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A pesar de que la tasa de deforestación ha descendido en el
último cuarto de siglo no se ha evitado la pérdida de 129 millones de
hectáreas de bosque.
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Hoy se celebra el Día Internacional de los Bosques y la ONU
trata de concienciar de los beneficios ecológicos, económicos y sociales
que brindan los bosques.
Deforestación Amazónica
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Este lunes se celebra el Día Internacional de los Bosques, y la ONU ha recordado que el mundo ha perdido alrededor de 129 millones de hectáreas de bosques
en los últimos 25 años. Lo que supone una superficie casi equivalente a
la de Sudáfrica, con lo que las masas boscosas siguen disminuyendo a
medida que la población aumenta y las áreas forestales se reconvierten a
la agricultura y otros usos.
Así se desprende de un
informe de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura), el más completo publicado hasta ahora y
que aporta datos del año 2015.
Los bosques cubrían un 31,6% de las zonas terrestres del planeta en 1990 (con 4.128 millones de hectáreas) y su superficie ha pasado 25 años después a quedarse en un 30,6%
(3.999 millones de hectáreas). Hoy en día, el 93% de la superficie
forestal mundial es bosque natural, mientras que el plantado
resepresenta el 7% restante.(...)
No obstante, la tasa de deforestación neta mundial ha disminuido en más del 50% en el último cuarto de siglo
porque cada vez más áreas forestales están protegidas y los países han
mejorado su gestión forestal gracias a la legislación, la medición y el
seguimiento de los recursos y una mayor participación de las comunidades
locales en la planificación y las políticas de desarrollo.
De hecho, el informe de la FAO, al que tuvo acceso Servimedia, indica que España cuenta actualmente con 18,4 millones de hectáreas, un 33,3% más respecto de los 13,8 millones de 1990.
Las regiones tropicales son las más afectadas
Desde un punto de vista biológico, los bosques son los ecosistemas terrestres más diversos, donde se albergan más del 80% de las especies animales y vegetales.
Por otro lado, desde la perspectiva humana, los árboles procuran
refugio, trabajo y seguridad a las comunidades que dependen que ellos.
Pese a los beneficios ecológicos, económicos y sociales que brindan los
bosques, de los que dependen cerca de 1.600 millones de personas para
vivir (incluidas más de 2.000 culturas indígenas), Naciones Unidas
lamenta que la deforestación continúa a un ritmo de 13 millones de
hectáreas al año y es responsable de entre un 12 y un 20% de las
emisiones de gases que producen el efecto invernadero y contribuyen al
calentamiento global.
Desde 1990, la mayor parte de la deforestación ha tenido lugar en las regiones tropicales,
mientras que la superficie forestal neta se ha incrementado en los
países templados y apenas ha cambiado en las áreas boreales y
tropicales.
Sin embargo, dado el crecimiento de la población mundial, la superficie media de bosque per cápita ha disminuido principalmente en las zonas tropicales y subtropicales, pero también en todas las demás regiones climáticas, con la excepción de la templada.
Este año se dedica a la relación entre bosques y agua
Este año, el Día Internacional de los Bosques está dedicado a su papel fundamental para abasceder al planeta de agua dulce. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon,
indicó en un mensaje con motivo de esta conmemoración que habitantes de
ciudades como Bogotá, Durban, Yakarta, Madrid, Nueva York y Río de
Janeiro dependen de las zonas boscosas para nutrirse de agua potable.
En su mensaje, Ban destacó que " proteger y restaurar las cuencas arboladas supone ahorrar el coste de la construcción de una nueva infraestructura para la purificación del agua".
Subrayó que la capacidad de los bosques de proporcionar agua "es cada vez más urgente"
a medida que crece la población mundial. "En 2025, cerca de 1.800
millones de personas vivirán en zonas con escasez absoluta de agua y dos
tercios de la población mundial podrían enfrentarse a condiciones de
estrés hídrico", apostilló.
Además, apuntó que los
bosques son fundamentales para combatir el cambio clímático porque
"proporcionan uno de los sistemas naturales de captura y almacenamiento
de carbono más rentables y eficientes". "La inversión en los bosques es una póliza de seguro para el planeta", agregó.