La Cultura Nuestra
“Nosotros, los revolucionarios de la cerveza, estamos imponiendo el comercio de la cerveza artesanal como un arte que al probarla se sienta toda su creación, eso nos diferencia y nos da una posición”, afirmó Jesús Fernández, creador de la cerveza Hagel’s, quien participó en la Ruta de la Cerveza Artesanal, celebrada en Caracas.
“Nosotros, los revolucionarios de la cerveza, estamos imponiendo el comercio de la cerveza artesanal como un arte que al probarla se sienta toda su creación, eso nos diferencia y nos da una posición”, afirmó Jesús Fernández, creador de la cerveza Hagel’s, quien participó en la Ruta de la Cerveza Artesanal, celebrada en Caracas.
La industria de
cerveza nacional se encargó por años de condicionar la rutina de los viernes
cerveceros, ofreciendo bebidas de bajos costos y promoviendo la supuesta
felicidad que produce ratón, en lugar de la calidad y variedad que brindan las
producciones artesanales.
Sin embargo, existen
más de 30 marcas nacionales con aproximadamente 200 tipos de cervezas
diferentes. Las marcas caseras tienen alrededor de tres o cuatro artistas
gastronómicos, que producen unos 100 litros de cerveza mensual, lo que en
primera instancia no alcanza para saciar la necesidad del viernes cervecero.
Las consecuencias de
la guerra económica, entre las cuales destaca el desabastecimiento, han
generado procesos de reflexión sobre la producción nacional, y los modos de
hacerle frente mediante el empoderamiento de espacios productivos.
Ruta de la Cerveza. Foto: Milangela
Galea
“Un evento como éste
genera inquietudes, hace que la gente se pregunte por qué no consigue en el
mercado otras variedades, va a provocar que se pregunten si pueden fabricar su
propio producto y luego a investigar cómo hacerlo, querrán probar otros sabores.
Ahí comienza un movimiento y, entonces, nos estamos apropiando de un espacio”,
explicó Érika Méndez, productora de la cerveza O’leary.
La Ruta tuvo como
objetivo central visibilizar los avances en la construcción de la soberanía en
el ámbito productivo, exhibiendo los diferentes tipos de cervezas y las
distintas casas productoras.
“La idea es ofrecer
talleres y motivar la producción, ya sea para microempresas, consumo personal o
pequeños negocios. Hay que dejar de consumir cerveza muerta y comenzar a conocer
la cerveza viva, con levadura viva”, continuó Méndez.
Ministro de Cultura se
reunió con los productores
Por su parte, el
ministro del Poder Popular para la Cultura, Reinaldo Iturriza, se reunió con
algunos miembros de la Asociación de Cerveceros Artesanales de Venezuela
(ACAV), para divisar los problemas que tienen los pequeños
productores y para alcanzar una mayor distribución que ofrezca variedad a las y
los consumidores.
“Se trata de revisar
la materia prima y el insumo que no se produce en Venezuela, la maquinaria, el
equipo, las divisas, hasta las relaciones internacionales que pudieran
crearse”, sostuvo el Ministro.
Por lo mismo, pidió a
productores y productoras presentes información acerca de los insumos que
requieren y los países que los distribuyen, con la intención de crear lazos que
faciliten la producción y la adquisición de materiales.
“Estamos habituados a
que tal producto lo produce una gente, y que esa gente es intocable, eso es
chantaje. Es una discusión sobre la cerveza, pero que trasciende. El venezolano
no puede conocer sólo Polar, y pensar que es lo mejor porque por décadas eso le
han dicho, debe saber que hay otras opciones y darse la oportunidad de
probarlas”, insistió Iturriza.
¿Cuál es la forma
legal de producción de cerveza?
“Yo era gerente de
Café Caramba en Maracay. Un día Polar no me estaba dando a nivel publicitario
lo que necesitaba, así que los saqué y metí Zulia, enseguida vinieron los
preventistas de la Polar a amenazarme. Tiempo después empecé a hacer mi propia
cerveza, y los preventistas, que ya me conocían, me mandaron unos abogados,
porque, según ellos, no era legal que yo hiciera cerveza”, explicó Fernández.
Y continuó: “No es que
seamos ilegales, es que simplemente no existíamos, por eso no había una figura.
¿Qué hicieron las grandes empresas? En la IV República se encargaron de hacer
leyes para que sus procesos industriales fueran los únicos válidos para hacer
cervezas. Luego Polar compró acciones en Regional, y Regional tenía la
franquicia de Brahma, así que dejaron de comercializarla quedando únicamente
Polar y Regional como supuesta competencia”.
Es de allí de donde
nacen los cerveceros artesanales, contó más adelante el productor, “los
maestros cerveceros que venían de Brasil eran alemanes, entonces Brahma los
financió y empezaron a hacer cursos aquí en Venezuela”.
Por otro lado, Gabriel
Simons, también productor de cervezas Hagel’s, explicó que “cualquier cervecero
sabe que la cerveza Polar tienen sustancias que no deben estar presentes:
químicos de todo tipo, conservantes y pasteurización, que matan a la cerveza”.
La producción
industrial no cumple con el límite de reutilización de las levaduras, que es
hasta cinco veces. En palabras de Fernández: “A la industria eso le produce más
costo porque debe comprar más cepa para la levadura, por lo que la utilizan
hasta quince veces, esto hace que la levadura mute y produzca efectos
secundarios: vómito, diarrea. A la Polar no le interesa vender un producto de
calidad, sino simplemente vender”.
Ruta de la Cerveza. Foto: Milangela
Galea
Revolucionar la
producción de cerveza
El propósito de los
pequeños productores y productoras es que tanto el Seniat como las leyes de
sanidad y de producción —que sólo permiten 20 000 litros anuales y representan
una limitante— faciliten la proliferación de creadores de cervezas, de modo que
se descentralice el proceso. Ello generaría tanto mayor capital para el Estado
como fuentes de empleos, además contribuiría con la construcción de la
soberanía.
“Los procesos de
cambios son complejos, incluyen muchísimas vertientes. Aunque la cerveza
artesanal tenga 5000 años en el mundo, en Venezuela apenas comienza. Nosotros
estamos haciendo un trabajo en conjunto, cerveceros y Estado, para poder
cambiar las cosas que en este momento nos hacen cuesta arriba el trabajo. Se
han dado grandes pasos, estamos estudiando en conjunto con el Ministerio de la
Cultura qué se puede hacer para democratizar la producción de la cerveza”,
explicó Méndez.
Por otro lado,
Alexander Jiménez, presidente actual de la ACAV, resaltó que el propósito de la
Asociación no es acabar con nadie. “Nosotros sabemos que hay espacios para
todos, lo que queremos es que la gente repiense lo que es tomar cerveza, de ahí
nuestra búsqueda de espacio. Existe la cerveza para refrescar y otras para
disfrutar, la idea es que se conozcan todas, no queremos quitar, sino agregar.
En este espacio le estamos enseñando a la gente que la vea, la pueda oler, la
sienta, eso permite la cerveza artesanal, nace de una pasión y es eso lo que
queremos posicionar: que exista diversidad y condiciones para que ésta pueda
existir”.
“Así combatimos la
guerra que nos mantienen. La cerveza industrial es cerveza barata de mucha
rotación para hacer dinero. El concepto de cerveza artesanal que aplica al
momento en que tú empiezas a idearla es algo que viene dentro de uno. Cuando te
tomas una cerveza artesanal te tomas algo que salió del intelecto”, culminó
Fernández.