poder Judicial, no es la excepción. Todo quedó bien armado el 23 de diciembre del año 2015, cuando entre gallos y media noche, en medio de la celebración de la Navidad, la moribunda Asamblea Nacional chavista con el diputado Diosdado Cabello a la cabeza tomó la aberrante decisión política, óigase bien, decisión política de nombrar a los hoy conocidos como magistrados exprés, entre los que figura el ex diputado Calixto Ortega, quien cínicamente para ese entonces votó por él mismo para ser nombrado magistrado, y fue colocado nada más y nada menos que en la Sala Constitucional del TSJ.

Nuestro colega Carlos Peña, del Diario El Nacional publicó un trabajo especial en abril de este año, en el que destacó cómo a pesar de que la Mesa de la Unidad Democrática obtuvo la mayoría parlamentaria el pasado 06 de diciembre de 2015, sus funciones se han visto limitadas y coartadas por las acciones políticas de la Sala Constitucional, desatando la mayor guerra entre ambos poderes; dejando como resultado y con saldo negativo para la AN, 12 sentencias en contra de la libertad para legislar en diversas materias que tienen como mandato constitucional los parlamentarios, y desnudando así, de forma aberrante, la institucionalidad que había mostrado el máximo tribunal del país a lo largo de la historia.

El 30 de diciembre cuando continuábamos los venezolanos con las fiestas decembrinas, esta sala del TSJ emitió su primera sentencia controversial contra la nueva Asamblea Nacional: decidieron suspender las proclamaciones de cuatro diputados electos por el estado Amazonas (tres de la MUD y uno del Psuv), con lo cual los siete magistrados iniciaron su travesía inconstitucional en contra de todos los venezolanos. A esto le siguieron la usurpación del poder que tiene la asamblea para aprobar o no, decretos de emergencia presentados por el Ejecutivo Nacional, aprobando la “constitucionalidad” del decreto emanado en ese entonces por el presidente Maduro, y además ordenando su cumplimiento, actuación que puso a los magistrados de espaldas a la Constitución Nacional que juraron defender, y mostrando a la vez beligerancia partidista a favor de una parcialidad política, dejando saber que la justicia en Venezuela es roja rojita.

El 01 de marzo de 2016 la Sala Constitucional emita, quizás, una de las decisiones más aberrantes jurídicamente hablando de la historia, al eliminar de golpe y porrazo las facultades de control político que tiene la Asamblea Nacional frente al presidente de la República y el resto del tren ejecutivo venezolano, una de las más recientes decisiones que generó también controversia entre los actores políticos. No conforme con esto, el TSJ declaró la nulidad a la reforma parcial del Reglamento de Interior y Debate de la AN, es decir, se involucró intrínsecamente e intervino la autonomía del parlamento nacional; por último la Sala Constitucional ha emitido una sentencia en la que determina que cualquier enmienda que pretenda efectuarse a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, no puede tener efectos retroactivos en el tiempo o ser de aplicación inmediata, con esto el gobierno cierra casi todas las salidas constitucionales a la crisis actual que vivimos los venezolanos; quedan solo dos opciones: el referendo revocatorio (en pico e´ zamuro) y la Asamblea Nacional Constituyente.

En el párrafo anterior señalamos que el revocatorio está pendiendo de un hilo porque la información que manejamos indica que en los próximos días la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia emitirá una nueva sentencia en la que suspenderá todo el proceso de avance que ha hecho hasta la fecha con respecto a este tema la Mesa de la Unidad Democrática, entiéndase, recolección de firmas y validación del 1% de esas firmas; adicionalmente entendemos que desde el TSJ saldrá una sentencia en contra de la legalidad de los partidos políticos (MUD-GPP), con lo cual se enlodaría aún más el panorama político nacional; y todo esto cortesía de la Justicia Roja, tal como la de Stalin (Rusia), la de Adolf Hitler (Alemania Nazi), la del fascismo de Benito Mussolini (Italia), o tal vez la del filme Red Corner protagonizado por Richard Gere en la Beijing de 1997 en China, no tan alejado de la realidad venezolana actual.

Lcdo. Jorge Isaac Jiménez Flores
Periodista Venezolano
CNP: 16.658
Correo electrónico: jisaacjf@gmail.com
Twitter: @jorgeisaacjim
Instagram: @jorgeisaacjimenezflores