La Cámara Venezolano Colombiana de Integración Económica (Cavecol) exhortó al Gobierno de Nicolás Maduro a profundizar los mecanismos de integración entre ambas naciones. Esto a propósito de la respuesta de los venezolanos ante la apertura parcial de la zona fronteriza, en la búsqueda de alimentos y medicinas. Estas son las lecciones que dejaron estas acciones, según esta representación empresarial binacional:
1. La gravedad de la crisis humanitaria por la que atraviesa nuestro país:
El hecho
de que miles de personas hayan cruzado la frontera con Colombia para
aprovisionarse de alimentos, medicinas y otros bienes esenciales muestra
el nivel de ansiedad y desesperación de los consumidores venezolanos
que no pueden conseguir en este país esos productos, ni en los
establecimientos privados, ni mediante los mecanismos establecidos por
el Ejecutivo Nacional, incluyendo la distribución casa por casa a través
de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). Esta
ansiedad y desesperación fue demostrada además por el incidente de un
grupo de mujeres que, en Ureña, rompieron un cordón de la Guardia
Nacional para cruzar a Colombia a comprar esos bienes indispensables que
en Venezuela no se consiguen.
Sin duda, en Venezuela hay una crisis humanitaria en curso que pone en peligro la salud de sus ciudadanos, y es necesario adoptar medidas urgentes para evitar su agravamiento.
Sin duda, en Venezuela hay una crisis humanitaria en curso que pone en peligro la salud de sus ciudadanos, y es necesario adoptar medidas urgentes para evitar su agravamiento.
2. La economía colombiana funciona y la venezolana no:
Colombia
es un país cuya economía mantiene a su pueblo abastecido de los bienes
esenciales. En Colombia hay comida, medicinas y otros bienes esenciales
que en Venezuela escasean. Los venezolanos tienen que ir a Colombia a
comprar los bienes que necesitan. En Colombia se producen esos bienes, o
se importan los que no se producen, porque la política económica
seguida en ese país ha sido exitosa. En Venezuela se ha aplicado durante
muchos años una política económica de controles de precios y de cambio,
de regulaciones y sanciones al sector privado, de expropiaciones y
otros atentados a la propiedad y, como consecuencia, ha caído la
producción nacional y, luego de haber recibido ingentes recursos por la
renta petrolera, hoy el Estado no dispone de divisas suficientes para el
pago a los proveedores externos, lo que ha llevado a la caída de las
importaciones.
En suma,
el modelo colombiano nos muestra que funciona, mientras que el
venezolano exhibe sus debilidades y contradicciones que nos han llevado a
la crisis humanitaria arriba mencionada.
3. El cierre de la frontera con Colombia no ha solucionado los problemas que se prometió que resolvería:
Cuando en
agosto del año pasado el Gobierno venezolano cerró la frontera con
Colombia, anunció que en poco tiempo, como producto del cese del
contrabando de extracción, del “bachaqueo” (Reventa de productos cuyos
precios de venta al público son fijados por el Gobierno) y del
paramilitarismo, se resolvería la escasez y el desabastecimiento de
productos en nuestro país y mejoraría sustancialmente la situación de
seguridad. Ninguna de esas promesas se ha cumplido y, por el contrario,
la escasez y el desabastecimiento han aumentado a los niveles de crisis
humanitaria que hemos referido.
Ante esta
situación, CAVECOL reitera su posición de que la frontera con Colombia
debe ser abierta, de manera permanente y tanto para el tránsito de
personas como para el de carga, lo cual permitirá corregir el error de
ese cierre y aprovechar las ventajas derivadas de la estrecha relación
humana, social y comercial que siempre ha existido entre los dos países.
4. La especial situación de los municipios tachirenses fronterizos con Colombia debe ser atendida.
La
frontera entre Venezuela y Colombia es la frontera más “viva” de
Venezuela y una de las más activas de Suramérica. Allí, y en especial en
el Estado Táchira, se ha producido a lo largo de siglos de vida en
común una especial situación de cercanía entre las poblaciones de ambos
países, en la que en muchas ocasiones la gente de un lado de la frontera
está muy unida a la del otro lado por lazos familiares, conyugales, de
continua convivencia, etc. El cierre de esa frontera ha afectado
seriamente esa situación, que debe ser restaurada en pro de la calidad
de vida y de la preservación de los derechos humanos de los habitantes
de esas zonas.
Adicionalmente,
la economía de las poblaciones fronterizas ha sido también adversamente
afectada por el cierre de la frontera, el cual ha causado el cierre de
numerosos comercios e industrias que requerían de bienes, servicios,
recursos humanos, etc., provenientes del otro país o que permitían la
expedición de bienes y la prestación de servicios al otro país.
En la
Comunidad Andina de Naciones (CAN) se aprobó la creación de Zonas de
Integración Fronteriza que apuntaban a la conjunción de esfuerzos de
ambos países, bajo autoridades comunes a efectos de la integración
binacional. La salida de Venezuela de la CAN impidió que esas zonas
fructificasen, y a cambio, cada país debió desarrollar sus propios
esquemas de desarrollo regional en esas áreas. Lamentablemente, los
anuncios del Gobierno nacional de creación de varias zonas económicas
especiales, incluyendo una en la frontera con Colombia, no se han
concretado en la práctica, por lo que el desarrollo económico de esas
zonas se ha visto muy seriamente afectado.
CAVECOL
considera inmediatamente la apertura permanente de la frontera para
solucionar los problemas que hemos anotado, y en el mediano plazo, es
indispensable retomar la senda de la actuación en conjunto de Venezuela y
Colombia, a ambos lados de la frontera, para ofrecer alternativas de
desarrollo en conjunto a los pueblos de esas zonas.
5.
Colombia es el mejor aliado de Venezuela para superar los problemas de
desabastecimiento y escasez que agobian a los venezolanos:
CAVECOL
considera que Colombia, gracias a su cercanía a Venezuela, a la
posibilidad de transporte terrestre de las mercancías a Venezuela; a su
producción agrícola e industrial, a su experiencia exportadora, a la
existencia de un mercado legal peso-bolívar, a la disposición mostrada
por su Gobierno de ayudar en la medida de sus posibilidades a superar
las dificultades de abastecimiento que afectan a los venezolanos, a la
solidaridad demostrada por el pueblo colombiano con el venezolano en la
jornada del 10 de julio, y en definitiva, a los lazos históricos de
hermandad entre los dos pueblos, es el país llamado a ser el mejor
aliado de Venezuela para superar la crisis humanitaria que enfrentamos.
Para que
ese apoyo de Colombia sea de la manera más completa posible, considera
CAVECOL que el Gobierno venezolano debe reabrir la frontera terrestre
con Colombia, solventar el tema de las deudas pendientes con proveedores
colombianos y establecer mecanismos de pago confiable y expedito a esos
proveedores, incluso mediante acuerdos con el Gobierno colombiano y con
el Banco de la República.
6. La integración económica entre Colombia y Venezuela es el instrumento más apropiado para el desarrollo de ambos países:
Para
CAVECOL, la integración económica entre Colombia y Venezuela es, más que
cualquier otro mecanismo, el instrumento idóneo para promover el
desarrollo de ambos países. Consideramos que, además de las razones
históricas y las similitudes culturales, religiosas, idiomáticas, etc.,
entre los dos pueblos, desde el punto de vista económico, los mercados
de ambos países, entre los que hay una extensa frontera terrestre,
pueden proveer una base suficiente para el crecimiento de las economías
de los dos países, alcanzando las economías de escala convenientes para
hacer a los productos de ambos países competitivos en otros mercados.
Ningún otro país ofrece estas posibilidades de desarrollo conjunto con
Venezuela y sólo mediante la progresiva fusión de ambos mercados será
posible explotar a cabalidad esta opción en beneficio de ambas
economías.
En
consecuencia, CAVECOL urge al Gobierno venezolano a profundizar el
proceso de integración económica con Colombia, actualmente limitado a un
mero acuerdo de preferencias comerciales.
CAVECOL