El mar de Aral desaparece. Las
fotografías tomadas por los satélites de la NASA a lo largo de los
últimos años lo confirman. El cuarto lago más grande del mundo llevaba
50 años secándose y en 2014 ha desaparecido.
El mar de Aral es un lago endorreico
situado en Asia Central, entre Kazajistán y Uzbekistán. Era uno de los
cuatro lagos más grandes del mundo, superado por el mar Caspio, el lago
Superior y el lago Victoria.
En 1930, la superficie del mar de
Aral era de 67.000 km2. Pero desde la década de 1980 en adelante, se fue
secando y se separó en dos.
En una serie de fotografías de la NASA,
podemos observar cómo ya no queda prácticamente nada de aquel lago que
hace medio siglo llegó a tener 65.000 km2. El mar de Aral se encuentra
entre el norte de Kazajistán y el sur de Uzbekistán.
Sin las aguas de los ríos Amou-Daria y
Syr-Daria, desviadas por la Unión Soviética para regar las zonas
desérticas de los alrededores, era una muerte anunciada. Stalin ordenó
efectuar obras de canalización para regar las llanuras adyacentes al río
Sir Daria, y el delta del río Amu Daria, duplicando así la superficie
de cultivo, que pasó de 4 millones de hectáreas a 8 millones.
Desde el año 2000 ha perdido la mitad de su superficie.
Las consecuencias son catastróficas para la zona:
- El agua dulce del lago empezó a disminuir y sus niveles de salinidad a aumentar.
- El agua, cada vez mas salada, ha aumentado su contaminación exponencialmente.
- Los residuos en el fondo del lago ahora quedan al aire, vuelan y se extienden por los campos.
- La temperatura se ha vuelto más extrema en todas las épocas del año, el lago servía como regulador.
En 2005 se creo una presa para preservar
el norte del Mar de Aral, en un intento a la desesperada, pero con ello
se condenó a la parte sur a la muerte. En los años siguientes el nivel
se fue manteniendo pero este año ha llegado a secarse por completo. Un
desastre medio ambiental sin paliativos, la mano del hombre vuelve a
mostrarse implacable cuando los recursos naturales están a su alcance.
Os recomendamos ver este documental de Isabel Coixet: “Aral, el mar perdido”